โSe resuelven problemas de la ciencia, el capital, la tecnologรญa, el consumo, pero no los problemas iniciales que son los del trabajoโ.
Carlos Fuentes. รltima entrevista realizada al escritor por Magdalena Ruiz Guiรฑazรบ. Perfil 6/5/2012.
En este nรบmero de DEF, realizamos un minucioso desarrollo del concepto de la web 3.0. Una revisiรณn amplia, pero seguramente incompleta, habida cuenta de las miles de implicancias que tiene esta tecnologรญa de punta en el impacto presente y futuro de nuestra vida cotidiana y en los alcances sobre todo el planeta. Acometer una editorial desde las antรญpodas del conocimiento tecnolรณgico, como es mi caso, implica todo un desafรญo y dejo para los buenos tecnรณcratas con los que contamos la responsabilidad de dar esos extraordinarios detalles, algunos deslumbrantes, vinculados a cรณmo nos afectarรก esta revoluciรณn tecnolรณgica. Me permitirรฉ concentrar mi anรกlisis en las impresiones y dudas que genera el brutal impacto que tiene y tendrรก indefectiblemente la irrupciรณn de Internet y sus actuales avances, al punto que es difรญcil encontrar en la historia prรณximo pasada parรกmetros que permitan establecer semejanzas con estos fenรณmenos con los que hoy convivimos.
Quizรกs la imprenta presente alguna similitud. Por cierto, hasta 1440 el conocimiento era transmitido por monjes y religiosos dedicados a la copia de obras destinadas a reyes, nobles y otros canรณnigos que hacรญan del saber un conocimiento accesible a un mรญnimo sector de la poblaciรณn mundial. Con la invenciรณn de la tipografรญa atribuida a Johannes von Gutenberg, el conocimiento saliรณ de oscuros conventos y se democratizรณ, obviamente entendido este concepto en el contexto de la รฉpoca. El libro cruzรณ fronteras, llegรณ a otros lugares del planeta, permitiรณ unificar saberes y transmitirlo a otros, lo que generรณ una expansiรณn geomรฉtrica e inรฉdita del conocimiento. ยฟEstos conceptos no les suenan aplicables a la web? Pues sรญ, ideas parecidas escuchamos a diario, con la salvedad que la imprenta cambiรณ el mundo pero su desarrollo tardรณ dรฉcadas y durante siglos los cambios, si bien significativos, no provocaron mรกs revoluciรณn que un importantรญsimo abaratamiento de costos, lo que permitiรณ sin duda, incrementar y facilitar la democratizaciรณn de la palabra escrita. Estamos hoy ante un fenรณmeno similar, pero tambiรฉn diferente, con velocidades cercanas a la ciencia ficciรณn y donde los cambios observados en la vida de una sola persona son tan abrumadores que impiden delinear un horizonte previsible.
Sin intenciรณn alguna de abrumar con cifras โya que son tantas que asustanโ tomemos para ejemplificar especรญficamente el caso de YouTube, el mรกs popular de los sitios donde se suben videos, cuya primera actividad experimental ocurriรณ en abril de 2005 y que en un solo aรฑo tendrรญa 100 millones de reproducciones diarias. ยฟEntiende usted estos nรบmeros? No lo sorprende que un video casero (โCharlie bit my finger, againโ) fue reproducido 450 millones de veces y se calcula que si una persona en la actualidad decidiera ver los videos que se suben en el mundo en tan solo 24 horas, deberรญa permanecer sentada frente a la computadora aproximadamente diez aรฑos, ni hablar de alimentarse, dormir u otras necesidades.
El anterior fue solo un ejemplo de los miles que apabullan a un neรณfito. L cierto es que comprender el alcance y el avance de la tecnologรญa, para los que no somos profesionales del tema, es mรกs que complejo, ya que como un virus intrahospitalario lo contagia todo y perdemos de vista hasta dรณnde influye. Asรญ, desde la Internet 1.0 que le permitรญa a un acotado nรบmero de personas leer contenidos en forma estรกtica, aquella de complejรญsimas conexiones y sistemas operativos tan poco amigables y que existรญan allรก por los 90, hoy ha corrido un mundo. Transitamos la web 2.0 que ya produjo miles de revoluciones extraordinarias, incluidos conceptos bรกsicos que formaban parte del abc de los conocimientos. Detengรกmonos solamente en dos de esos mรบltiples ejemplos. La โbiblia de la comunicaciรณnโ indicaba la existencia de un emisor, un receptor y un medio vinculante. Hoy ha desaparecido para siempre ese receptor estรกtico que se ha transformado en un emisor simultรกneo, cuando no un creador vuelto emisor en una nueva interrelaciรณn con la comunicaciรณn cuyas consecuencias reciรฉn estamos intentando comprender. Otro caso aplica a la polรญtica, la denominada Primavera รrabe acarreรณ la caรญda de otro paradigma esta vez de los analistas internacionales. La mirada de desconfianza e ironรญa que imponรญan las ideas de libertad y democracia aplicadas al mundo musulmรกn cayรณ con la facilidad de una hoja otoรฑal en manos de internet, de la comunicaciรณn masiva, de la mano de millones de jรณvenes que explotaron en las redes sociales.
