En un año récord de cultivo y producción de cocaína en Colombia, según reportó Naciones Unidas, y el auge del narcotráfico en Latinoamérica y el Caribe con el nacimiento y crecimiento de nuevas organizaciones criminales, la seguridad sigue siendo un tema central en la agenda política de la región.
La Fundación Sherman Kent, un think tank sobre inteligencia estratégica con sede en Argentina, presentó su informe semestral para Latinoamérica y el Caribe sobre inteligencia estratégica en materia de seguridad, abordando temas complejos como amenazas emergentes, ciberseguridad, crimen organizado, terrorismo e inteligencia.
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Latinoamérica y la seguridad regional, ¿qué dice el informe de la Fundación Sherman Kent?
En un principio, el informe sienta las bases sobre tres cifras alarmantes: América Latina y el Caribe registró el 25% de los homicidios globales; las organizaciones criminales registraron ingresos por $150.000 millones de dólares; y la región sufre 2.569 ataques cibernéticos semanales por organización, 40% por encima del promedio global.
Este escenario supone un creciente riesgo, tanto para los gobiernos latinoamericanos como para las distintas compañías del sector privado, afectadas por el aumento.
Al respecto, la Fundación Sherman Kent identificó el crimen organizado transnacional como una de las principales amenazas y dos hitos en particular: la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a 27 de los 32 estados mexicanos y la tregua entre Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Comando Vermelho, las agrupaciones más importantes del mundo criminal en Brasil.
Otro factor apareció en Venezuela. El Tren de Aragua, un tema de agenda ya en Estados Unidos, es una organización criminal que se expandió rápidamente a 20 estados estadounidenses y 14 países latinoamericanos.

Por otro lado, el reporte semestral menciona la actividad terrorista en el hemisferio occidental, sustentada en informes gubernamentales que ubican a Hezbollah en Venezuela, Ecuador, Chile, Colombia y Brasil. La evasión con criptomonedas y la colaboración con regímenes autoritarios en Venezuela y Cuba son los principales activos del grupo terrorista libanés en la región.
Respecto a la ciberseguridad, Latinoamérica y el Caribe enfrentan una problemática doble. La región se consolidó como una víctima frecuente de incidentes cibernéticos, con una tasa de incremento anual del 25% durante la última década.
A su vez, mantiene las defensas más débiles del mundo, con un puntaje promedio de madurez en ciberseguridad de apenas 10.2 sobre 20, según el Índice Nacional de Ciberseguridad. El escenario expone al continente como una víctima de alta vulnerabilidad.
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Terrorismo, ciberdelito y seguridad: los países en situación crítica
Teniendo en cuenta estos factores, la Fundación Sherman Kent identificó a ocho países en situación crítica: Haití, Venezuela, Ecuador, México, Colombia, Trinidad y Tobago, Honduras y Paraguay.
Haití representa el caso más extremo de colapso estatal, con 90% de Puerto Príncipe bajo control de pandillas armadas y más de 5.601 muertes violentas en 2024. Recientemente, el Consejo de Seguridad transformó la misión humanitaria en una fuerza militar que tendrá vía libre para actuar sobre el territorio y recomponer el gobierno haitiano.
Por su parte, Ecuador atraviesa una situación dramática, pasando de ser un país relativamente seguro frente a sus vecinos a convertirse en el Estado más violento de Sudamérica, con 44.5 homicidios por 100.000 habitantes en 2024.

México y Colombia, en tanto, enfrentan el aumento de la producción de droga y la consolidación de los grupos criminales, así como el incremento generalizado de la violencia. El gobierno mexicano enfrentó un promedio de 20 muertos durante julio de 2025, mientras que Bogotá registró 872 enfrentamientos armados entre fuerzas estatales y grupos armados en 2024, un incremento del 24% frente a la política de “Paz Total” impulsada por el presidente Gustavo Petro.
Finalmente, Venezuela es un caso único en la región debido a la alta notoriedad de su régimen, en parte debido a la importancia que le brindó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En conclusión, la Fundación Sherman Kent destacó la actividad del Tren de Aragua y la degradación democrática e institucional causada por la dictadura de Nicolás Maduro, el fraude electoral en 2024 y el avance sobre la libertad de 270 personas convertidas en presos políticos. La crisis humanitaria elevó a 7.8 millones de personas el total de la diáspora venezolana, equivalente al 25% de la población original del país.