InicioActualidadNobel: La guerra en países avanzados

Nobel: La guerra en países avanzados

La serie producida por Netflix expone de manera magistral cómo un país pacífico y desarrollado como Noruega trabaja los temas militares y de defensa. Por Horacio Sánchez Mariño.

Una notable serie de Netflix expone los problemas de la defensa en un país reconocido por sus instituciones democráticas y su celo por el cumplimiento de la ley, Noruega. Un país tan avanzado en sus políticas sociales que el producto de las exportaciones petrolíferas se ahorra para las generaciones venideras, la educación y la salud son gratuitos y prácticamente no existen los ricos. La socialdemocracia ha creado un sistema social que protege a los ciudadanos más débiles y provee a todos de lo necesario para subsistir. La serie Nobel expone los problemas políticos y militares que afronta un miembro de la OTAN que debe cumplir con sus obligaciones con sus aliados. Pocos países pueden ser tan neutrales como Suecia, se oye en algún momento en los gabinetes noruegos, y los protagonistas se ven envueltos en una trama que excede sus propias responsabilidades.

Muchas escenas fueron filmadas en Marruecos, simulando escenarios de Afganistán, donde transcurre una parte de la historia. Desde la primera, escalofriante escena, sabemos que Noruega está jugando fuerte en esas lejanas latitudes que corresponden a uno de los espacios más importantes de la geopolítica mundial, el Asia Central. Allí, el líder de la OTAN, los Estados Unidos, tiene un especial interés, y sus aliados lo acompañan. Un equipo de Fuerzas Especiales protege a las multitudes de atentados masivos y brinda seguridad a los funcionarios políticos que visitan la zona. Uno de los protagonistas principales, el teniente Erling Riiser, francotirador del equipo, conocerá a partir de su misión en la zona, los entresijos de la política con los intereses de las grandes potencias Estados Unidos y China, la corrupción de algún funcionario y el dilema del cumplimiento de órdenes que siempre acompaña a un soldado en la guerra.

La historia se desarrolla en dos tiempos, el presente, cuando el equipo denominado “FSK” regresa a Oslo. El tiempo pasado es narrado a través de flashbacks que evocan las acciones del equipo en el teatro de guerra. El conflicto incluye a la familia del veterano, ya que su mujer es la jefa de gabinete del ministro de relaciones exteriores. El denso entramado se va dilucidando lentamente y concluye de manera espléndida en una serie de apenas ocho capítulos, casi ideal para los fanáticos de este tipo de thrillers. En ella se ponen sobre la mesa los atractivos económicos de una región que además de ser pívot geopolítico, está repleta de campos de petróleo. Riiser lo descubre apenas llega a su país, cuando debe abandonar un concierto al que asiste con su bellísima mujer para cumplir una orden que no comprende.

Riiser y su mujer Johanne estarán involucrados en un laberinto de situaciones que van desde la alta política, el juego de las potencias, hasta los talibanes y las autoridades locales afganas que colaboran con Occidente. Entre ellos se generan conflictos personales de gran complejidad que alejan a la serie de cualquier maniqueísmo. Los otros veteranos también se verán afectados, en una muestra excelente y discreta de los traumas de la guerra. La película danesa La otra guerra, estrenada aquí en 2016, ya evidenciaba las consecuencias de la guerra en un país democrático como Dinamarca, ya que focalizaba el problema entre la dicotomía que existe en un régimen legal de paz y lo que ocurre en un teatro de guerra. Esta película pintaba correctamente la responsabilidad de todo jefe en la toma de decisiones en el combate y la dificultad de una mente civil para comprender la tormenta de contradicciones que pueden sufrir los soldados en el frente.

Las conversaciones del teniente con su hijo constituyen una explicación básica de la misión de un soldado en combate. Con palabras sencillas, el padre explica la complejidad de las situaciones que atraviesa un hombre enviado a proteger a los ciudadanos comunes de enemigos temibles por sus técnicas terroristas. En otra conversación, con ternura, expone la importancia que tiene para Noruega que él estuviera allí cumpliendo las disposiciones de la conducción política. Riiser explica a su hijo la importancia del entrenamiento y del equipamiento de las fuerzas especiales que disminuyen sensiblemente las bajas propias. Las preguntas del hijo representan los interrogantes de cualquier ciudadano de a pie a un militar y son respondidas con honestidad y realismo.

