Pese al alto el fuego en la Guerra de los 12 días, Irán endureció su postura contra Estados Unidos e Israel. El Gran Ayatolá Naser Makarem Shirazi, una de las máximas autoridades del chiismo, llamó al mundo musulmán a una fatwa contra Donald Trump y Benjamin Netanyahu.
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Medio Oriente: Irán tensiona con Estados Unidos e Israel
La guerra de los 12 días entre Israel, Irán y Estados Unidos concluyó sin un claro ganador en el conflicto tras tensas jornadas de ataques y contraataques. Prontamente, la operación Martillo de Medianoche concluyó un histórico bombardeo estadounidense en territorio iraní, Trump celebró haber danado el programa nuclear del régimen de los Ayatolá y gestó un alto el fuego que demoró en ser acatado.

La reacción llegó de la mano del Gran Ayatolá Naser Makarem Shirazi, una de las máximas autoridades de la rama del chiismo, que declaró como “enemigos de Dios” al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al primer ministro del Estado de Israel, Benjamin Netanyahu.
Si bien no es una medida gubernamental, el gobierno de naturaleza teocrática le concede una gran importancia al sector clerical, sobre todo de las figuras cercanas al líder supremo Alí Jamenei.
La propia Revolución Islámica de 1979 y los enfrentamientos con Israel tienen una base fundamental en la religión, que es acompañada desde el gobierno de Masoud Pezeshkian electo en 2024.

Sin posibilidad de respuesta militar por la tregua con Washington y Tel Aviv, Teherán lanza una nueva retórica, esta vez desde el plano religioso, que podría tener consecuencias impredecibles.
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Qué es la fatwa convocada por el chiismo contra Donald Trump
En la rama chiita del Islam, una fatwa es un decreto legal y religioso emitido por un Marja, la más alta autoridad clerical, aunque puede ser invocado por eruditos o especialistas religosos. Al tratarse de actores extranjeros como Donald Trump y Benjamin Netanyahu, la implicancia es más simbólica que práctica.

La convocatoria se extiende a todos los creyentes musulmanes a lo largo del mundo, lo que puede motivar a organizaciones no estatales e incluso personas a emprender acciones para cumplir con la “obligación religiosa”.
Al mismo tiempo, al tratarse de un decreto del chiismo, resulta improbable que los países sunitas, así como su población menos radical, actúen en perjuicio de las relaciones con Israel y Estados Unidos. De la misma forma sucede con aquellos Estados que no se rigen bajo la sharia, es decir, la ley islámica.
El precedente más recordado de una fatwa es el caso del autor del libro “Los Versos Satánicos”, Salman Rushdiem. El autor indio se convirtió en un objetivo de una fatwa por decreto del entonces líder supremo Ruhollah Jomeini. La orden derivó en asesinatos y atentados de traductores y editores que colaboraron con él, y, en un ataque en 2023, Rushdiem quedó ciego de un ojo.