Lo confirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en medio de las acciones militares contra las fuerzas de Ahmed Huseín al-Charaa en el sur de Siria.
A casi dos años del comienzo del conflicto en Franja de Gaza, el contexto en la región vuelve a ser favorable para construir aceptación entre los países árabes.
Sergei Lavrov y John Kerry sellaron un acuerdo mediante el cual se evitará una acción militar sobre Siria si se concreta el compromiso de Damasco de eliminar su armamento químico.
La Primavera Árabe para Siria sigue teniendo un desenlace incierto, con tantos interrogantes como actores principales y secundarios aparecen y con escaso tiempo de definición. La evolución todavía es incierta, pues ni la Liga Árabe, ni EE. UU., ni Rusia, ni China, se atreverán a permitir un éxito gubernamental que incluya una matanza convertida en una guerra civil.
El gobierno de Assad enviará a la ONU y al organismo internacional competente los documentos necesarios para que Siria se una a la convención que prohíbe las armas químicas.
Ban Ki-moon evalúa solicitar al Consejo de Seguridad que exija la transferencia inmediata de las armas químicas y sus agentes precursores en poder del gobierno sirio a las Naciones Unidas.
El gobierno de Moscú instó a Siria a poner sus armas químicas bajo control internacional, con la esperanza de que eso evite la acción militar de EE. UU.