UN ESPEJO

Esta serie llama a la reflexión en muchos aspectos de la política exterior, la política de defensa, el deseo de contribuir a la paz de ambas políticas, mezclada con los fenómenos conocidos de la corrupción y los negocios turbios. En la serie, los noticieros televisivos desarrollan el debate sobre la participación de Noruega en aquellas tierras tan ajenas. Sin embargo, lo que más atrajo mi atención, como me pasó con la danesa La otra guerra, es que estos problemas ocurren en países considerados políticamente correctos, puestos de ejemplo siempre por el progresismo. En Nobel, los soldados combaten, matan y mueren por Noruega. La política les da los medios para que se entrenen, los equipa y los contiene, cubriéndolos de honores cuando regresan. Son países donde la socialdemocracia creó un hábitat de excelencia para cualquier sociedad, como hemos expuesto alguna vez en esta columna. Y allí también hay política de defensa, hay soldados que son preparados para la guerra, van a la guerra bajo los designios de las autoridades civiles.

Es palpable el lado oscuro en el que entran los países en guerra. Este fenómeno social, el más cruel y destructivo, expande su influencia sobre todas las áreas, tanto de la sociedad civil como de la intimidad de los protagonistas. En una conversación de Erling y Johanna en un viaje en auto, el marido sonriente pregunta a su mujer si recuerda cuando en la primera cita le preguntó con cuántos hombres se había acostado. Sonríe la mujer y se sonroja. Inmediatamente, el teniente descerraja una frase que lleva el drama a su clímax: “Yo no recuerdo a cuantos hombres maté”. Esta conversación genera una crisis en la pareja, porque Johanna no puede aceptar que su marido haya matado. Sin embargo, la serie nunca cae en golpes bajos ni en moralismos. Las cuestiones son tan complejas que los espectadores están habilitados a tomar partido por cualquiera de las decisiones que ellos tomen.

Como en la vida real, no hay verdades contundentes, no hay posturas extremas, siempre queda abierta la discusión sobre la teoría de la acción humana. Este soy. Esto digo. Esta fue mi decisión en el contexto que estaba. Estas fueron mis órdenes, esto hice. Esta es la culpa que llevaré siempre. Esta es la pesadilla que me acompañará siempre. Esta medalla no alcanza para calmarme, soy un soldado, vivo en el tumultuoso mundo de la vida y la muerte. Pertenezco a una clase de hombres que la sociedad separó para entrenarnos en el arte de la guerra, con muchas cosas iguales a los civiles y muchas otras propias de mi profesión. Y todo lo que hice fue por amor a Noruega, a mi familia, a mi Equipo FSK.

CLAUSEWITZ VIVE

Son muchos los agentes que participan en esta trama fascinante. Todos ocultan algo, todos tienen sus propios objetivos, que se irán develando capítulo a capítulo. Los dilemas morales y éticos son presentados de manera clara en todos los temas, la política, la guerra, la búsqueda de la paz. Esto da a la serie su carácter interesante, su complejidad, su atractivo. Es una historia profunda que analiza los temas con gran amplitud. Especialmente el problema de la guerra como continuación de la política, por otros medios, para un país ejemplar como son los nórdicos. Es inevitable para quien esto escribe revivir la vigencia de Clausewitz, que muchos autores contemporáneos niegan. Muchos de ellos, como Mary Kaldor, John Keegan, Martin van Creveld, Azar Gat y otros, consideran que el pensamiento del general prusiano es obsoleto. Esta serie pone en evidencia que las reflexiones de aquel filósofo político, como lo llama el experto más importante que hay en Argentina, José Fernández Vega, constituyen el pensamiento más profundo sobre el fenómeno bélico. No importan las tácticas, el tipo de conflicto, irregular, híbrido, hípertecnológico, si no se comprende el problema de mayor abstracción de la guerra, imponer la voluntad política sobre actores que se oponen mediante el uso racional de la violencia.

