Altos funcionarios responsables de la seguridad nacional de Estados Unidos enviaron a Signal, una aplicación de mensajes encriptados, los planes secretos de guerra para Yemen, en el marco de los ataques de los hutíes a los buques comerciales en el mar Rojo.
En este escenario y de manera insólita, el director editorial del medio de comunicación The Atlantic fue agregado a un grupo en Signal, donde estaba el secretario de Defensa de Donald Trump, Pete Hegseth, y accedió a detalles operativos de los futuros ataques estadounidenses en Medio Oriente.
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Estados Unidos y el plan fallido para Yemen
La revelación de las inminentes operaciones militares obliga a Estados Unidos a frenar su movilización en Medio Oriente en un contexto de escaladas entre Israel y sus vecinos, y la decisión de los rebeldes hutíes de reanudar su hostilidad en el mar Rojo.
Según el director editorial de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, los mensajes contenían “detalles operativos sobre los próximos ataques contra los rebeldes hutíes respaldados por Irán en Yemen, incluida información sobre objetivos, armamento que utilizaría Estados Unidos y la secuencia de los ataques”.
Este tipo de información suele ser confidencial, debido a que puede poner en riesgo el resultado de la operación y a los activos estadounidenses asignados. La filtración del chat de la aplicación Signal de los funcionarios será motivo de investigación en los próximos días.

El Consejo de Seguridad Nacional emitió un comunicado en el que señaló que investiga cómo se agregó el número de un periodista al chat grupal encriptado. Más allá de la acción periodística, la Ley de Espionaje incluye disposiciones sobre el manejo de la información de seguridad nacional y convierte en un delito sacar dicho contenido de su “lugar adecuado de custodia”, incluso aquellos entendidos como un acto de negligencia.
Entre los funcionarios que podrían ser castigados por esta norma se encuentran el vicepresidente, J.D. Vance, el secretario de Estado, Marco Rubio, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien días atrás había iniciado una campaña dentro de su departamento para combatir las filtraciones de información delicada.
También se encontraban otros funcionarios cercanos al presidente Donald Trump, como el director de la Agencia Central de Inteligencia, John Ratcliffe; el enviado especial a Medio Oriente, Steve Witkoff; la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard; y el consejero de Seguridad Nacional, Michael Waltz.
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La amenaza de los hutíes en Medio Oriente
El escándalo que ahora reina en la administración de Donald Trump posterga el abordaje de una problemática internacional. Desde que tomaron regiones estratégicas en el oeste de Yemen, los hutíes avanzaron en la toma del poder y de recursos militares para proyectarse regionalmente.
En noviembre de 2023 empezaron sus ataques contra embarcaciones internacionales que circulaban por el mar Rojo, un sector de paso de gran importancia a nivel mundial. Se estima que una cuarta parte del comercio marítimo mundial y el 8% de los cargamentos mundiales de gas natural licuado (GNL) atraviesan anualmente el estrecho de Bab el-Mandeb.

A dos años del comienzo del conflicto en Medio Oriente y a pesar de la respuesta de Gran Bretaña y Estados Unidos, la conexión entre Oriente y Occidente continúa bajo amenaza.
Por este motivo, la filtración de las operaciones militares estadounidenses toma una gravedad no solo para la Casa Blanca, sino para todos aquellos que utilizan la vía comercial de forma activa. Con mayor proyección, la neutralización de los rebeldes hutíes también es motivo de agenda en Israel, constantemente amenazado por el lanzamiento de misiles desde Yemen en apoyo al grupo terrorista Hamas, por lo que una solución militar en Yemen es una de las grandes urgencias de la región.