El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ve en las tierras raras de Ucrania una garantía para continuar con la asistencia que le brinda su país a Kiev. Los millonarios paquetes de ayuda sin respaldo otorgados durante el gobierno de Joe Biden ya no son una opción y Trump busca que el gobierno ucraniano acepte las nuevas condiciones para el apoyo estadounidense en la guerra contra Rusia.
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¿Qué son las tierras raras?
El término “tierras raras” se refiere a los yacimientos que agrupan una serie de elementos químicos que se encuentran de forma natural, algunos de ellos sumamente escasos en la corteza terrestre y otros que pueden ser tan abundantes como el cobre.
En realidad, a estos elementos encontrados en forma de “óxidos” se les conocía antiguamente como “tierras” y, por correlación, se le atribuyó este nombre. Su explotación requiere de maquinarias y tecnología como cualquier otro metal o mineral del mundo.
En total existen 17 tipos de tierras raras según su composición: lantano (La), cerio (Ce), praseodimio (Pr), neodimio (Nd), prometio (Pm), samario (Sm), europio (Eu), gadolinio (Gd), terbio (Tb), disprosio (Dy), holmio (Ho), erbio (Er), tulio (Tm), iterbio (Yb), lutecio (Lu), escandio (Sc) e itrio (Y).

Estos elementos químicos son claves para más de 200 desarrollos tecnológicos realizados en los últimos 30 años, como los celulares y las computadoras, y ganaron mayor relevancia con el impulso de los vehículos eléctricos como parte de la solución para el cambio climático y las emisiones de dióxido de carbono.
Según el American Geosciences Institute, “en 1993, el 38% de la producción mundial de tierras raras correspondía a China, el 33% a Estados Unidos, el 12% a Australia y el 5% a Malasia y la India, respectivamente. Sin embargo, en 2008, China representaba más del 90% de la producción mundial y, en 2011, el 97% de la producción mundial”.
Con esta creciente desventaja para obtener esos componentes críticos, Estados Unidos mira con atención el mercado de tierras raras y específicamente la situación de Ucrania, el país de Europa con mayor cantidad de estos yacimientos.
La suspensión de la ayuda exterior estadounidense
La guerra en Ucrania continúa y Donald Trump busca soluciones a la problemática como presidente de los Estados Unidos. La paz parece obstaculizada por el correr de los acontecimientos en los distintos frentes de batalla en territorio ucraniano y ruso, por lo que Kiev precisa la continuidad de la ayuda.
Desde su asunción el 20 de enero, Trump dio signos evidentes sobre su pensamiento de que el asistencialismo internacional obstaculiza el crecimiento de EE. UU.: la suspensión de la ayuda exterior por 90 días, el cierre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la retirada de los principales acuerdos internacionales, son algunos de ellos.

La situación es desalentadora, al menos en contraste a la voluntad incondicional de Joe Biden. El mandatario republicano desistió momentáneamente de impulsar las negociaciones de paz y pretende seguir ayudando a los ucranianos y su presidente Volodímir Zelenski, pero con base en un intercambio.
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Las tierras raras de Ucrania, ¿claves para la victoria de Occidente?
Trump pretende como garantía las tierras raras ucranianas, valuadas en 11,5 billones de dólares, a cambio de la continuidad de la ayuda militar. “Le dijimos a Ucrania que queremos esa tierra rara, tan valiosa. Queremos una garantía. Les estamos dando dinero y equipos a manos llenas”, expresó el presidente estadounidense.
Zelenski las había incluido como parte de su Plan para la Victoria que había presentado ante el Parlamento en octubre de 2024. Entre los principales puntos necesarios para vencer en la guerra figuraba “la protección conjunta de EE.UU. y la Unión Europea (UE) de los recursos naturales fundamentales de Ucrania y uso conjunto de su potencial económico”.

Sin embargo, algunos de estos yacimientos se encuentran en la región de Donetsk, en peligro de ser capturados o en posesión de Rusia. Además, Kiev mantiene acuerdos de explotación con la Unión Europea, por lo que esta propuesta obligaría a una ruptura del vínculo comercial y a una transferencia, ya sea a Estados Unidos o a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), entidad de la que Washington y Europa son parte.
Si se pretende que este acuerdo de tierras raras prospere, Ucrania debería expulsar a Moscú de los territorios invadidos o que Estados Unidos intervenga directamente en el conflicto, una vía que se presume que está descartada por el peligro que significaba para la paz global.