Rumbo a las elecciones presidenciales, Bolivia se encuentra sumida en el conflicto interno debido a la rivalidad política que enfrenta al presidente Luis Arce con Evo Morales. El mandatario denunció la frágil situación en la asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA) que podría afectar el proceso democrático fijado para el 17 de agosto.
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Qué sucede en Bolivia
Desde el regreso de Evo Morales a la vida política, Bolivia se halla en un caos político y social permanente. En junio de 2024, el Ejército encabezado por el comandante Juan José Zúñiga intentó realizar un golpe de Estado contra el presidente Luis Arce. En ese momento, el ex presidente había extendido su apoyo al gobierno y convocó marchas contra la acción militar,
Pese al gesto de estabilidad inicial, la disputa entre Morales y Arce deterioró las relaciones dentro del oficialismo. El actual mandatario había sido ministro de Economía durante los períodos presidenciales de Evo Morales hasta que asumió el poder en 2020.
La vuelta del ex presidente a la política apunta a regresar al poder. El bloque Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS–IPSP) se fragmentó, entre los que apoyan la renovación que implica Arce y aquellos que mantienen su respaldo a Morales rumbo a las elecciones del 17 de agosto, pero con consecuencias directas en la gestión actual.

La grieta se profundizó con la inhabilitación de Evo Morales, quien fue presidente por tres períodos consecutivos, por parte del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que en una sentencia ratificó que la reelección sólo puede ejercerse una vez de manera continua y consideró ilegítimo el tercer mandato que debía comenzar en 2019.
La actual crisis en el partido gobernante, sumado a la profundización de la crisis económica, se tradujo en un conflicto interno conformado por bloqueos en distintas rutas claves para la economía boliviana así como en protestas directas contra el gobierno de Arce que ocasionaron heridos y muertos, tanto civiles como de las fuerzas de seguridad.
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Luis Arce denunció a Evo Morales en la OEA rumbo a las elecciones
La crisis institucional de Bolivia llegó a la reciente asamblea general de la Organización de Estados Americanos. La canciller Celinda Sosa denunció ante la entidad internacional que los disturbios impulsados por Evo Morales ponen en riesgo la celebración de las elecciones generales del 17 de agosto.
Previamente, el gobierno boliviano denunció penalmente a Morales por ocho delitos, entre ellos terrorismo, instigación pública a cometer delitos y obstrucción de procesos electorales.

“Esta situación vulnera la estabilidad institucional, así como el derecho del pueblo boliviano a ejercer el voto libre, directo y soberano para definir su destino”, afirmó Sosa en su discurso y solicitó una misión de observación electoral de la OEA para garantizar el proceso electoral.
El pedido está sujeto a la elección de 2019, comicios en los que la OEA detectó “irregularidades” que favorecían a Morales para un cuarto mandato. El ex presidente se vio forzado a renunciar en medio de protestas sociales, denunció un “golpe de Estado”, y se exilió en México y posteriormente en Argentina.
De momento, no hubo una resolución para que veedores de la Organización de Estados Americanos participen de la elección del 17 de agosto en Bolivia en el marco de una profundización del conflicto interno entre Luis Arce y Evo Morales.