Se cumplen dos años del comienzo de la guerra con Ucrania. El gobierno de Vladimir Putin atravesó grandes cambios, internos y en las relaciones internacionales.
El 24 de febrero de 2022, Vladimir Putin anunció el comienzo de una operación militar en territorio ucraniano y, a lo largo de los dos años de conflicto, la comunidad internacional tomó medidas económicas y comerciales para dejar sin recursos a Rusia y que así desista de la guerra.
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A pesar de las duras restricciones, el ejército ruso sigue adelante con la invasión a Ucrania, con nuevos recursos y nuevos aliados. En DEF te contamos cómo está la situación en Rusia y qué efectos tuvieron las sanciones impuestas hasta el momento.

Invasión y castigo inmediato para Rusia
Años de tensiones, anexiones territoriales y enfrentamientos paramilitares finalizaron con el anuncio de una operación militar a gran escala en las regiones de Donetsk y Lugansk por parte del presidente ruso Vladimir Putin.
En respuesta al mayor conflicto militar desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Suiza y la Unión Europea (UE) encabezaron las sanciones a políticos, empresarios y entidades financieras de Rusia.
Los principales castigos se materializaron en una lista de personalidades que vieron congelados sus activos en el extranjero, entre ellas el propio presidente, el ministro de Defensa Sergei Shoigu y el ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov.
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Los bancos y los servicios financieros rusos también sufrieron las restricciones internacionales. La UE prohibió el comercio directo e indirecto de servicios de inversión y EE.UU. se sumó para cancelar y restringir de forma inmediata cualquier operación de empresas y entidades estadounidenses con el Banco Central y con el Fondo Nacional de Inversión ruso.
Además, el presidente Joe Biden y autoridades del bloque europeo acordaron su salida del sistema de pagos internacionales (SWIFT) con el objetivo de aislar completamente a los rusos del sistema financiero internacional.

La coordinación de las sanciones, también dirigida a bancos privados, congeló 630.000 millones de dólares en reservas y provocó el comienzo de la depreciación del rublo en relación al dólar y otras monedas durante 2022.
Las prohibiciones también alcanzaron a las empresas críticas –como la compañía de gas Gazprom y su ala petrolera– y al apartado comercial, llevando al mínimo los intercambios entre la Unión Europea y Rusia, quienes supieron ser grandes aliados comerciales.
Estas medidas iniciadas en febrero se prolongaron hasta 2024, componiendo 12 tandas y un total de 13.000 sanciones que reconfiguraron las alianzas y los mercados del gobierno de Vladimir Putin.
¿Quiénes son los principales socios comerciales de Rusia?
El bloqueo comercial a bancos, entidades financieras y sectores críticos como armamento, petróleo, gas y oleoductos obligaron a Rusia a buscar nuevas asociaciones en medio de una guerra que cerró muchas puertas.
El golpe más duro a su economía lo realizó la Unión Europea, que restringió las relaciones comerciales al mínimo y el superávit comercial mensual pasó de 18.500 millones de euros a solamente 400 millones. El efecto se sintió sobre todo en las importaciones extracomunitarias del bloque, en las que la participación de Rusia pasó del 9,7% en febrero de 2022 al 1,7% en junio de 2023.
La política energética es el factor que explica la evidente baja, de hecho, el déficit energético con Rusia se redujo de unos 40.400 millones de euros en el segundo trimestre de 2022 a 5.700 millones en el segundo trimestre de 2023.

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Los rusos buscaron y encontraron soluciones alternativas lejos de Occidente para mantener a flote la producción y el comercio. La puja entre Estados Unidos y China abrió la posibilidad de que Vladimir Putin se acerque a su homólogo Xi Jinping y a un mercado de 1.412 millones de personas.
Durante el primer año de guerra, rusos y chinos profundizaron su vínculo y el volumen de comercio se valuó en 240.000 millones de dólares en 2023, un aumento interanual del 26,3%.
Las ventas de productos chinos a Rusia aumentaron un 17,5% interanual, mientras que los intercambios en sentido contrario se dispararon un 48,6%, una señal del reperfilamiento de la producción de la Rusia de Putin.
India, otro masivo mercado asiático de 1.408 miles de millones de habitantes, fue otro de los escapes de una Rusia necesitada de nuevos aliados comerciales. La relación entre Moscú y Nueva Delhi floreció como nunca: 250%, entre abril de 2022 y abril de 2023. Esto representó un intercambio valorado en 50 mil millones de dólares, principalmente centrado en el petróleo y sus derivados, el carbón y en el industria de las altas tecnologías.

África y Medio Oriente fueron los destinos poco comunes de los esfuerzos de Vladimir Putin para fortalecer el comercio ruso. Solo en 2023, Rusia aumentó en un 70% los negocios de Estado a Estado con Emiratos Árabes Unidos y busca sumar en la misma línea a Arabia Saudita y a los países africanos, región donde la balanza comercial superó los 15.500 millones de dólares en el último año.
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En dos años, Rusia pasó de ser el país más sancionado del mundo, con tratados comerciales caídos y una paralización productiva y financiera total, a un Estado con nuevas alianzas y con el rublo cada vez más fortalecido frente a sus principales sancionadores: el dólar y el euro.
Las 12 tandas de sanciones tuvieron consecuencias cortoplacistas en la economía rusa que también repercutieron en el mercado energético y en el abastecimiento de los países europeos, lejos de las pretensiones de Occidente.

En un nuevo aniversario del comienzo de la invasión, el presidente ruso sigue atravesando la tormenta con su ambición de frenar la expansión de la OTAN con la guerra en Ucrania y no hay factor externo que lo frene.