El primer semestre de 2025 registró los peores números de la industria local del biodiésel desde 2009, cuando el sector comenzaba a dar sus primeros pasos. La producción entre enero y julio fue de 445.983 toneladas y las proyecciones para todo el año la ubican en torno a las 950.000 toneladas. Esas cifras están muy lejos de los 4,6 millones de toneladas que estaría en condiciones de producir, lo que arroja una capacidad ociosa del 80%.

“La participación argentina en la producción mundial de biodiésel pasó del 7,8% en 2017 al 1,8% en 2024”, detalla un informe de la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR). Las exportaciones se ubican en los niveles más bajos desde 2008. Al mes de agosto de 2025, el acumulado fue de poco más de 140.000 toneladas.
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Tal como refleja el análisis de la BCR, “mientras que a principios de la década pasada más del 70% de la comercialización se destinaba al exterior, en lo que va del 2025 la ecuación se invierte: el 78% corresponde al consumo doméstico y apenas el 22% a exportaciones”.
En ese sentido, el pasado 3 de octubre, en respuesta a los reclamos del sector, la Secretaría de Energía elevó el precio mínimo interno de adquisición del biodiésel destinado al corte obligatorio con gasoil a 1,5 millones de pesos por tonelada. Ese valor se acerca al que reclamaban las principales cámaras de productores, quienes denuncian una pérdida de ingresos acumulada de 78,8 millones de dólares y un quebranto operativo de 45,5 millones de dólares entre julio de 2024 y agosto de 2025.

Biodiésel: ¿hay consenso para aumentar el corte obligatorio con gasoil?
¿Cómo se llegó a la situación actual? “Luego de ser punta de lanza en el desarrollo de biocombustibles desde el 2006, Argentina sancionó en 2021 su nuevo Marco Regulatorio de Biocombustibles, que representó un marcado retroceso para el biodiesel en el país. Entre otros cambios, esta ley implicó la baja de la tasa de corte con biodiésel del 10% al 5%”, advierte la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR).
Tal como contemplaba la norma, la mezcla obligatoria se incrementó al 7,5% a través de una resolución de la Secretaría de Energía en junio de 2022. Inmediatamente, un decreto del Poder Ejecutivo autorizó un corte adicional y temporáneo del 5%, que implicó llevarlo al 12,5%, que estuvo vigente hasta octubre de 2022. Al no prorrogarse esa medida, desde entonces volvió al 7,5%.
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Actualmente, en línea con la propuesta de las provincias productoras y agrupadas en la Liga Bioenergética, existen distintos proyectos de ley que buscan readecuar el corte obligatorio de los biocombustibles. En el caso de la mezcla de gasoil con biodiésel, la senadora tucumana Beatriz Ávila propone pasar del actual 7,5% al 18%. Por su parte, un proyecto presentado por la senadora cordobesa Alejandra Vigo en 2024 establecía un cronograma escalonado para llegar al 15%, manteniéndolo en el 10% en la Patagonia.

En respuesta a estas iniciativas, en su reciente comparecencia ante la Comisión de Energía del Senado, el subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, Federico Veller, alertó que llevar el corte del biodiésel al 18% significaría “un incremento de hasta 10% en el precio del surtidor de manera inmediata, y este incremento de precio tendría un correlato directo en el encarecimiento de la logística del transporte de bienes de consumo e industriales”. El funcionario propuso una pausa de reflexión hasta 2027, para no afectar el equilibrio de las cuentas públicas. Y sostuvo que lo más viable sería pasar a un corte más moderado, del orden del 10%.
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Por su parte, la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR) plantea que con un corte del 15% a partir de enero de 2026, “el uso de la capacidad productiva pasaría del 30% al 50% en sólo un año, reduciendo sustancialmente la ociosidad en la industria”. A mediano plazo, añade, “si se elevara el corte hacia el 35% en 2031, la Argentina podría operar prácticamente sin capacidad ociosa desde la próxima década”.



