El 25 de abril de 1974, un grupo de jóvenes oficiales portugueses lideró el movimiento que puso fin a la dictadura mĆ”s larga de Europa occidental. Fue el inicio de la democratización del paĆs y el punto de partida para el futuro ingreso en la Comunidad Económica Europea.
Hace exactamente cinco dĆ©cadas, Portugal pudo dejar atrĆ”s un perĆodo oscuro de su historia. El 25 de abril de 1974, la Revolución de los Claveles permitió poner el punto final a 48 aƱos de dictadura, primero bajo el mando de António de Oliveira Salazar (1932-1968) y, luego, de su heredero polĆtico, Marcello Caetano (1968-1974).
Una conspiración militar con apoyo popular
La conspiración involucró a cerca de 300 oficiales de las FF.AA. y tuvo como sĆmbolo el clavel, que las mujeres portuguesas colocaron sobre las bayonetas de los jóvenes militares que tomaron las calles de Lisboa y las principales ciudades del paĆs.
La operación militar āFin del RĆ©gimenā tuvo como objetivo prioritario la ocupación de las estaciones de radio y televisión, tomadas por los insurrectos en horas de la madrugada. A partir de ese momento, comenzaron a emitirse distintos llamamientos invitando a la población a permanecer en sus hogares. TambiĆ©n consiguieron tomar el control del Banco de Portugal y de la cĆ©ntrica Plaza del Comercio, en Lisboa.

Por la mañana, tropas de distintas guarniciones militares se dirigieron hacia Lisboa e intimaron al gobierno a renunciar. En su recorrido hacia el centro de la capital, fueron recibidos por una multitud, en apoyo del movimiento. El presidente Marcello Caetano se refugió, junto a sus ministros, en el cuartel del Largo do Carmo, que fue cercado por las tropas.
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A las 16 horas, vencido el ultimĆ”tum de los rebeldes, Cetano aceptó su derrota, pero pidió entregar su dimisión a un oficial de alta graduación. La condición fue aceptada y la renuncia fue presentada ante el general António SpĆnola, antiguo vicejefe del Estado Mayor de las FF.AA., quien habĆa sido destituido por el propio mandatario un mes antes.
La baja militar del general SpĆnola habĆa sido la consecuencia de la publicación de un libro, āPortugal y el futuroā, en el que el jerarca defendĆa una salida polĆtica a las guerras coloniales en Angola, Mozambique y Guinea-Bissau. La obra, que fue un Ć©xito editorial, reflejó el cansancio de los cĆrculos castrenses con el poder polĆtico, que decantarĆa en el golpe de Estado.

El Movimiento de los Capitanes, artĆfice de la revolución
Tal como reconstruye el acadĆ©mico JosĆ© Medeiros Ferreria en su libro āPortugal en transiciónā, el detonante del movimiento fue el cansancio de los jóvenes oficiales por la marcha de la guerra en las colonias portuguesas de Ćfrica y el desprestigio que sufrĆan las FF.AA.
Lo mismo afirma, en su āHistoria de Portugalā (1981), Antonio Henrique de Oliveira Marques, quien sostiene que āel movimiento militar del 25 de abril de 1974 tuvo poco de ideológico en sus raĆcesā. āFue, sobre todo, una revuelta en protesta contra las condiciones de las FF.AA. y la perpetuación de la guerra colonialā.
Ciertamente, la crisis económica, el aumento del costo de vida en plena crisis del petróleo y el agotamiento del rĆ©gimen salazarista habĆan convencido a la sociedad de que el final era inevitable. Bastaba solo que los militares dieran el primer paso para acabar con una dictadura, que acabarĆa cayendo como un castillo de naipes.
āLa rapidez con que el Movimiento de los Capitanes transformó una protesta de naturaleza corporativa en una cuestión polĆtica global constituirĆ” la mejor prueba de que la crisis de la sociedad portuguesa y sus reflejos en la institución militar alcanzaban una gravedad sin precedentes en la historia del Estado Novoā, sintetizó el filósofo e historiador António Reis, en referencia al ocaso del rĆ©gimen instaurado en 1933 por Salazar.

La llegada de la democracia y el ingreso en la Unión Europea
Tras el triunfo de la Revolución de los Claveles, se puso rÔpidamente en marcha el proceso de transición hacia la democracia. Exactamente un año después del triunfo de la rebelión de los jóvenes oficiales, el 25 de abril de 1975, tuvieron lugar las elecciones para elegir una Asamblea Constituyente, que completó su mandato el 2 de abril de 1976 con la sanción de la nueva Carta Magna.
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En marzo de 1977, bajo el gobierno del dirigente socialista Mario Soares, el paĆs inició las negociaciones para sumarse a la Comunidad Económica Europea (CEE). Ingresó, finalmente, al bloque comunitario -la actual Unión Europea-, junto a EspaƱa, en 1986. SerĆa un momento histórico que marcarĆa el Ć©xito del proceso de integración, al incorporar a los dos paĆses de la PenĆnsula IbĆ©rica, que protagonizaron exitosas transiciones hacia la democracia tras largas dictaduras.

La opinión pĆŗblica portuguesa aprueba hoy el resultado del movimiento que protagonizaron los jóvenes oficiales de las FF.AA. hace 50 aƱos. De acuerdo con una reciente encuesta del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa, el 65% de los consultados define a la Revolución de los Claves como el hito mĆ”s importante de la historia de su paĆs.
En palabras del general António Ramalho Eanes, el presidente que condujo los destinos del paĆs tras la aprobación de la nueva Constitución y quien ejerció el cargo entre 1976 y 1986, āhay una fecha fundante de la democracia portuguesa: el 25 de abrilā.




