El sorpresivo resultado del partido de Zuma, que consiguiĂł el 14,5% de los votos, complica el futuro del actual presidente Cyril Ramaphosa y del Congreso Nacional Africano, el partido hegemĂłnico desde 1994.
El fin de la hegemonĂa absoluta del Congreso Nacional Africano (ANC) en la polĂtica sudafricana tiene un responsable: el expresidente Jacob Zuma. Su partido le arrebatĂł un importante porcentaje de votos al oficialismo y se cobrĂł revancha de viejas cuentas pendientes con su sucesor, Cyril Ramaphosa.
- Te puede interesar: 2024, año de elecciones récord: vota más del 40% del planeta
Al obtener el 40,2% de los votos, el ANC contará con 159 bancas en el nuevo Parlamento sudafricano, lejos de las 201 necesarias para gobernar en solitario. Detrás se ubica el partido de la minorĂa blanca, la Alianza Democrática, con 87 escaños y, tercero, la fuerza de Jacob Zuma, uMkhonto weSizwe (MK), con 58. En cuarto lugar queda otro grupo de viejos disidentes del ANC, los Luchadores por la Libertad EconĂłmica, de izquierda radical, con 39 bancas.

Jacob Zuma, un “ave fĂ©nix” de la polĂtica sudafricana
Cuando en febrero de 2018 presentĂł su renuncia a la presidencia del paĂs luego de casi una dĂ©cada en el poder, nadie esperaba que seis años más tarde Jacob Zuma hiciera su reapariciĂłn triunfal. MĂşltiples escándalos de corrupciĂłn y una condena a 15 meses de prisiĂłn por desacato a la Justicia parecĂan haberle dado un golpe de knock-out.
Nada más lejos de eso. En diciembre de 2023, Zuma rompiĂł formalmente con su antiguo partido, el Congreso Nacional Africano (ANC), y decidiĂł fundar su propia fuerza polĂtica: uMkhonto weSizwe (MK), que significa “Lanza de la NaciĂłn”, en lengua zulĂş. El nombre retomĂł la denominaciĂłn del antiguo brazo armado del ANC de Mandela durante los años del apartheid, el rĂ©gimen segregacionista blanco en el poder hasta 1994.

Su desplazamiento del poder, en 2018, obedeciĂł a los mĂşltiples escándalos de corrupciĂłn durante los casi diez años de Zuma en el poder. En marzo de 2022, saliĂł a la luz un lapidario informe de una comisiĂłn judicial, que calificĂł de “captura del Estado” la situaciĂłn vivida en el paĂs durante sus años en el poder.
Menos de tres meses más tarde, en junio de 2022, fueron detenidos en Dubai dos empresarios de nacionalidad india, Atul y Rajesh Gupta, acusados de haber formado una red de corrupción a la sombra de Zuma. La Justicia de los Emiratos, sin embargo, rechazó el pedido de extradición de las autoridades sudafricanas.

Condenado por la Justicia de Sudáfrica
La salida de Zuma del poder se dio tras el triunfo de su entonces vicepresidente, Cyril Ramaphosa, en la contienda interna por el liderazgo del Congreso Nacional Africano (ANC). Tras derrotar a la esposa de Zuma, Nkosazana Dlamini-Zuma, por muy estrecho margen -2261 votos contra 2440- en el congreso del ANC, Ramaphosa se convirtió en el nuevo hombre fuerte de Sudáfrica. En febrero de 2018, juró como nuevo presidente y se comprometió a poner fin a la corrupción reinante.
Sin embargo, lejos de aceptar pasivamente el retiro y de someterse al accionar de la Justicia, Jacob Zuma se recluyó en su pago chico, KwaZulu-Natal, donde reconstruyó sus bases de apoyo. Su condena a 15 meses de prisión fue el detonante para el estallido, en julio de 2021, de una ola de disturbios y saqueos que dejó un saldo de 345 muertos. Fue después de que el Tribunal Constitucional lo condenara por negarse a declarar repetidamente en el marco de una gran investigación por corrupción durante su gobierno.

Tras cumplir solo dos meses en la cárcel, Zuma volviĂł a su vivienda, donde cumpliĂł el resto de la condena bajo el rĂ©gimen de prisiĂłn domiciliaria. Tras cumplir su condena, se embarcĂł en una nueva aventura polĂtica. Luego de fracasar en su intento por desbancar a Ramaphosa como lĂder del ANC, rompiĂł con su antiguo partido. AcusĂł a Ramaphosa y los actuales lĂderes del partido de “representantes del capital monopĂłlico blanco”.
ÂżReivindicado en las urnas?
En diciembre de 2023, Zuma presentó su nueva fuerza, uMkhonto weSizwe (MK), pero el Tribunal Constitucional le impidió presentarse como candidato. Lo declaró “inelegible” por haber sido condenado a más de 12 meses de prisión, tal como prevé la legislación electoral sudafricana.
De todos modos, el MK continuó su campaña y dio el gran batacazo en los comicios del pasado 29 de mayo. En la región de Kwa-Zulu Natal se convirtió en la primera fuerza, con más del 45% de los votos y, a nivel nacional, cosechó el 14,5%.

Un rápido cálculo aritmĂ©tico muestra el impacto que tuvo este resultado en la merma de votos del Congreso Nacional Africano (ANC). Si comparamos los resultados de esta elecciĂłn con la Ăşltima, celebrada en 2019, el ANC dejĂł en el camino un 17,3% de votos, al pasar del 57,5% al 40,2%. Y pasĂł de 230 bancas a las actuales 159. Frente a este panorama, los 58 parlamentarios del MK de Jacob Zuma serán determinantes a la hora de formar una nueva mayorĂa de gobierno.




