El mayor operativo de la Policía de Río de Janeiro de su historia dejó un saldo de más de 130 muertos en un intento por capturar a los líderes del Comando Vermelho (CV), una de las mayores agrupaciones criminales del país.
El crimen en Brasil se encuentra en su punto de auge y no solo el Comando Rojo aparece en el radar, el Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Terceiro Comando Puro (TCP) representan también una amenaza para el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y el resto de Latinoamérica y el Caribe.
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PCC y el Comando Vermelho, la lucha por ser la mayor organización criminal de Brasil
El PCC y el Comando Vermelho son actualmente las dos entidades criminales más importantes de Brasil. La primera se encuentra asentada en San Pablo, mientras que la otra sentó sus bases en Río de Janeiro, coincidentemente las jurisdicciones más populosas del país.
Las influencias del Primeiro Comando da Capital se comenzaron a ver en el ámbito internacional, con más fuerza en Paraguay, donde logró alianzas con agrupaciones locales y una presencia firme en localidades fronterizas como Pedro Juan Caballero y Ponta Porã. En lo que respecta a Brasil, se cree que el PCC logró garantizar su influencia en todos los 27 estados del país.

El Comando Vermelho construyó su poderío en Río de Janeiro y se expandió decididamente hacia el norte de Brasil, en los estados de Amazonas, Manaos y Mato Grosso. Fuera del país, el grupo tiene sus propias redes en Paraguay y Bolivia, en 2022 se habló de una expansión en la Guyana Francesa.
Para garantizar el progreso, ambas organizaciones alcanzaron un pacto a finales de la década de 90 que se mantuvo durante 20 años, hasta que en 2016 se rompió. La lucha por el poder se tradujo en una guerra generalizada en todo el territorio brasileño. El PCC intentó contrarrestar el poderío rival con alianzas en el norte, especialmente con Bonde do Maluco (BDM) y el Terceiro Comando Puro (TCP), facción disidente del Comando Rojo. Hubo intentos de retornar a un período de paz a principios de 2025, pero la tregua duró menos de dos meses y las gestiones se desecharon por completo.
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Terceiro Comando Puro, ¿otra amenaza en Río de Janeiro?
Mientras que el PCC y el Comando Vermelho superaron los 30.000 miembros y 50.000 miembros, respectivamente, el TCP aparece como un actor de relevancia dentro de Río de Janeiro, más allá de las crecientes operaciones de la policía local en las favelas.
La organización compuesta por jefes locales surgió como una facción disidente del Comando Rojo con el objetivo de obtener sus propias ganancias en el creciente mercado que ofrecía el narcotráfico. El Terceiro Comando Puro se consolidó como la segunda organización con mayor presencia en el norte y el oeste de Río, con una presencia fuerte en el barrio Senador Camará y en Ilha do Governador, ubicada al oeste de la bahía de Guanabara.

Desde un inicio, declararon la guerra contra el CV y se aliaron con otras bandas como Amigos dos Amigos en un intento por contrarrestar la influencia y avanzar sobre la ciudad principal del estado carioca, aunque sin mucho éxito. La naturaleza horizontal del organigrama del TCP provocó una fragilidad interna solo sostenida por los intereses comunes. Lo mismo sucedió con la alianza con Amigos dos Amigos, oscilando entre la guerra declarada y una amistad únicamente para rivalizar con el Comando Vermelho.
El mapa del crimen en Brasil se sigue dirimiendo entre el Primeiro Comando da Capital y el Comando Vermelho, pero organizaciones menores como el Terceiro Comando Puro componen un tejido en torno al narcotráfico, el cobro de servicios y la extorsión a los habitantes de los sectores más pudientes del país.



