Segรบn un estudio publicado por el Instituto Nacional de Estadรญsticas del Uruguay, siete de cada diez mujeres han sufrido situaciones de violencia basada en gรฉnero en algรบn momento de su vida. Ante esta evidencia, el Gobierno ha encarado una serie de polรญticas y reformas legislativas tendientes a una mayor protecciรณn de la mujer en situaciones de riesgo.
โTocan a una, tocan a todasโ. Bajo ese lema, y en simultรกneo con la campaรฑa โNi una menosโ organizada en Argentina, miles de uruguayos y uruguayas se movilizaron el pasado 4 de junio contra la violencia de gรฉnero en distintas ciudades del paรญs. Este flagelo afecta, segรบn una encuesta oficial, al 68,8 por ciento de las mujeres orientales mayores de 15 aรฑos. El porcentaje se profundiza aรบn mรกs en el caso de las mujeres afrodescendientes, ya que el 78,5 por ciento de ellas declara haber sufrido situaciones de este tipo, frente al 67,2 por ciento de sus congรฉneres no afro. โEl pico mรกs alto โespecifica la Encuesta Nacional de Violencia Basada en Gรฉnero y Generacionesโ se encuentra en el tramo de 19 a 29 aรฑosโ.
Al desagregar los datos por niveles socioeconรณmicos, el informe precisa que โdel total de mujeres de 65 y mรกs aรฑos que viven en hogares de menores ingresos, el 12,2 por ciento ha vivido situaciones de violencia por parte de su familia actual. En hogares que se ubican en el nivel medio, el 7,6 por ciento de mujeres de 65 y mรกs aรฑos experimentaron violencia, mientras que el 10,7 por ciento viven en hogares pertenecientes al nivel socioeconรณmico altoโ. Cuando se les pregunta si han vivido situaciones violentas provocadas por sus parejas o exparejas, el resultado es el siguiente: aproximadamente una de cada cuatro mujeres (23,7 por ciento) declara haber vivido violencia en su relaciรณn de pareja (unas 170.000 mujeres). Y, con respecto al perรญodo de toda la vida, el 45,4 por ciento dice haber experimentado algรบn tipo de violencia en sus relaciones de pareja (es decir, cerca de 400.000 mujeres).
El drama de los femicidios
En lo que respecta a los femicidios, la estadรญstica es elocuente: de las 49 mujeres asesinadas entre noviembre de 2013 y octubre de 2014, 24 de esos crรญmenes fueron consecuencia de casos de violencia domรฉstica. En el mismo perรญodo se produjeron 15 intentos de asesinatos de mujeres en las mismas circunstancias. Esto implica que, en esos doce meses, cada nueve dรญas se consumรณ un femicidio o existiรณ una tentativa de provocarlo. En lo que se refiere al presente aรฑo, la directora del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres), Mariela Mazzotti, precisรณ en junio pasado a la agencia EFE que se habรญan producido โa esta altura ya 20 muertes de mujeres por violencia basada en gรฉnero a manos de sus parejas o exparejasโ, una โcifra muy altaโ que invita a la reflexiรณn.
Al respecto, el director general de la Secretarรญa del Ministerio del Interior uruguayo, Charles Carrera, se mostrรณ favorable a la tipificaciรณn de la figura del โfemicidioโ en el Cรณdigo Penal de su paรญs, tal como lo hizo el Congreso argentino en noviembre de 2012. En una columna publicada en el portal de esa cartera gubernamental, Carrera seรฑalaba que โel femicidio tiene caracterรญsticas especialesโ, ya que โel bien jurรญdico tutelado no es solamente la vida, sino que ademรกs protege la integridad fรญsicaโ. Se trata, indicaba allรญ, de โun proceso estructural de violencia hacia la mujer, con una serie de actos de agresiรณn fรญsica y psicolรณgica que culminan con ese hecho atroz que es quitarle la vidaโ.
Medidas preventivas y monitoreo
Hace ya trece aรฑos, en junio de 2002, el Parlamento uruguayo sancionรณ la Ley 17514, que declara โde interรฉs general las actividades orientadas a la prevenciรณn, detecciรณn temprana, atenciรณn y erradicaciรณn de la violencia domรฉsticaโ. La norma define como tal โtoda acciรณn u omisiรณn, directa o indirecta, que por cualquier medio menoscabe, limitando ilegรญtimamente el libre ejercicio o goce de los derechos humanos de una persona, causada por otra con la cual tenga o haya tenido una relaciรณn de noviazgo o con la cual tenga o haya tenido una relaciรณn afectiva basada en la cohabitaciรณn y originada por parentesco, por matrimonio o por uniรณn de hechoโ. Entre sus manifestaciones concretas, se mencionan la violencia fรญsica, psicolรณgica o emocional, sexual y patrimonial, esta รบltima vinculada a la sustracciรณn, retenciรณn u ocultamiento de bienes, instrumentos de trabajo, documentos o recursos econรณmicos con el objetivo de โcoaccionar la autodeterminaciรณn de otra personaโ. Segรบn cifras de las autoridades orientales, la violencia psicolรณgica es la mรกs frecuente (43,7 por ciento), seguida de la patrimonial (19,9 por ciento), la fรญsica (14,8 por ciento) y la sexual (6,7 por ciento)
Entre las medidas de protecciรณn que el juez actuante estรก habilitado a decretar en pos de la protecciรณn de la vรญctima, se mencionan: el retiro del agresor de la casa comรบn; la prohibiciรณn, restricciรณn o limitaciรณn de su presencia en el domicilio, residencia o lugar de trabajo de la vรญctima; la prohibiciรณn de comunicaciรณn con la persona afectada por su conducta; la incautaciรณn de armas que el agresor tuviere en su poder; y la asistencia obligatoria a programas de rehabilitaciรณn. En este sentido, en febrero de 2013, se puso en funcionamiento el sistema de monitoreo a travรฉs de tecnologรญa de presencia y localizaciรณn de personas en casos de alto riesgo de violencia domรฉstica. Esta vigilancia se realiza mediante la instalaciรณn de โtobillerasโ, que permiten el seguimiento y control de las medidas dictadas por la Justicia durante las 24 horas del dรญa.
La informaciรณn brindada por el Centro de Comando Unificado del Ministerio del Interior al diario El Observador indicaba que, al mes de mayo pasado, habรญa 93 โtobillerasโ activadas, de las cuales 70 correspondรญan a medidas decretadas en Montevideo, 22 al departamento de Canelones y una a San Josรฉ. Paulatinamente, el sistema se irรก implementando en el resto del paรญs.




