Con el 100% de los votos escrutados, el 96,77% de los ciudadanos crimeos se expresó a favor de la adhesión de esta república autónoma a la Federación Rusa.
En una crisis entre Oriente y Occidente que tensó las relaciones casi al nivel de la Guerra Fría, Kiev dijo que el aumento de tropas rusas en la región del Mar Negro es una “grosera violación” de un tratado internacional y anunció planes para armar y entrenar a 20.000 miembros de una nueva Guardia Nacional para defender el país.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo a Moscú que Washington no aceptará el resultado del referéndum. La Casa Blanca también advirtió a Moscú que enfrentará sanciones, mientras que los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, que tiene importantes lazos comerciales con Rusia, decidirán el lunes en Bruselas sobre posibles medidas similares.
Sin embargo, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, rechazó las acusaciones occidentales de que el referéndum es ilegal y dijo que el mismo respeta la voluntad del pueblo crimeo. Igualmente, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó que concordó con Estados Unidos en la búsqueda de una solución a la crisis a través de una reforma constitucional.
En Kiev, el primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, amenazó con graves consecuencias a los políticos crimeos que convocaron al referéndum y afirmó que los “cabecillas” separatistas querían destruir la independencia ucraniana “bajo la cobertura de tropas rusas”.
Fuente: Reuters