El diario El Observador accedió a un informe de la consultora Foster Wheeler que aconsejó construir la terminal de regasificación en una localización distante de la costa montevideana, para evitar “potenciales impactos de seguridad” sobre la población.
Según el escrito que vecinos de la zona oeste de Montevideo presentaron ante la Justicia, los documentos que se les solicitan a UTE y ANCAP “contienen informes por los cuales se habría desaconsejado la instalación de la planta en la zona de Puntas de Sayago por motivos de seguridad y de mayor impacto ambiental, habiéndose incluso señalado como lugar apropiado para la regasificadora un punto en el Río de la Plata distante 14 kilómetros de la costa”.
En la zona de Alija Alfa, donde la consultora recomienda instalar la planta, hay una profundidad de 14 metros, por lo que “no se requiere” realizar trabajos de dragado y mantenimiento, “minimizando el impacto ambiental asociado”, agrega el informe. El tercer argumento para construir la terminal lejos de la costa es que, de esa manera, se produce una “mínima afectación al tráfico marítimo y a la operativa portuaria”, porque así se evita el uso del canal de acceso al puerto de Montevideo.
El gobierno uruguayo, según señala El Observador, desatendió estas recomendaciones y decidió construir la regasificadora a 2,5 kilómetros de la costa, lo que además de provocar un mayor impacto ambiental y de afectar el tráfico marítimo, aumenta los costos de la obra. Mientras que la instalación de la planta en la zona de Alija Alfa costaba US$ 300 millones, la construcción de la regasificadora a 2,5 kilómetros de la costa cuesta US$ 1.000 millones. El sobrecosto de US$ 700 millones se explica por la necesidad de construir una escollera a modo de puerto en la zona, para que comience a funcionar la regasificadora.
Las obras comenzarán cuando la Dirección de Medio Ambiente habilite el proyecto, indicó el director nacional de Energía, Ramón Méndez, durante el acto de firma del contrato. “La viabilidad ambiental de localización ya fue dada”, dijo Méndez. El plazo contractual previsto inicialmente era de 20 años, con opción para una prórroga de 5 años. Sin embargo, tras las negociaciones, GDF-Suez logró reducir a 15 años el contrato “sin opción a prórroga”. La fecha de inicio acordada para el contrato del buque regasificador será el 15 de noviembre de 2016, siempre y cuando se obtenga la autorización ambiental antes del 30 de noviembre de 2013.
Fuente: El Observador