Europa apuesta por enfrentar la crisis ambiental desde el espacio. Recientemente, la Agencia Espacial Europea lanzó con éxito el satélite Biomass desde la Guayana Francesa, con el objetivo de medir la cantidad de carbono almacenado en los árboles de todo el mundo.
Este proyecto busca aportar información crítica para la comprensión del cambio climático, ya que los bosques, al absorber el dióxido de carbono (CO₂), funcionan como gigantescos sumideros naturales y juegan un rol clave en la regulación del clima global.
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Cómo funciona el nuevo satélite de Europa
El funcionamiento del satélite Biomass se basa en una tecnología innovadora: está equipado con un radar de banda P, una frecuencia de onda extremadamente larga que le permite atravesar las copas de los árboles y alcanzar sus partes más densas, como troncos y ramas principales.

Esta capacidad de “ver” el interior del bosque es lo que lo diferencia de otros satélites de observación terrestre. al analizar el eco de las señales de radar. Biomass podría estimar con gran precisión la biomasa forestal, es decir, la cantidad de materia orgánica que compone un bosque. Como aproximadamente el 50% de la biomasa de un árbol corresponde a carbono, los científicos podrán calcular con mayor exactitud esta cifra.
El satélite orbita la Tierra a una altitud de 665 kilómetros, completando entre 15 y 16 vueltas diarias. Esta órbita le permite recopilar información global de forma constante y eficiente. La misión está diseñada para durar al menos cinco años, durante los cuales Biomass generará un mapa tridimensional de la distribución y densidad de los bosques, especialmente en regiones tropicales, que hasta ahora han sido difíciles de monitorear con precisión por satélites anteriores.
Los resultados que se obtendrán con el satélite
Los datos que proporcionará Biomass son esenciales para diversas aplicaciones. En primer lugar, ayudarán a monitorear la deforestación en tiempo real, permitiendo identificar y frenar prácticas ilegales o insostenibles. También serán clave para evaluar la salud de los ecosistemas, ya que revelarán cómo responden los bosques a factores como el cambio climático, incendios o sequías.

Además, esta información permitirá a gobiernos, científicos y organizaciones ambientales diseñar políticas públicas más efectivas, orientar planes de reforestación y participar con mayor solidez en acuerdos internacionales sobre reducción de emisiones.
Biomass se complementa con otras misiones activas, como GEDI de la NASA, que desde la Estación Espacial Internacional utiliza tecnología LIDAR para medir la altura y estructura de los bosques. Mientras GEDI ofrece mapas detallados de áreas puntuales, Biomass se distingue por brindar una cobertura global más amplia y consistente, especialmente valiosa en zonas remotas o poco estudiadas.