InicioActualidadJoaquín Sánchez Mariño: “Venezuela es un país devastado”

Joaquín Sánchez Mariño: “Venezuela es un país devastado”

spot_img

El periodista y escritor argentino viajó a Venezuela en plena crisis con un único propósito: conocerla desde adentro. Fruto de esa experiencia, publicó un libro donde no hablan los analistas ni los políticos, sino los venezolanos. Son historias de vida y de supervivencia a una realidad difícil de imaginar.

“Durante trece horas voy a estar yendo y viniendo por la frontera, por el puente, por las trochas, escuchando el estruendo de las bombas de gas lacrimógeno, echándome al suelo cuando llega la humareda, poniéndome vinagre en la nariz, viendo gente llorar, viendo gente sanar, viendo gente caer”, escribió el periodista Joaquín Sánchez Mariño en una nota publicada en el sitio web Red/Acción. Se refería al 23 de febrero de 2019, día en que Juan Guaidó dispuso que entrara la llamada “Ayuda humanitaria” por la frontera con Colombia. La escena es parte de muchas otras: el periodista argentino viajó a Caracas y recorrió redacciones, barrios, supermercados, habló con ciudadanos oficialistas y opositores para conocer de primera mano qué pasa en la Venezuela de Nicolás Maduro. Luego, con el material reunido, escribió En Venezuela. Postales de un país al borde del colapso.

En este libro, el novelista y periodista de Infobae y Red/Acción retoma la mejor tradición del periodismo en profundidad, ese que tiene como referentes a Hunter Thompson y Kapuscinski. El autor recorre Venezuela desde adentro, intentando derribar mitos e ideas preconcebidas, incluidas las propias.

En diálogo con DEF, Sánchez Mariño se refirió a la realidad que viven los venezolanos, tanto los que quedan como los que deciden migrar. Además, describió sus motivaciones y desafíos a la hora de escribir el libro.

-¿Qué te llevó a hacer un libro sobre Venezuela?

Me motivó darme cuenta de que estaba construyendo una opinión acerca de Venezuela sin tener una idea de lo que sucedía allí. Por momentos consideraba que estaba a poca distancia de opinar sobre Venezuela, lo cual agravaba la situación. Y, como no me gustaba que eso pasara, saqué un pasaje para saber, de primera mano, cuál era la situación y poder opinar con fundamento.

-¿Qué pasó cuando llegaste?

Me encontré con que mucho de lo que se decía era verdad. Es un país realmente devastado. Es muy distinta la palabra “devastación” a ver esa devastación en la realidad; cuando uno va al lugar de pronto entiende. Esa es la potencia de ir a lugares y hacer periodismo en territorio. Pude ponerle imágenes a ese discurso. Entonces me puse a pensar que es mucho peor lo que se dice acerca de lo que ocurre en Venezuela, porque no es un discurso, es una realidad.

-¿Cómo definirías lo que viste?

Una cosa es Venezuela, el país y la gente; otra es que yo te diga que es un pueblo que se tira vinagre en la cara para no sentir el gas lacrimógeno y corre para el lado de las balas, porque esta muy decidido a pelear y porque, a su vez, está demasiado decidido a sobrevivir. Esa es un poco su peor condena: aguanta las peores cosas, es su propia capacidad de supervivencia. Por otro lado, es un misterio muy difícil de terminar de entender. La pregunta de por qué se sostiene Maduro o por qué no se va no es fácil de responder, es un misterio. A Venezuela la conozco mucho más que antes pero, a su vez, es un misterio mucho mayor.

-¿Cómo trabajan los periodistas en Venezuela?

Ser periodista ahí es, por un lado, emocionante y, por otro, complicado. Porque, por ejemplo, cuando van a cubrir una marcha están obligados a ir con chalecos antibalas, con cascos y con máscaras de gas. Cuando salen a hacer las coberturas se avisan mutuamente. Es una situación de mucho estrés. Hay mucha tensión, presión y miedo. Hay una intensión permanente de intimidar. Fui a la redacción del diario, un diario muy grande que hasta el 15 de diciembre del 2018 salió en papel. Yo visité el periódico y la redacción estaba vacía. Para los que somos periodistas y nos formamos en redacciones, esa fue una imagen tristísima. Los escritorios estaban vacíos, las rotativas y computadoras apagadas. Fue una situación tristísima y refleja la actualidad de la prensa escrita en Venezuela.


“Me encontré con que mucho de lo que se decía era verdad. Es un país realmente devastado. Es muy distinta la palabra ‘devastación’ a ver esa devastación en la realidad”


-¿Consideras que hay compromiso por parte la Región con la situación que atraviesa Venezuela?

