Con el objetivo de limitar la expansión del Comando Vermelho (rojo, en portugués), el grupo criminal más antiguo de Brasil, la policía de Río de Janeiro organizó un despliegue masivo, con más de 2.500 agentes participantes. Tras la detención de más de 80 personas, integrantes grupo narcotraficante abrieron fuego contra los oficiales. El resultado del intenso tiroteo dejó un saldo de más de 60 muertos y 80 heridos.
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El “Comando Rojo” adquirió gran poder a lo largo de los años, con gran influencia por sobre todo en la política. La agrupación surge en las prisiones, principalmente durante la dictadura militar entre 1964 y 1985. En su momento, estuvo compuesto por criminales comunes y militantes de izquierda.
Comando Vermelho: el grupo narcoterrorista más antiguo de Brasil
En principio, la organización surge en los años setenta con el objetivo de proteger a los prisioneros en Río de Janeiro. En 1979, y ya con una creciente influencia fuera de las cárceles, se extendió por las calles cariocas, con miembros que organizaban operativos para recaudar dinero para quienes aún seguían encarcelados. Entre las principales actividades delictivas para tal recolección se encontraba el robo de bancos.
Para los años 80′, el grupo se incursionó en el tráfico de drogas, formando alianzas con cárteles de drogas como los colombianos, y asumiendo el liderazgo de muchos de los barrios marginados del Estado carioca. Diez años después, se convirtió en el principal grupo criminal de Río, y logró expandirse a otros Estados.
Entre sus principales actividades delictivas encontramos al narcotráfico (de cocaína, marihuana y crack), extorsión y control de territorial mediante el cobro de dinero a cambio de “protección”, tráfico de armas, robo de bancos y lavado de dinero. Asimismo, mantiene redes transnacionales le permiten expandir sus operaciones a otros países sudamericanos y asegurar el flujo de drogas y recursos ilícitos.

Hoy, su base de poder continúa estando en las favelas o sectores más pobres de la sociedad brasileña, con un control efectivo del 75% de las zonas marginadas en Río de Janeiro y el 90% del dominio de las cárceles en São Paulo. El Comando Vermelho es visto hoy no sólo como una amenaza nacional, sino también transnacional, con gran influencia en varios Estados brasileños y países colindantes como Paraguay y Bolivia, de donde adquiere la mayor cantidad de cocaína.
Además, logró consolidar su poder al superar a las milicias, aquellas organizaciones paramilitares que no integran las fuerzas armadas, pero que buscaban ocupar las favelas para disminuir el crimen. El Comando Vermelho afianzó su estructura criminal que hoy es más amplia y profesionalizada, con una capacidad de expansión, poder económico y control del narcotráfico que le da esta herramienta de control casi absoluto.
Río de Janeiro: escenario de un enfrentamiento narco-policial que paralizó la ciudad
Bajo un operativo organizado por la policía carioca, sin soporte del Gobierno Nacional, más de 2500 agentes se incursionaron en la “Operación Contención”, donde se buscó neutralizar a los cabecillas del Comando Vermelho. Es así como, en los complejos Alemão y Penha, las favelas más pobladas de Río de Janeiro, oficiales intervinieron y detuvieron a más de 80 individuos.
El resultado, sin embargo, trajo consigo un enfrentamiento que nadie vió venir. Miembros del Comando respondieron con tiroteos, barricadas y drones artillados. El hecho se clasificó como la mayor ofensiva contra el narcotráfico en la localidad.

Como respuesta, la ciudad entró en “estágio 2”, una alerta compartida por el Centro de Operaciones y Resiliencia de la Alcaldía de Río, que implica un riesgo de eventos de alto impacto con alto potencial de empeoramiento y donde se recomienda a los ciudadanos mantenerse informados, evitando las zonas afectadas.
En ese contexto, las clases presenciales fueron suspendidas y el Aeropuerto Internacional de Galeão cerró sus puertas y canceló todos sus vuelos.
Hasta el momento son 64 los fallecidos, 4 de ellos policías, y el resto miembros de la organización criminal. Además, más de 80 personas están heridas, algunos de ellos siendo civiles.
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Aún no hubo respuesta del presidente Lula da Silva. El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, opositor del oficialismo y miembro del partido liberal liderado por Jair Bolsonaro, manifestó, en múltiples ocasiones su mirada combativa hacia los grupos narco criminales, y su búsqueda por neutralizarlos.
Además, dió a conocer que en tres oportunidades pidió ayuda al Gobierno Nacional para realizar operaciones como esta, sin recibir ninguna respuesta. Por su parte, el Ministro de Justicia de Brasil, Ricardo Lewandowski, negó la existencia de tales pedidos, destacando la responsabilidad de las autoridades locales para mantener la seguridad pública en los estados.



