Ya son más de 25.000 hectáreas arrasadas en la Patagonia a raíz de los incendios forestales que comenzaron en diciembre de 2024. Desde bomberos, brigadistas y miembros del SPLIF hasta voluntarios locales, unas 230 personas trabajan en el sur argentino para frenar el fuego en los sectores más afectados, dentro del área protegida.
Otra vez, la catástrofe de los incendios forestales obliga a cientos de vecinos a abandonar sus viviendas y genera una pregunta que se vuelve inevitable: qué ocurriría si un evento de esas características llegara a zonas más densamente pobladas.
- Te puede interesar: Entre llamas y negocios: la tragedia de los incendios forestales en Córdoba
Al respecto, en lugares donde la convivencia entre lo urbano y lo natural plantea desafíos constantes, la prevención y la respuesta ante emergencias cobran un papel fundamental. Entre las amenazas más frecuentes, los incendios forestales, sobresalen por su capacidad de destrucción, lo que hace imprescindible el trabajo de equipos especializados para combatirlos.
En este contexto, los Bomberos Voluntarios y los brigadistas del Servicio de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales (SPLIF) desempeñan roles esenciales, aunque con enfoques y metodologías distintas. Comprender las diferencias es clave para valorar su trabajo y optimizar la coordinación en situaciones críticas.
Incendios interfase, planificación y evacuación en una ciudad vulnerable
Situada en una zona de alta vulnerabilidad ambiental, la ciudad de Bariloche es un ejemplo claro de una urbe donde las amenazas naturales y accidentales son una preocupación constante. Entre los principales riesgos que enfrenta la población se encuentran los incendios, los deslaves, las inundaciones, los vientos fuertes, las nevadas, los accidentes vehiculares y las lluvias intensas. Para hacer frente a estos desafíos, desde Protección Civil se han desarrollado mapas técnicos de riesgo, con especial atención a los deslizamientos de tierra y los incendios interfase, que representan una de las mayores amenazas para la seguridad de la comunidad.
Los incendios interfase son aquellos que ocurren en zonas donde la vegetación y las construcciones urbanas se entremezclan, lo que aumenta la complejidad de la respuesta ante emergencias. La propagación del fuego en estas áreas puede ser rápida y devastadora, poniendo en peligro tanto vidas humanas como infraestructura. Por esta razón, se trabajó en la confección de mapas de riesgo que permiten identificar las zonas más propensas a este tipo de eventos para, sobre esa base, tomar medidas preventivas pertinentes.
Además, como parte de la planificación ante emergencias, se estableció un plan de evacuación estructurado en 52 puntos de encuentro estratégicamente distribuidos en la ciudad. Estos puntos fueron diseñados para garantizar que la población tenga lugares seguros a los cuales dirigirse en caso de ser necesario evacuar determinadas áreas. La difusión de esta información entre los ciudadanos es fundamental para reducir la improvisación en momentos de crisis y facilitar la labor de los equipos de rescate.
Incendios forestales: el trabajo especializado del SPLIF
En cuanto a la respuesta ante incendios, Bariloche cuenta con la labor fundamental de los Bomberos Voluntarios y el Servicio de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales (SPLIF). La diferencia entre ambos radica en su especialización: mientras que los primeros están preparados y equipados para trabajar en estructuras edilicias, los brigadistas del SPLIF tienen la capacitación y las herramientas adecuadas para combatir incendios forestales, utilizando técnicas manuales y equipos específicos.
Dada la particularidad de los incendios interfase en la ciudad, se definió un protocolo de respuesta en el cual la primera asistencia debe ser proporcionada por el equipo que se encuentre más cercano al evento. Esto significa que, ya sea que el incendio se desate en una vivienda o en un área forestal, la prioridad es actuar de inmediato para contener el fuego hasta que llegue el equipo especializado. Esta estrategia permite optimizar los recursos y minimizar los daños en la mayor medida posible.
La coordinación entre las distintas instituciones y la concientización de la población son fundamentales para reducir los riesgos y mejorar la capacidad de respuesta ante eventos adversos. En este sentido, la planificación y la prevención siguen siendo las herramientas más eficaces para garantizar la seguridad de los habitantes de Bariloche frente a los diversos peligros a los que están expuestos.
Entre emergencias urbanas y combate forestal: bomberos y brigadistas
En síntesis, ¿en qué se diferencian entonces los bomberos de los brigadistas? Los bomberos son voluntarios y atienden las emergencias urbanas como incendios de casas o construcciones, accidentes de tránsito, etc. Los brigadistas combaten exclusivamente los incendios forestales y su trabajo es remunerado.
- Te puede interesar: Alerta incendios: ¿por qué Argentina necesita una ley de humedales?
Otro factor diferencial es el referido al entorno. Mientras los bomberos atacan el fuego dentro de una estructura, los brigadistas deben lidiar con factores meteorológicos como el viento y la humedad, entre otros.Más allá de su desempeño en el terreno, el SPLIF tiene un área dedicada a la concientización de los vecinos, que abarca desde charlas en las escuelas para educar a los chicos hasta la capacitación de los adultos. En cuanto a estos últimos, las reuniones apuntan a que entiendan la importancia de evitar la quema de residuos o la limpieza de los terrenos y conozcan cómo manejarse ante un siniestro.
