Por primera vez, en su larga lucha contra el narcotráfico, Colombia incautó un narcosubmarino no tripulado. El hallazgo, por parte de la Armada colombiana, se realizó cerca de Santa Marta, en las costas que dan al mar Caribe, y enciende nuevamente las alarmas por las tecnologías utilizadas por el crimen organizado.
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Cómo es el narcosubmarino hallado por Colombia
Según la Armada, la embarcación requisada cerca de la ciudad del norte del país era propiedad del Clan del Golfo, el mayor grupo narcotraficante del país, que realizaba pruebas antes de usarla.
Si bien no es una novedad la utilización de sumergibles por parte del crimen organizado para traficar drogas sin ser detectados, es la primera vez que Colombia da con uno que se moviliza de forma autónoma.
El último relevamiento de la organización Insight Crime indicó que entre 1988 y 2005 se incautaron alrededor de 240 submarinos, más de la mitad fueron construidos en astilleros artesanales a lo largo de la costa pacífica de Colombia. La tecnología pasó de alcanzar Centroamérica y el Caribe a llegar a las costas de Europa, África y Oceanía.

La embarcación no llevaba drogas en su interior al momento de su hallazgo, pero trascendió por sus capacidades. Capaz de trasladar 1,5 toneladas y teledirigido gracias a un satélite Starlink, el semisumergible utilizó los servicios de conectividad ofrecidos por la empresa de Elon Musk para conectar rutas del narcotráfico.
El hallazgo llega después de que las Naciones Unidas infomara que Colombia concentra el 67% de los cultivos de hoja de coca en el mundo y encabeza la producción de cocaína en los últimos años.
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El Clan del Golfo, del paramilitarismo al crimen organizado
El Clan del Golfo es uno de los tantos grupos que tuvieron su origen en el paramilitarismo y el enfrentamiento armado con el gobierno colombiano. La organización surgió tras la desmovilización entre 2003 y 2006 de las Autodefensas Unidas de Colombia y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia buscaron el poder en el crimen organizado.
El Clan del Golfo, controlado inicialmente por la familia Úsuga, hasta que fueron capturados o eliminados, se involucró en el narcotráfico como método de financiamiento hasta que abandonó su modelo militar. Según las autoridades, el Clan Úsuga compartía el negocio de las drogas, la extorsión, el sicariato y la minería ilegal con las FARC-EP en varias zonas del país como Córdoba, Bajo Cauca, Chocó y Antioquia hasta la desarticulación del histórico grupo militar, en 2016, producto de un acuerdo con el gobierno.
Desde ese momento, la organización se convirtió en el cártel más importante de Colombia y encabeza las distintas economías ilícitas, así como los sofisticados métodos de producción y comercialización de cocaína.

Según un organigrama que compartió el diario El Tiempo, el Clan del Golfo cuenta con 30 líderes principales y decenas de subalternos distribuidos en zonas geográficas específicas, donde se controlan líneas específicas de narcotráfico y se garantiza el flujo hacia los mercados. Jobanis de Jesús Ávila, alias “Chiquito Malo”, y José Gonzalo Sánchez Sánchez, alias “Gonzalito”, son quienes controlan hoy el grupo criminal.
El grupo también se hizo conocido por el “Plan Pistola”, una conducta criminal que pone a las fuerzas de seguridad como objetivos de asesinato y fue iniciada por Pablo Escobar entre 1988 y 1992, período en el cual murieron alrededor de 500 policías a mano de asesinos a sueldo, como parte de la guerra contra el Estado.
Con sicarios y narcosubmarinos, el Clan de Golfo consolida su poder criminal y complejiza la lucha del gobierno de Colombia contra el crimen organizado y el narcotráfico que en los últimos años no hizo más que crecer.