Creo que es un tema que se impuso. Hay que reconocer que no solo por lo fuerte de la crisis sino, sobre todo, por la presencia simbólica que tuvo en un contexto en lo que se esta discutiendo pareciera que Venezuela es la hipérbole entre un modelo y otro. Se volvió importante en la Región porque de repente todos nos vimos comprometidos con la discusión. No creo, desgraciadamente, que el compromiso de la gente sea con la crisis humanitaria, creo que tiene que ver con su propia vocación de discutir ideologías.

“Todas las personas que conocí en Caracas tenían a alguien de su familia afuera. Todas las familias estaban separadas”, cuenta Joaquin Sanchez Mariño sobre su experiencia. Foto: Gentileza JSM

-¿Argentina puede llegar a convertirse en Venezuela?

Es una afirmación reduccionista que se sigue repitiendo. No vamos a ser Venezuela, no lo somos ni fuimos. No tenemos nada que ver en relación a la matriz económica, a la productiva, en cuanto a la idiosincrasia ni en cuanto a la moneda. Obviamente que hay alertas que se pueden asimilar a las que recibieron los venezolanos en su momento, desde lo institucional y lo económico. Pero esos fantasmas son un error de análisis.

-¿Por qué el venezolano sale de esa crisis y viene a Argentina?

Uno se pregunta por qué, parecería absurdo. Los venezolanos están contentos y tienen un buen recibimiento social. Se los trata bien y creo que es la parte más linda de nuestro país. Es cierto que estamos a años luz de lo que es Venezuela hoy. Si uno cree que el venezolano está yendo a un lugar parecido del que viene, se equivoca. Argentina esta ampliamente mejor que Venezuela. Todas las personas que conocí en Caracas tenían a alguien de su familia afuera. Todas las familias estaban separadas. Ese es el parámetro.


“Todas las personas que conocí en Caracas tenían a alguien de su familia afuera. Todas las familias estaban separadas”


-¿Qué fue lo que más te impactó del contacto con la gente?

Una de las cosas que no puedo olvidar es que cuando me estaba yendo desde Venezuela a Colombia, en la frontera y mientras hacía los tramites de migraciones, había una mujer con una carpeta con papeles y dos hijos. Uno de ellos tendría 10 años y usaba un parche en el ojo, la mujer me explicó que el hijo necesitaba ser operado, tenían que ponerle una válvula en la cabeza. Ella se estaba yendo a pie a Chile. Esa imagen, la de esa familia, fue muy dura. Le di mi teléfono, ella me escribió un tiempo después y yo la ayudé en lo que pude a la distancia. Finalmente, ella logró llegar a Chile, yo pensaba que no iba a llegar nunca. Muchos de los venezolanos que conocí en la frontera, y que salieron a pie, me iban contactando a medida que iban llegando. Es una imagen que no me puedo sacar porque fue conmovedor y trágico. El límite humano llega a los extremos más fuertes.

-¿Con qué se va a encontrar el lector de tu libro?

-Me gustaría creer que se va a encontrar con parte de lo que yo hallé en Venezuela:  historias de vida que son, de algún modo, testimonios de un momento de la historia en Venezuela y que representan lo que está sucediendo. El lector va a poder ver a seres humanos hablando y no a políticos opinando.

Artículos más leídos

¿Hay que operarse del apéndice para ir a la Antártida? El desafío de cuidarse...

Sin virus ni bacterias, el cuidado de la salud de quienes viven en el continente blanco es fundamental. En la base Petrel se está...

Qatar, el poderoso emirato que medió en la liberación de rehenes israelíes en Gaza

Este minúsculo país árabe, ubicado estratégicamente en la costa oeste del golfo Pérsico, asume un papel clave en la diplomacia regional. A su poder...

La era de la IA: ¿qué datos le estamos dando a las empresas y...

A través de escaneos biométricos y de iris, es mucha la información que se le brinda a diferentes compañías, sobre todo a aquellas orientadas...

Aviones de sexta generación: ¿cuántos proyectos militares hay en curso?

Desde hace varios años, las potencias mundiales llevan adelante la concepción de los aviones de la próxima generación. Estados Unidos es el que más...

AMA: todo sobre la primera agregadora digital de música en Argentina 

En el día de la música, analizamos la nueva herramienta impulsada por el Inamu para facilitar la carga de canciones en plataformas de streaming. Por...
spot_img

Contenido mas reciente

¿Qué hay detrás del Esequibo, la región de Guyana que Venezuela pretende anexar?

El gobierno de Nicolás Maduro convocó a un plebiscito para saber cuál es la...

Armas nucleares: ¿cuáles son los países con mayor cantidad de ojivas?

Desde Hiroshima y Nagasaki, pasando por la Guerra Fría, el mundo está en alerta...

Hamas y Yihad Islámica: similitudes y diferencias en el combate contra Israel

El Estado de Israel le declaró la guerra a Hamás tras más de 30...

Malvinas, en las manos de Pedro Miranda: entre bombas, segundos contados y la presión de salvar vidas 

De bajo perfil y con la humildad característica de los grandes, el Veterano de...
spot_img

Contenido Relacionado