Brasil vivirá un momento histórico este miércoles 17 de diciembre, con el lanzamiento del primer cohete orbital desde una base espacial propia. Se trata del HANBIT-Nano, desarrollado por la startup surcoreana Innospace, que llevará a bordo cinco nanosatélites de órbita baja y tres dispositivos experimentales destinados a investigaciones científicas.
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Participarán de la misión la Agencia Espacial Brasileña (AEB), la Administración Aeroespacial de Corea (KASA), las Universidades Federales de Maranhão y Santa Catarina, la consultora brasileña de servicios de ingeniería Castro Leite y la startup india Grahaa Space. Asimismo, el evento tendrá lugar en el Centro de Lanzamiento de Alcântara, en el estado de Maranhão, cuya ubicación próxima al ecuador la convierte en una locación ideal para este tipo de operaciones.
“Es un hito que demuestra nuestra madurez técnica e inserta a Brasil en el mercado global de lanzamientos comerciales. Alcântara se afianza como un polo estratégico espacial, atrayendo inversiones, empresas e innovación. Es un paso significativo para el futuro de Brasil en el espacio”, afirmó su jefe de operaciones, Robson Coelho de Oliveira, en declaraciones a la Agencia Brasil.
Cómo es el cohete HANBIT-Nano y cómo son los nanosatélites que lleva a bordo
El HANBIT-Nano es un lanzador diseñado para pequeñas misiones orbitales. Tiene 21,7 metros de altura y 1,4 metros de diámetro, y es impulsado por una combinación de combustible sólido y oxígeno líquido. Innospace se convertirá así en la primera empresa surcoreana privada en lanzar un satélite a la órbita terrestre baja (LEO) a una altitud de 300 kilómetros y una inclinación de 40 grados.
La misión Spaceward 2025 permitirá la puesta en órbita de los nanosatélites Jussara-K y Pion BR2, de la Universidad Federal de Maranhão. El primero de ellos está destinado a recolectar información ambiental sobre lagunas, bosques y áreas de cultivos. El satélite reunirá datos sobre temperatura, humedad y niveles de monóxido de carbono, útiles para identificar focos de incendios forestales.
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Por su parte, el Pion BR2 nació de un proyecto social que busca acercar las tecnologías espaciales a las comunidades quilombolas -afrodescendientes-, que en el pasado tuvieron un conflicto judicial por la instalación del Centro de Lanzamiento de Alcântara, que llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por la violación de sus derechos de propiedad colectivos. El nanosatélite llevará al espacio mensajes redactados por unos 300 estudiantes de 15 escuelas de la zona que participaron de la iniciativa. Estos mensajes podrán ser captados por estaciones de telemetría en distintas partes del mundo.
A su vez, estudiantes de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) desarrollaron los cubosatélites FloripaSat-1 y FloripaSat-2, que apuntan al servicio de retransmisión para radioaficionados y la atención de situaciones de emergencia en áreas sin cobertura de redes de telefonía celular, como océanos, ríos y desiertos. Serán testeados durante esta misión.
Brasil: sistemas de navegación, posicionamiento de alta precisión y observación del sol
La misión permitirá, además, validar el Sistema de Navegación Inercial (SNI) desarrollado por la Agencia Espacial Brasileña (AEB) junto a tres empresas privadas. El sistema será enviado como “carga útil” del cohete para probar su desempeño en un ambiente real de vuelo.
También participará Castro Leite Consultoría (CLC), que pondrá dos equipos desarrollados para vuelos espaciales. “Es una oportunidad para demostrar la capacidad de la industria nacional para actuar en un escenario espacial de alto nivel”, manifestó el socio-director de CLC, Waldemar de Castro Leite Filtho.
La otra carga adicional que llevará a bordo el cohete es el módulo de comunicaciones Solaras-S2, desarrollado por la empresa Graham Space de la India. El objetivo de este equipo es el monitoreo de fenómenos solares que pudieran impactar en las comunicaciones, la navegación y los sistemas tecnológicos en la Tierra.
