La misión ESCAPADE, cuyo nombre completo es Escape and Plasma Acceleration and Dynamics Explorers, es uno de los proyectos más recientes e innovadores de la NASA para comprender cómo Marte perdió su atmósfera y cómo interactúa hoy con el viento solar.
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NASA: los objetivos de la misión ESCAPADE
Se trata de dos satélites gemelos, apodados Blue y Gold, diseñados por el Space Sciences Laboratory de la Universidad de California en Berkeley y desarrollados en cooperación con NASA Goddard, Rocket Lab, Embry-Riddle y Blue Origin.
Su objetivo central es estudiar la magnetosfera híbrida de Marte, un entorno complejo donde el planeta, que ya no cuenta con un campo magnético global, mantiene, en cambio, pequeñas regiones magnetizadas en su corteza que influyen en el comportamiento del plasma y en la fuga de partículas hacia el espacio.

El lanzamiento se concretó a bordo de un cohete New Glenn desde Cabo Cañaveral. A diferencia de otras misiones, ESCAPADE no tomó un camino directo hacia Marte. Debido a que la alineación entre ambos planetas no era favorable en ese momento, los satélites fueron enviados primero a una órbita de espera alrededor del punto de Lagrange L2 del sistema Tierra-Sol.
Esa estrategia les permitirá aprovechar la gravedad de la Tierra y salir rumbo a Marte recién en el otoño de 2026, cuando la geometría orbital sea óptima. Está previsto que lleguen a Marte alrededor de septiembre de 2027 y que comiencen la fase científica luego de una serie de maniobras para entrar en una órbita estable alrededor del planeta rojo.
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El trabajo científico de ESCAPADE se centra en medir cómo el viento solar penetra, se desvía o interactúa con las distintas capas del campo magnético fragmentado de Marte. También busca registrar cómo se producen las pérdidas de iones y partículas que escapan de la atmósfera superior, un proceso que fue decisivo para transformar al Marte húmedo y potencialmente habitable de hace miles de millones de años en el desierto frío y seco que conocemos hoy.
El impacto en las futuras misiones tripuladas a Marte
Los dos satélites operarán primero en trayectorias similares para estudiar la variación temporal del entorno marciano y luego se separarán para analizar diferentes regiones al mismo tiempo, lo que permitirá obtener un mapa tridimensional más preciso de la magnetosfera marciana, de su cola magnética y de la zona de choque donde impacta el viento solar.
ESCAPADE no está directamente pensada como una misión tripulada, pero sus resultados son fundamentales para cualquier programa humano a Marte. Comprender cómo circulan las partículas energéticas alrededor del planeta permite diseñar escudos más eficientes, rutas de navegación más seguras y sistemas que protejan a los astronautas de niveles peligrosos de radiación.

También mejora la comprensión de cómo se comportan las ondas de radio en la ionosfera marciana, un dato clave para garantizar comunicaciones confiables entre una eventual base humana y la órbita marciana. Además, la misión abre la puerta a una forma más flexible y económica de viajar entre planetas gracias a su uso de órbitas intermedias y satélites pequeños, lo que podría multiplicar las misiones científicas preparatorias y acelerar el camino hacia vuelos tripulados.




