Los portugueses respaldaron al primer ministro Luis Montenegro mientras que en Bucarest venció un candidato independiente que promete cambiar el rumbo de los vínculos con Moscú.
La Península Ibérica y Francia sufrieron un corte de energía masivo que obligó a suspender comunicaciones, aeropuertos y redes de transporte en toda la región.
El 25 de abril de 1974, un grupo de jóvenes oficiales portugueses lideró el movimiento insurreccional que puso fin a la dictadura más larga de Europa occidental.