El suministro de gas argentino a Brasil está en el centro de la agenda bilateral. Se analizan distintas opciones, entre ellas, el uso de la capacidad ociosa de los ductos bolivianos o la construcción de un nuevo gasoducto a través de Paraguay.
Con la autorización dada por la Subsecretaría de Combustibles Líquidos de Argentina a Tecpetrol, Pan American Energy (PAE) y Total para exportar gas a Brasil, se abre una nueva etapa en la integración energética.
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Tecpetrol recibió la autorización del Gobierno para exportar hasta un máximo de 1,5 millones de metros cúbicos diarios del bloque neuquino Fortín de Piedra. La compradora es la empresa brasileña MGAS. El contrato es ininterrumpible y se extenderá hasta el 1° de mayo de 2026.

Por su parte, Pan American Energy (PAE) fue habilitada a exportar hasta 300.000 metros cúbicos diarios a la compañía brasileña Tradener. Según la autorización, el gas provendrá del yacimiento salteño Acambuco. El contrato es de carácter interrumpible y se extenderá hasta el 1° de mayo de 2025.
Finalmente, la francesa Total recibió la autorización para exportar hasta 1 millón de metros cúbicos diarios a la empresa brasileña Matrix Energy. El gas provendrá de la Cuenca Austral Marina, en Tierra del Fuego, y el plazo de vigencia del contrato, interrumpidle, es hasta el 31 de julio de 2025.
Con la perspectiva de mediano plazo de aumentar las exportaciones de gas a Brasil, se barajan distintas alternativas, entre ellas el uso de la red de gasoductos boliviana, un nuevo ducto a través de Paraguay y la extensión del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner para luego empalmar con la futura conexión Uruguayana-Porto Alegre.
El uso de la red de gasoductos de Bolivia
“A partir de octubre, Bolivia podrá transportar 3 millones de metros cúbicos diarios de gas argentino al mercado brasileño”, afirmó, en junio pasado, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen.

YPFB autorizaría el uso por parte de las empresas argentinas de los 1.037 kilómetros del Sistema Integrado de Transporte de Gas Natural que atraviesan el territorio boliviano. El tramo final de esa red es el Gasoducto Bolivia-Brasil (Gasbol), que luego se interna en territorio brasileño y llega hasta los grandes centros de consumo, entre ellos San Pablo y Porto Alegre.
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Para ello, se deberá esperar a la finalización de la reversión del Gasoducto Norte. Una vez concluida esa obra, se podrá invertir el flujo del ducto por el que pasaba hasta ahora el gas boliviano y que llegaba al territorio argentino. De esta forma, el gas argentino podrá llegar a Brasil a través de Bolivia.

Otra vía: el gasoducto paraguayo
Mientras tanto, el gobierno de Santiago Peña, en Paraguay, propone la construcción de un gasoducto desde territorio argentino. Serían unos 110 kilómetros del lado argentino y 530 en territorio paraguayo, atravesando de oeste a este el Chaco paraguayo. Posteriormente, habría que construir unos 410 kilómetros en territorio hasta Campo Grande, capital del estado brasileño de Mato Grosso do Sul.
Desde el gobierno paraguayo, advirtieron que la obra se ejecutaría en paralelo con la Ruta Bioceánica, actualmente en construcción. El corredor vial abarca 532 kilómetros que atraviesan el Chaco paraguayo, desde la localidad fronteriza de Capitán Carmelo Peralta -en la frontera con Brasil- hasta Pozo Hondo -en la provincia de Salta, sobre la frontera argentina-.

Desde Asunción señalan que la instalación del gasoducto ya cuenta con los estudios medioambientales necesarios y su implementación no tomaría mucho tiempo.
La inversión estaría en el orden de los 1.500 millones de dólares y el gasoducto podría contar con una capacidad de transporte de hasta 30 millones de metros cúbicos diarios.
Tercera opción: Uruguayana-Porto Alegre
El otro proyecto, que se viene analizando de manera bilateral entre las autoridades de Brasil y Argentina, sería la llegada del gas argentino hasta Porto Alegre. Para eso, se necesita concluir, antes, las obras de extensión del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), desde la localidad bonaerense de Salliqueló hasta San Jerónimo, en Santa Fe.

Allí se empalmaría con otro ducto de 450 kilómetros que actualmente llega hasta Uruguayana. Ya dentro de territorio brasileño, se deberían construir 615 kilómetros hasta Porto Alegre, capital del estado de Río Grande do Sul. La capacidad de transporte alcanzaría los 15 millones de metros cúbicos diarios.
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Entre los interesados en esta alternativa, se encuentra la Transportadora Sulbrasileira de Gás (TSB), que hoy cuenta con capacidad de transporte de 7,68 millones de metros cúbicos diarios hasta Uruguayana.