México continúa su delicado enfrentamiento contra el crimen organizado y el narcotráfico, objetivo que lo enfrenta con Estados Unidos. La presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció contra el tráfico ilegal de armas, que alimenta la crisis de seguridad en el país, y puso en duda la colaboración entre las instituciones mexicanas y estadounidenses.
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Claudia Sheinbaum apuntó contra Estados Unidos
La mandataria destacó el trabajo que hace el gobierno nacional contra las principales organizaciones criminales, como los cárteles de narcotráfico, pero hizo un llamado a realizar una estrategia de seguridad conjunta entre Estados Unidos y México, sobre todo en delitos federales como tráfico de armas y lavado de dinero.
“Es nuestra insistencia a Estados Unidos, nosotros hacemos nuestra parte en nuestro territorio, pero es la insistencia a las instituciones de seguridad y justicia de Estados Unidos. Ellos tienen que hacer su parte en su territorio para lavado de dinero, para control de tráfico de armas”, expresó Claudia Sheinbaum.
Recordó que el propio Departamento de Justicia de EE. UU. reconoció que más del 70 % de las armas que se usan en México entran ilegalmente desde Estados Unidos, un factor trascendental para entender las dinámicas del crimen en territorio mexicano.

A su vez, puntualizó en los acuerdos firmados entre ambos países, el efecto que tiene la reciprocidad de cada acción, y las acciones diagramadas en la Tercera Mesa Redonda sobre el Combate al Tráfico de Armas y Explosivos, organizada por el Programa Internacional Antinarcóticos (INL) y la Agencia ATF.
En ese encuentro participaron más de 100 expertos en seguridad pública y procuración de justicia de ambos países, incluyendo autoridades locales y federales. México acordó integrar la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en una unidad especializada en investigación de armamento, y a adoptar eTrace, plataforma estadounidense que permite rastrear armas involucradas en hechos ilícitos.
Además, acordaron mejorar el intercambio de información de análisis balísticos para rastrear el origen en particular de cada arma. Para la presidenta de México queda mucho trabajo por hacer y es necesario contar con la colaboración de Estados Unidos.
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La estrategia de México contra el crimen organizado
Desde que asumió la presidencia, Sheinbaum orientó en medidas la agenda común con Estados Unidos y las presiones de Donald Trump por la situación en la frontera.
Se activó la Operación Frontera Norte, que consistió en la asignación de unos 10.000 agentes de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en el límite fronterizo. Según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), al mes de abril ya se habían incautado más de 24 toneladas de droga, incluyendo 129 kilogramos de fentanilo, y cerca de 2.000 armas de fuego. También fueron extraditados a Estados Unidos 29 líderes del crimen organizado.
Entre ellos se encontraban Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, líderes de Los Zetas; El Viceroy, del Cártel de Juárez; Tony Montana, del Cártel Jalisco Nueva Generación; y Chango Méndez, de La Familia Michoacana.

Por otro lado, un destacado de la gestión en seguridad fue otorgar poderes de inteligencia a la Guardia Nacional y posibilitar que el personal militar ocupe cargos civiles, cuyos resultados aún están por verse y analizarse. Sin embargo, algunos expertos señalaron que mantener las atribuciones militares para esta fuerza policial es una decisión que reiteraron las gestiones de los últimos 20 años y los homicidios no hicieron más que crecer.
El Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana reveló que, del 2006 a la fecha, se multiplicó más de cinco veces el despliegue militar en tareas policiales y al mismo tiempo crecieron de 9 a 30 los homicidios cada 100.000 habitantes.