La Cámara de Representantes de los Estados Unidos dio el primer paso para aprobar la Ley PANA y utilizarla en Venezuela. La normativa pretende instrumentar un fondo de restauración una vez que caiga el régimen, con dinero incautado a narcotraficantes y criminales vinculados al ex mandatario Hugo Chávez y al presidente Nicolás Maduro.
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Un fondo de 4.000 millones de dólares para Venezuela
La Ley de Preservación de la Responsabilidad de los Bienes Nacionales, conocida como PANA Act, por sus siglas en inglés, es un proyecto que inició en 2023 a partir de los esfuerzos de Marco Rubio, entonces senador por Florida, y otros miembros de la banca republicana como Rick Scott y Ted Cruz.
Al momento de su presentación dos años atrás, Scott había explicado que, ”tomaría los bienes incautados a personas vinculadas a los regímenes de Chávez y Maduro, condenadas por corrupción”.

Denominado como “Fondo para la Restauración de Venezuela”, el Departamento de Estado lo utilizaría “para fortalecer la gobernanza y las instituciones democráticas, defender los derechos humanos internacionalmente reconocidos del pueblo venezolano, apoyar la labor de los medios de comunicación independientes, combatir la corrupción y mejorar la transparencia y la rendición de cuentas de las instituciones que han formado parte de los regímenes de Chávez o Maduro”.
Hoy, con Marco Rubio como secretario del Departamento de Estado y una agenda más activa contra la dictadura chavista, la Cámara de Representantes aprobó las enmiendas que dan inicio al proceso legislativo que seguirá en el Senado.
De ser aprobado, Estados Unidos dispondría de un estimado de 4.000 millones de dólares para asignarlos ante una eventual caída del régimen encabezado por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.
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Venezuela aprobó un tratado de asociación estratégica con Rusia
La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó por unanimidad un “tratado de asociación estratégica y cooperación” con Rusia, que debe ser promulgado por Nicolás Maduro y Vladímir Putin.
El mismo contempla una sociedad en materia de energía, comercio y producción, más allá de los 30 acuerdos de cooperación militar que unen a ambos países y dotaron a Venezuela desde fusiles de asalto AK-103 hasta dos escuadrones de cazas Sukhoi 30Mk2.

El avance en la relación bilateral ruso-venezolana llega en medio de una escalada de tensiones con Estados Unidos, que involucra el despliegue de ocho buques y al menos 3.500 marines bajo la dirección del Comando Sur.
En los últimos días, la 22.ª Unidad Expedicionaria de la Marina realizó un entrenamiento en Puerto Rico. Las maniobras estuvieron protagonizadas por el Grupo Anfibio Iwo Jima, integrado por los buques USS Iwo Jima (LHD-7), USS San Antonio (LPD-17) y USS Fort Lauderdale (LPD-28), mientras que el buque de transporte anfibio San Antonio se encontraba estacionado en territorio puertorriqueño.
La portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, expresó la preocupación de Moscú por el despliegue estadounidense en el Caribe y expresó que el gobierno de Vladímir Putin respalda a Venezuela en su “derecho inalienable a determinar libremente su camino político, económico y social sin presiones externas”.