La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Japón manifestaron su “grave preocupación” ante los recientes ejercicios aéreos y patrullas militares conjuntas de Rusia y China en el Indo-Pacífico, en medio del enfrentamiento diplomático entre Tokio y Pekín por Taiwán.
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El ejercicio militar de Rusia y China en el Indo-Pacífico
El gobierno de Japón, encabezado por la ministra Sanae Takaichi, denunció una serie de maniobras militares de Rusia y China en el mar nipón. Según las autoridades japonesas, el incidente incluyó vuelos entre bombarderos rusos Tu-95 y aeronaves chinas H-6, escoltados por cazas J-16 en áreas cercanas a Tokio y al Mar de China Oriental.
Las fuerzas de defensa aérea de Japón desplegaron aviones de combate para responder e identificar las aeronaves en su zona de defensa.

Paralelamente, Corea del Sur también reportó incursiones de aeronaves rusas y chinas en su zona de defensa aérea, lo que refuerza la percepción de que los ejercicios conjuntos de Moscú y Pekín fueron en realidad un mensaje para los aliados de Occidente en Asia.
Tanto China como Rusia defendieron el reciente despliegue, argumentando que forma parte de su planificación anual y cooperación militar rutinaria entre ambos países.
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La reacción de la OTAN y Japón
El jefe de la OTAN, Mark Rutte, y el ministro de Defensa japonés, Shinjiro Koizumi, mantuvieron una comunicación para intercambiar puntos de vista sobre la actividad militar rusa y china cerca de Japón.
Koizumi informó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte sobre incidentes recientes donde cazas chinos habrían fijado sus radares en aeronaves japonesas, considerado por Tokio como una maniobra peligrosa. El ministro nipón también se pronunció en contra de la intervención china en la guerra en Ucrania.

Para la Alianza Atlántica y el gobierno japonés estos ejercicios consisten en una demostración de fuerza y mostraron su preocupación por sus posibles efectos en la estabilidad regional del Indo-Pacífico y Euroatlántico. El bloque militar occidental y Tokio acordaron estrechar la comunicación y cooperación para monitorear y planear respuestas futuras.
Al mismo tiempo que tenía lugar la reunión, dos bombarderos estratégicos B-52 estadounidenses, junto a tres cazas furtivos F-35 y tres aviones nipones de superioridad aérea F-15 sobrevolaron el mar de Japón, en otra demostración de fuerza en la región.
El incremento de vuelos y ejercicios conjuntos de Moscú y Pekín se da en un contexto de creciente rivalidad estratégica con Estados Unidos y sus aliados, incluido Japón, que recientemente entró en conflicto diplomático con China al pronunciarse acerca de una intervención en Taiwán si el gigante asiático finalmente decide intervenir en la isla.
Estados Unidos, Europa y sus cuatro socios del Indo-Pacífico (IP4), Australia, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda concluyeron que la seguridad de ambas regiones está cada vez más interconectada frente a amenazas transregionales, específicamente la estrecha colaboración entre Rusia y China.




