Este año se inició el proceso para elegir al nuevo Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el cargo más alto en el organismo. El actual funcionario es el portugués António Guterres, quien ocupa el puesto desde enero de 2017. Hasta el momento, son cinco los candidatos confirmados: una expresidenta, dos diplomáticos y dos exvicepresidentes.
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Según el instrumento constitutivo del organismo, la decisión recae en la Asamblea General, bajo recomendación del Consejo de Seguridad. Además, debido al criterio de rotación geográfica para el puesto, el siguiente Secretario debería ser de origen latinoamericano.
ONU: los candidatos confirmados para ocupar el cargo de Secretario General
Según la plataforma oficial de las Naciones Unidas (ONU), los precandidatos confirmados son: Rafael Grossi (Argentina), Michelle Bachelet (Chile) y Rebeca Grynspan (Costa Rica). Sin embargo, hay otros dos casos, Virginia Gamba (Argentina) y David Choquehuanca (Bolivia), donde las candidaturas no fueron presentadas oficialmente por Estados miembros.
Rafael Grossi, actual director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), es uno de los nombres con mayor visibilidad debido a su rol en las inspecciones nucleares y en la gestión de crisis en Irán. El argentino cuenta con más de tres décadas de carrera diplomática, amplio conocimiento técnico sobre desarme y una reputación como negociador capaz de mediar entre potencias enfrentadas.

Por otro lado, Michelle Bachelet, expresidenta de Chile, también encabeza la lista de figuras reconocidas. Además de haber sido mandataria en dos períodos, dirigió la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y fue la primera directora de ONU Mujeres.
Su nombre, al igual que el del resto de las candidatas mujeres, se vincula con la posibilidad de impulsar una renovación dentro de la organización, sobre todo ante el reclamo de que un puesto históricamente ocupado por hombres sea encabezado por una mujer.
La candidata de Costa Rica, Rebeca Grynspan, cuenta con una extensa trayectoria dentro del organismo internacional, además de haber sido vicepresidenta de su país durante los años 90.
Actualmente, es jefa de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), y también ocupó el cargo de Secretaria General Iberoamericana (SEGIB). Su candidatura se destaca por su experiencia en gestión institucional, cooperación Sur-Sur y políticas económicas orientadas al crecimiento inclusivo.

Por otra parte, la diplomática argentina, Virginia Gamba, también se encuentra entre los nombres mencionados, aunque su postulación es particular porque ingresó en carrera de manera independiente. De cualquier forma, cuenta con el respaldo de tres países dispuestos a presentarla como candidata.
A lo largo de su carrera ocupó cargos en desarme, control de armamentos y seguridad internacional, y hasta julio de 2025 se desempeñó como Representante Especial del Secretario General para Niños y Conflictos Armados. Se destaca por su trabajo en prevención de violencias, mediación en escenarios de conflicto y promoción de estándares de protección humanitaria.
El último de los cinco candidatos es David Choquehuanca, exvicepresidente de Bolivia y una figura política vinculada a movimientos indígenas y propuestas de diplomacia social. Su candidatura fue presentada por el Pacto de Unidad de Bolivia, una alianza de organizaciones que apoyan los derechos indígenas.

A lo largo de su carrera impulsó iniciativas centradas en la defensa de los pueblos originarios, los derechos de la naturaleza y una visión comunitaria del desarrollo. Su perfil introduce una perspectiva distinta dentro de la contienda, orientada a modelos de gobernanza pluriculturales.
Secretario General de la ONU: cómo es el proceso de selección
El proceso para la designación del décimo funcionario de cabecera de las Naciones Unidas comenzó el 25 de noviembre, cuando los presidentes de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad enviaron una carta conjunta a los Estados miembros. En ella, se insta a los países, en este caso de América Latina debido al criterio implícito de rotación geográfica, a presentar candidaturas.
Cada postulación debe incluir una biografía detallada y una explicación de la visión del candidato para el futuro de la organización, lo que permite comparar trayectorias, capacidades de liderazgo y prioridades programáticas.

Una vez recibidas las candidaturas, la Asamblea General organiza diálogos públicos donde los aspirantes exponen sus propuestas, responden preguntas de los Estados miembros y participan en sesiones abiertas con organizaciones de la sociedad civil.
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A fines de julio de 2026, y concluidas las etapas previas, el Consejo de Seguridad inicia deliberaciones privadas. Sus quince integrantes analizan los perfiles y, aunque todos votan, los miembros permanentes tienen un rol central, ya que cualquier candidatura puede ser bloqueada mediante el uso del veto.
El Consejo tiene la tarea de elegir un solo nombre, con un mínimo de nueve votos afirmativos y sin vetos de sus miembros permanentes. Luego, la Asamblea General procede a la votación formal, que debe aprobar al postulante por mayoría simple. De esta manera, el nuevo Secretario General asumiría sus funciones el 1 de enero de 2027.




