María Corina Machado, líder de la oposición, fue premiada con el Nobel de la Paz. El principal motivo: su persistente lucha por el retorno de la democracia a Venezuela. La exlegisladora mantiene una postura crítica hacia el gobierno de Nicolás Maduro, enfrentándose al régimen chavista en múltiples ocasiones, tanto en las calles como en la Asamblea Nacional.
- Te puede interesar: ¿Venezuela sin Maduro?: las dos propuestas que el régimen le presentó a Estados Unidos
Machado dispone de una amplia trayectoria política, con más de dos décadas en el sector público. Además, es ingeniera industrial con una especialización en finanzas. En 2023 presentó su candidatura para las elecciones presidenciales de 2024, pero el Tribunal Supremo inhabilitó su postulación. De todas formas, su papel fue central tanto en la campaña como en los meses posteriores al fraude electoral.
La denominada “dama de hierro”, se encuentra en un paradero desconocido dentro de su país. Sin embargo, y aunque no logró presenciar la ceremonia de entrega, se confirmó su viaje a Oslo, Noruega, luego de un largo operativo de salida. En el evento estuvieron presentes los presidentes de Argentina, Ecuador, Panamá y Paraguay, así como también Edmundo González, presidente electo de Venezuela.
María Corina Machado: el ascenso político de la líder que desafió al chavismo durante décadas
El recorrido político de María Corina Machado comenzó a principios de los años 2000, cuando cofundó “Súmate”, una organización ciudadana dedicada a promover la participación electoral y la transparencia democrática. Desde entonces, se convirtió en una de las voces más críticas del proyecto chavista, denunciando irregularidades, persecución y el progresivo deterioro institucional en Venezuela.

En 2010 fue elegida diputada de la Asamblea Nacional con un récord de votos, consolidando su presencia como una dirigente con fuerte respaldo ciudadano. Durante ese periodo mantuvo una postura abiertamente confrontativa frente al oficialismo, lo que derivó en tensiones constantes con el gobierno.
En 2014, tras denunciar la crisis política y social del país ante la Organización de Estados Americanos (OEA), fue expulsada de su cargo legislativo, un hecho que reforzó su posición como figura chocante al régimen.
Ese mismo año impulsó la construcción de Vente Venezuela, el movimiento político con el que articuló su liderazgo opositor. Desde allí sostuvo un discurso firme a favor de la libertad económica, la defensa de los derechos civiles y el retorno a la institucionalidad democrática. Con el paso del tiempo, su figura se volvió central dentro de la oposición, especialmente por su rechazo a cualquier forma de acuerdo que considerara una concesión al chavismo.

En 2023 ganó ampliamente las primarias opositoras y se convirtió en la candidata para las elecciones presidenciales de 2024. Sin embargo, su inhabilitación por parte del Tribunal Supremo impidió su postulación formal.
Aun así, lideró la campaña desde afuera y mantuvo un rol decisivo después de los comicios, cuando denunció fraude electoral. Las presiones y amenazas llevaron a que pasara a la clandestinidad, un gesto que reforzó la imagen de una dirigente dispuesta a sostener su causa pese al riesgo personal.
Nobel de la Paz: el reconocimiento que expone la tensión entre la comunidad internacional y el gobierno de Maduro
El Premio Nobel de la Paz otorgado a María Corina Machado destaca su rol en la defensa de los derechos democráticos y en la búsqueda de una transición pacífica en Venezuela. El comité resaltó su capacidad para unificar a la oposición y su liderazgo civil en un contexto marcado por la represión y el deterioro institucional.

El galardón también sirve como herramienta para legitimar a la oposición y vuelve a cuestionar la validez del gobierno de Nicolás Maduro. Además, permite visibilizar las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos y a la falta de garantías electorales.
- Te puede interesar: OEA vs. Venezuela: qué pasa si se ratifica el fraude electoral
Para el régimen chavista, la distinción complica la estrategia oficial de deslegitimación hacia Machado. Aunque no modifica de inmediato el panorama interno, se interpreta como un respaldo sostenido a los sectores opositores, reflejando la disconformidad con las prácticas autoritarias impulsadas por el oficialismo.
La entrega del Nobel no solo reconoce a Machado, sino que redefine el lugar de Venezuela en la agenda democrática global, y subraya la urgencia de restablecer la institucionalidad democrática en el país.




