En el marco de la onceava edición del Simposio de Ciberseguridad organizado por la Organización de Estados Americanos (OEA) y por la Iniciativa Regional para la Educación y Capacitación en Ciberseguridad (RICET) en Montevideo, Uruguay, referentes del sector bancario se juntaron para abordar las oportunidades y desafíos que presenta la digitalización de las finanzas.
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Durante el 22 y 23 de octubre, funcionarios, expertos y representantes de distintos sectores participaron en una serie de paneles y ponencias orientadas a examinar las oportunidades y los retos que plantea la evolución tecnológica en campos como la inteligencia artificial, la legislación internacional, la ciberseguridad, la defensa y la investigación espacial.
La ciberseguridad financiera frente a un escenario de transformación digital
El panel “Del Banco al Blockchain: ¿Cuál es el futuro de la ciberseguridad financiera?” reunió a especialistas del sector público y privado para debatir cómo la digitalización está transformando la seguridad en el sistema financiero.
Desde diferentes perspectivas, los participantes coincidieron en que la confianza, la cooperación y la innovación son factores clave para enfrentar amenazas cada vez más sofisticadas.
Rodrigo Tumaián, presidente de la Cámara Uruguaya de Fintech, explicó que la organización surgió en 2016 con el objetivo de reunir a las empresas tecnológicas con orientación financiera y fortalecer el vínculo con los organismos reguladores.

Señaló que el sector Fintech tiene un componente regulatorio inevitable y que el diálogo con las autoridades es esencial para generar reglas claras y entornos seguros. Actualmente, la Cámara agrupa a más de sesenta compañías y realiza diagnósticos de ciberseguridad para detectar oportunidades de mejora entre sus miembros.
Desde el ámbito de las finanzas digitales, Manú Hersch, especialista en cumplimiento de Lemon, advirtió que el avance de la tecnología demanda repensar los marcos de control tradicionales. Consideró que la ciberseguridad no puede seguir tratándose como un área aislada y que “las amenazas ocurren dentro del mismo ecosistema digital, por lo que las respuestas deben ser coordinadas y transversales”.
Por su parte, Brian Hansen, vicepresidente regional de Seguridad para las Américas en Mastercard, destacó la importancia de la cooperación internacional y de la preparación ante posibles crisis cibernéticas.
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Explicó que la empresa impulsa ejercicios de ciberresiliencia en distintos países, con la participación de bancos, compañías tecnológicas y organismos públicos, para mejorar la capacidad de respuesta ante incidentes. Subrayó que fortalecer el ecosistema global beneficia a todos los actores del sistema financiero y refuerza la confianza de los usuarios.
Garantizar el cumplimiento de las normas y estándares frente a nuevas amenazas
Las amenazas en el ámbito financiero se vuelven cada vez más elaboradas, e incluyen desde ataques dirigidos a sistemas de pago, a fraudes digitales y vulnerabilidades en plataformas de activos virtuales.
Manú Hersch destacó que enfrentarlas requiere una integración total de la ciberseguridad en los procesos internos de las organizaciones. Entre las medidas clave mencionó la implementación de auditorías periódicas, el mapeo de riesgos de infraestructura crítica y la consolidación de una cultura organizacional de concientización y cumplimiento.

Además, señaló que la formación constante de directivos y equipos operativos es fundamental para minimizar riesgos humanos y fortalecer la resiliencia de los sistemas frente a incidentes digitales.
Destacó que, aunque no existen leyes globales únicas sobre ciberseguridad, los principios internacionales sirven como marco de referencia para diseñar regulaciones locales y regionales que garanticen la protección de los activos financieros y la confianza de los usuarios.
Estas prácticas combinadas, según los especialistas, permiten a las instituciones financieras responder de manera más efectiva ante ataques y adaptarse a un entorno digital en constante evolución, asegurando que la innovación no comprometa la seguridad ni el cumplimiento normativo.




