El liberal Moon Jae-in ganó las elecciones presidenciales de Corea del Sur, logrando una esperada victoria que termina con casi una década de gobiernos conservadores y que promueve un trato más conciliador con Corea del Norte.
Los gobiernos de Seúl y Pyongyang anunciaron que planean sostener conversaciones por primera vez desde febrero del 2011, en un intento por restablecer un canal de diálogo.