Producido en Estados Unidos por la empresa aeroespacial Lockheed Martin, el F-35 Lightning II es uno de los sistemas militares más solicitados del mundo. Combina tecnología furtiva, sensores de largo alcance y una capacidad de procesamiento que le permite reunir y compartir información en tiempo real, algo que lo diferencia de cualquier otro caza.
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Ahora, este modelo será parte del nuevo acuerdo de defensa que selló el gobierno estadounidense con Arabia Saudita, considerado el más importante entre ambos países en más de una década.
Cómo es el F-35 y qué lo distingue de otros cazas furtivos
El F-35 Lightning II se presenta como uno de los cazas más modernos del momento, aunque lo que más lo diferencia no es solo su capacidad de mantenerse fuera de los radares enemigos. Su diseño está pensado para minimizar la detección y, al llevar las armas dentro del fuselaje, evita elementos que podrían hacerlo más visible cuando acelera.
Una de las características que más se destacan del F-35 son los sistemas que lleva incorporados. El radar AN/APG-81 puede seguir objetivos a distintas distancias y en diferentes tipos de terreno, y se complementa con un sistema integrado que combina cámara, láser y visión infrarroja para identificar blancos con más precisión.
A eso se suma un conjunto de sensores colocados alrededor de la estructura del avión que vigilan el entorno y alertan al piloto si aparece un misil o una amenaza cercana.

Toda esa información se muestra de forma unificada en la cabina. Así, en lugar de revisar varias pantallas a la vez, el piloto recibe una imagen más clara de lo que sucede a su alrededor, lo que permite una reacción rápida ante una situación de alta complejidad.
Otro aspecto importante es que el F-35 puede compartir lo que detecta con otras aeronaves, barcos o tropas en tierra. Esto facilita la coordinación, sin depender tanto de centros externos, algo que hoy es clave en operaciones con múltiples actores involucrados. Su sistema de guerra electrónica acompaña este rol al identificar radares enemigos, con la posibilidad de interferirlos para proteger al avión.
En cuanto al rendimiento, usa un motor Pratt & Whitney F-135, que le permite superar la barrera del sonido sin dejar de lado el sigilo. La combinación de velocidad, sensores y comunicación con otras unidades hizo que el F-35 se convierta en una referencia para los programas militares que se están desarrollando en distintos países.
Qué implica realmente el mega pacto entre Estados Unidos y Arabia Saudita
El nuevo acuerdo se convirtió en uno de los mayores pactos de defensa de los últimos años y supera ampliamente la simple compra de aviones. Incluye cooperación estratégica, inversión en infraestructura, entrenamiento y el compromiso para que Arabia Saudita acceda a hasta 48 cazas F-35, algo que solo un grupo muy reducido de países logró concretar.

Para Arabia Saudita, la operación se alinea con su plan Visión 2030, que busca, entre varios puntos, modernizar sus Fuerzas Armadas y desarrollar capacidades locales. La llegada del F-35 implicaría actualizar bases aéreas, ampliar centros de mantenimiento y formar personal especializado, lo que daría un salto cualitativo respecto de su flota actual de F-15 y Eurofighter Typhoon.
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Además, confirmó una serie de inversiones de gran escala. En concreto, se comprometió a destinar cientos de miles de millones de dólares a proyectos vinculados con energía, tecnología, infraestructura y centros de datos.
Estados Unidos, por su parte, continúa en la búsqueda de reforzar su influencia en Medio Oriente, siendo Arabia Saudita un aliado central frente a la competencia con China y las constantes tensiones con Irán. También beneficia a la industria armamentística estadounidense y amplía la cooperación en defensa aérea y ciberseguridad.




