Miembros de los Hell’s Angels Motorcycle Club (HAMC), un histórico club de motociclistas fundado en Estados Unidos, fueron vistos en la ciudad de La Plata para un nuevo encuentro en Argentina. Más allá del amor y la cultura que rodea a las motos, la organización tiene un escabroso pasado relacionado al crimen organizado.
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Motos y violencia: la historia de los Hell’s Angels
El club fue fundado en California, en 1948, y su origen se remonta a una hermandad conformada entre veteranos de guerra apasionados por las motocicletas marca Harley-Davidson, utilizadas por el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
Sus miembros forjaron una identidad distintiva con chaquetas de cuero, tatuajes y el bordado distintivo de la organización. Acompañado de un código interno de estricto cumplimiento, la agrupación motoquera logró forjar una identidad que luego sería furor a nivel mundial.
A partir de la década del 60, los Hell’s Angels experimentaron una notable expansión dentro de Estados Unidos en ciudades como Nueva York, Nueva Jersey, California, Minnesota, Illinois, Ontario, entre otras. El fenómeno luego se esparció por el mundo y hoy está representado en 50 países, entre ellos Argentina, cuya primera red local se estableció en 1999 con sede en Buenos Aires.

Luego se abrieron distintas sedes en Mendoza (2004), Córdoba (2014) Cipolletti (Río Negro, 2017), Venado Tuerto (Santa Fe, 2017), San Isidro (Buenos Aires, 2019), Luján (Buenos Aires, 2021) y la agrupación nómade (2006).
A 77 años de su fundación, se consolidaron como una de las agrupaciones de motociclistas más reconocidas, aunque no está exenta de polémicas a nivel global producto de su masividad.
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El crimen organizado, escondido en el fanatismo por las motos
Si bien la propia organización no está armada en torno a delitos federales, surgieron numerosos casos de miembros que utilizan las motos como fachada para el crimen organizado.
Uno de los más importantes se produjo en su lugar de origen, Estados Unidos, donde se reveló que motoqueros de los Hell’s Angels están involucrados en asesinatos; la fabricación y distribución de metanfetamina; la distribución de cocaína, heroína y marihuana; la compraventa de armas de fuego; y otras actividades delictivas.
El Departamento de Justicia estadounidense descubrió esta red gracias a dos operaciones de infiltración a cargo de agentes encubiertos de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) en los clubes de Laughlin y Phoenix.

16 miembros de alto rango de los Hell’s Angels fueron imputados por cargos que abarcaban desde asesinato, asesinato a sueldo, violación de la ley federal RICO (Organización Corrupta e Influenciada por el Crimen Organizado) y tráfico de drogas.
Otro ejemplo es la sentencia de 15 a 25 años de prisión federal a Marius Lazar, fundador de la representación de los Hell’s Angels en Rumania, por cometer crimen organizado, conspiración para importar cocaína a Estados Unidos y conspiración para lavar dinero.
En 2023, Alemania y España realizaron un importante operativo que logró la detención de un alto miembro del club de Marbella, responsable de una red criminal conocida como Bandidos, que traficaba grandes cantidades de cannabis y cocaína desde Málaga a territorio alemán.
Estos casos emblemáticos se suman a un cúmulo de casos que sitúan a los Hell’s Angels en un lugar de sospecha. Las fuerzas de seguridad de Argentina se encuentran monitoreando el aumento de la actividad en La Plata, ciudad de Buenos Aires que aloja el encuentro anual del club de motos, con alrededor de unos 3.000 miembros de distintas partes del mundo.