La serie expone el deseo de Noruega de imponer la paz en Afganistán, favoreciendo a los ciudadanos pacíficos contra los talibanes. Pero es una cierta paz, como recuerda Aron que enseñaba Clausewitz. Una paz bajo las condiciones que Noruega y sus aliados desean. Tal vez la paz que conviene a los Estados Unidos, todavía el poder militar invencible por las próximas décadas, en el Asia Central. Lograr esa paz exige desplegar soldados profesionales que sean capaces de sobrevivir y mantener el control del territorio asignado en la misión. El tenor de la paz está diseñado por las autoridades políticas, por los jefes aliados, que reunidos en una Alianza militar donde las decisiones se toman por unanimidad, estipulan las condiciones a alcanzar mediante el uso de la fuerza militar. El poder militar obedece esas directivas y lleva adelante las operaciones necesarias.

Lo más impactante es que no hablamos del Reino Unido o Francia, antiguos imperios que dominaron el mundo, sino de Noruega. En este punto, la serie nos lleva a reflexionar sobre nuestra realidad. La Argentina es un país neutral por ADN, pero tiene obligaciones internacionales al haber firmado la Carta de las Naciones Unidas. En esa vía, se ha destacado por su participación en fuerzas de paz, sentando un prestigio indeleble. En la actualidad, se discute sobre esa participación y autores progresistas aconsejan no sumarse para no obedecer las imposiciones del Imperio Americano. Esta postura está expresada en Nobel de manera prístina y es refutada también con gran contundencia. Si un país asume compromisos internacionales, la única posibilidad que tiene para no salir del mundo civilizado es cumplirlas.

En la serie que comentamos están a la vista los costos de cumplir los compromisos asumidos. También se ve claramente el precio que pagan los actores del drama de la guerra. Se conocen las miserias en todos los niveles y la locura que invade a muchos veteranos al pasar por esa experiencia. En la Argentina hay más veteranos que se suicidaron que soldados caídos en las Malvinas. Quienes hemos transitado ese lugar donde callan las voces diplomáticas y hablan los cañones sabemos de qué se trata. Sin embargo, a pesar de los ataques y humillaciones de la última década, nuestros hombres de las Fuerzas Armadas están fuertes y preparados para recibir las órdenes que los envíen al combate. Han podido dejarnos sin aviones ni barcos, sin equipos, pero no han podido quebrarnos espiritualmente. Quienes vean Nobel podrán reflexionar sobre estos temas y sacar sus conclusiones. Para los soldados, es un programa obligatorio.

Artículos más leídos

El poderío militar iraní: ¿una amenaza inmediata para Medio Oriente?

La influencia de Irán en la región sobrevuela la guerra de Israel y Hamas en Franja de Gaza, y hay temor de que se...

¿Quiénes son la Fuerza Quds, el grupo de élite del ejército iraní?

Irán, el gran defensor del islam y la mayor influencia en Medio Oriente, tiene un gran poderío militar y una facción especializada: los famosos...

Los Estados Unidos de Kailasa, la historia del país ficticio que “representa” a 2.000...

Kailasa dice representar a toda la región hindú aunque no existe, pero se las ingenia para aparecer en foros internacionales e incluso firmar acuerdos...

Búsqueda y rescate en alta montaña: ¿cómo operan los helicópteros y pilotos de la...

¿Hay riesgos al volar en la cordillera? Conocé los detalles según el jefe del Escuadrón de la Fuerza Aérea abocado a la búsqueda y...

Terrorismo ambiental: la minería presiona al gobierno boliviano por las áreas protegidas

La minería ilegal provocó incendios en parques nacionales para presionar al gobierno de Luis Arce en busca de licencias para extraer oro. Por Nataniel Peirano El...

Contenido mas reciente

Aviones caza, radares e inhibidores de drones: el rol de las Fuerzas Armadas durante la asunción de Javier Milei a la presidencia

Las Fuerzas Armadas llevarán adelante un importante operativo de seguridad durante la ceremonia de...

Argentina y los reactores de investigación: tecnología de punta reconocida a nivel mundial

Desde el pionero RA-1 hasta el futuro RA-10, la Comisión Nacional de Energía Atómica...

¿Quiénes son la Fuerza Quds, el grupo de élite del ejército iraní?

Irán, el gran defensor del islam y la mayor influencia en Medio Oriente, tiene...

Día Internacional de la Aviación Civil: ¿Hacia dónde va la industria aérea?

El 7 de diciembre es el día elegido para concientizar sobre la importancia de...

Contenido Relacionado