Es por ello que decimos que la tecnologรญa en nuestras vidas genera incertidumbre en el futuro por la velocidad con que irrumpe y la capacidad de asimilaciรณn que tenemos los humanos frente al cambio. Entendemos mรกs que claramente los beneficios que van desde el acceso a los electrodomรฉsticos a distancia, a la programaciรณn de cualquier servicio domiciliario; desde el control de los movimientos del hogar desde el celular, hasta los avances en la cirugรญa a distancia; los robots de alta tecnologรญa o una interconsulta mรฉdica desde cualquier lugar del planeta. Ya llega la detecciรณn temprana de fenรณmenos que alteran el medio ambiente y la modificaciรณn de los sistemas de explotaciรณn agropecuaria o forestal, solo citando algunas mรญnimas รกreas de esta explosiรณn del conocimiento que abarcarรก tanto al desarrollo, como a la defensa, a la educaciรณn, al empleo de los recursos energรฉticos, al ocio y a la vida toda de las personas.
El prรณximo arribo de la web Semรกntica o Internet 3.0, con franqueza, supera mi capacidad de anรกlisis e invito a revisarla en el interior de nuestra revista, muy bien desarrollada, por cierto. Paso entonces a algunos aspectos que me generan verdadera incertidumbre y que estรกn vinculados con la brecha tecnolรณgica y las consecuencias que ello tendrรก sobre la aldea global.
Hoy, ya existe el TAG, un dispositivo minรบsculo de emisiรณn y recepciรณn de datos programable con miles de usos mรบltiples, que van desde el control de inventario a facilitar el acceso a edificios, a realizar seguimientos logรญsticos y mil otras posibilidades. Este minรบsculo dispositivo inteligente, ยฟa cuรกntos humanos reemplazarรก? Si se cumple ademรกs la ley de Moore (que indica que la informรกtica duplicarรก el conocimiento cada dos aรฑos), es lรญcito pensar que nos encontraremos ante un gravรญsimo dilema en el muy corto plazo. Ocurrirรก que la fuerza laboral menos capacitada tendrรก mรญnimas oportunidades en el futuro y es inimaginable pensar cรณmo podrรก afrontar su subsistencia.
No es cuestiรณn de tapar el sol con la mano y dudar de la tecnologรญa o pensar que el conocimiento harรก peor nuestras vidas. Eso serรญa estรบpido, pero no pensar ademรกs que son justamente esos sectores vulnerables los que no cumplen con un mรญnimo estรกndar para acceder a los beneficios prometidos es extremadamente peligroso. Cito cifras mรญnimas de la Unesco:
- En los paรญses en desarrollo, uno de cada tres niรฑos ven reducidas sus perspectivas educativas por razones vinculadas a la desnutriciรณn infantil.
- En รfrica Subsahariana solo el 5% de los estudiantes llegan a adquirir un tรญtulo universitario, mientras que en los paรญses ricos, un tercio finalizan sus estudios superiores.
- Hay mรกs de 700 millones de personas analfabetas en el mundo, algo asรญ como el 16% de la poblaciรณn mundial y de ellas dos tercios son mujeres.
A estos datos de la Unesco les podemos agregar datos provenientes de la Organizaciรณn Mundial de la Salud:
- Segรบn datos de 2008 hay 2600 millones de personas que no cuentan con los servicios bรกsicos de saneamiento ni con acceso a instalaciones higiรฉnicas, lo que representa el 39% de la poblaciรณn mundial.
- Hay 894 millones de personas que no tienen acceso a la cantidad de agua mรญnima necesaria para la subsistencia, calculada entre 20 y 50 litros por dรญa.
- Segรบn datos del Banco Mundial, hay en el mundo 1500 millones de personas que no tienen acceso a la energรญa elรฉctrica.
Estas realidades impiden ser optimistas, pese a los extraordinarios progresos que se avecinan. Las multitudes de excluidos, que carecen de cuestiones tan elementales para sobrevivir, es dudoso que puedan aprovechar estos avances, muchos seguramente, ni tendrรกn noticias de ellos. Durante todo el siglo XX las instituciones supranacionales se han degradado en su influencia real y hoy pareciera necesario encontrar mรกs que nunca en la historia de la humanidad, acuerdos y nuevos caminos para una conducciรณn global de sistemas que carecen de toda probabilidad de sobrevivir aislados y se encaminan a una interdependencia absoluta. Serรก muy difรญcil hacerse el distraรญdo en la โaldea por venirโ.
Tal vez, estemos muy interesados en cรณmo el nuevo smartphone trae escรกner o monitor de seguridad, un lector de cรณdigos de barra o un router inalรกmbrico, tambiรฉn puede ser sรบper interesante lo que nos acerca a la web 3.0, con nuevas redes y mรกs inteligencia artificial, pero no perdamos de vista las consecuencias humanas y el costo social que se puede pagar en el futuro. Como cita la ley de Moore, todo ocurre muy rรกpido, tan rรกpido que de casualidad lo vemos y solo si estamos atentos. Es muy probable que en el futuro esta etapa reciba el nombre de etapa de transiciรณn, hasta llegar el momento en que traspasemos la toma de decisiones a los nativos digitales, los muy jรณvenes de hoy que sin la mochila del pasado, nacieron en las nuevas tecnologรญas. Quizรกs allรญ, encontremos las respuestas a las dudas del presente.
Los dirigentes por venir deben llevarnos a un futuro lleno de colores y que en lo posible no nos explote en la cara.