La industria del cine vive un momento de quiebre y OpenAI decidió ser protagonista con un proyecto que ya está dando de qué hablar: la primera gran película animada hecha en gran parte con inteligencia artificial (IA). Se trata de Critterz, un largometraje que surgió a partir de un cortometraje experimental creado en 2023 por Chad Nelson, un creativo vinculado a OpenAI, que utilizó herramientas como DALL·E para probar hasta dónde podía llegar la Inteligencia Artificial en la narración audiovisual.
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Cómo será la nueva película de OpenAI
La recepción positiva de ese ensayo llevó a que el proyecto creciera y, con el apoyo de la empresa y de las productoras Native Foreign, con sede en Los Ángeles, y Vértigo Films, en Londres, se convierta en un largometraje que busca marcar un antes y un después en la animación.
La historia de Critterz gira en torno a un grupo de criaturas del bosque que llevan una vida tranquila y ordenada hasta que un extraño llega a su aldea y desata una serie de acontecimientos que las empujan a vivir una aventura más allá de su mundo habitual.

Aunque en apariencia se trata de una fábula infantil con tintes clásicos, el gran diferencial está en su producción: gran parte del desarrollo visual y narrativo se apoyará en modelos de inteligencia artificial, desde GPT-5 hasta DALL·E y Sora, combinados con la intervención humana de guionistas, ilustradores, actores de voz y diseñadores. No se trata de reemplazar a los artistas, según remarcan los productores, sino de utilizar la IA como un asistente creativo capaz de acelerar procesos y reducir costos sin resignar calidad.
Esa combinación de talento humano y capacidad generativa de las máquinas se refleja en un dato que impacta en la industria: mientras que una gran película animada de Hollywood suele costar entre 100 y 200 millones de dólares y demandar cerca de tres años de producción, Critterz tiene un presupuesto estimado en menos de 30 millones y un cronograma de apenas nueve meses.
El ahorro de tiempo y dinero no es casual: es el núcleo de la apuesta de OpenAI, que quiere demostrar que las herramientas de IA no solo sirven para escribir textos o generar imágenes en redes sociales, sino que pueden escalar hasta el formato cinematográfico más ambicioso.
Inteligencia artificial: las polémicas del proyecto
El estreno de Critterz ya está pautado y no pasará desapercibido. La película debutará en mayo de 2026 en el Festival de Cannes, uno de los escenarios más prestigiosos del mundo, y luego tendrá su lanzamiento en cines a nivel global. La elección de Cannes no es casual: busca legitimar a la inteligencia artificial como un actor serio dentro del séptimo arte, capaz de competir en las grandes ligas del cine internacional.

El proyecto, por supuesto, no está exento de polémicas. Muchos en la industria temen que el avance de la IA pueda desplazar empleos creativos o que se generen conflictos en torno a la propiedad intelectual, ya que gran parte del debate actual sobre inteligencia artificial gira en torno a qué materiales se utilizan para entrenar a estos modelos y quién tiene los derechos sobre los resultados.
Desde OpenAI y los estudios involucrados insisten en que la película es fruto de una colaboración en la que la IA no reemplaza, sino potencia a los artistas, pero la discusión sigue abierta.
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En paralelo a Critterz, otro proyecto vinculado a OpenAI también se prepara para llegar al cine, aunque desde un ángulo completamente distinto. Se trata de Artificial, una comedia dramática producida por Amazon MGM Studios y dirigida por Luca Guadagnino, que contará con guion de Simon Rich y un reparto que podría incluir a Andrew Garfield en el papel de Sam Altman.
Esta película no será animada ni hecha con IA, sino una dramatización del conflicto interno que vivió OpenAI en 2023, cuando su CEO fue despedido y reincorporado en cuestión de días, en medio de un escándalo global que puso en evidencia las tensiones éticas y de poder que atraviesan a la compañía.