La existencia de cargas elรฉctricas en nuestro entorno es un hecho conocido. Cuando las emisiones de radio y televisiรณn, o las comunicaciones telefรณnicas estรกn perturbadas, solemos referirnos a las descargas estรกticas o โestรกticosโ, como perturbadores de la transmisiรณn de las ondas portadores de las voces, mรบsica e imรกgenes. Es muy probable que nuestros conocimientos de Fรญsica nos permitan recordar que frotando una barra de vidrio, u otro material aislante, podemos observar la atracciรณn de trozos de papel y materiales livianos, como ocurre con los imanes que atraen metales ferrosos.
Esta propiedad de generar campos electrostรกticos fue puesta en evidencia en el aรฑo 1.600, por William Gilbert, mรฉdico de Isabel I, reina de Inglaterra, que frotรณ barras de รกmbar y vidrio, que atrajeronย cuerpos livianos, como ya se mencionรณ. Electrรณn, nombre griego del รกmbar, originรณ la designaciรณn de โelรฉctricoโ al fenรณmeno observado por Gilbert.
Mรกs tarde, fue la capacidad de observaciรณn, el tesรณn y la habilidad de Benjamรญn Franklin quiรฉn, en 1752, postulรณ la existencia de cargas elรฉctricas en las nubes. Su pragmatismo le condujo a realizar experimentos que le permitieron verificar la existencia de dichas cargas elรฉctricas. De esa manera desarrollรณ el โpararrayosโ, aparato que, de alguna manera, reducรญa los efectos de las descargas elรฉctricas sobre el suelo. El mismo principio, puesto en evidencia hace mรกs de 260 aรฑos, sirve para reducir los efectos de este tipo de descargas naturales sobre aviones en vuelo y barcos en navegaciรณn.
Los procesos atmosfรฉricos generadores de descargas elรฉctricas son bien conocidos en los รกmbitos cientรญficos. Sin embargo, la mayorรญa de la poblaciรณn desconoce las causas fรญsicas que dan origen a los rayos, relรกmpagos y truenos que resultan de la actividad elรฉctrica dentro de las nubes de tormenta. Tampoco estรก informada sobre las perturbaciones que las tormentas y otros procesos elรฉctricos causan sobre la salud y el bienestar humano.
Ademรกs, aunque percibidos por muchas personas, los efectos de las cargas elรฉctricas que se acumulan en personas, vehรญculos en movimiento y en partรญculas diversas, que se cargan por fricciรณn, producidas por corrientes de aire horizontales y verticales, son poco conocidos. La Medicina nos informa que son causa de desasosiego, como ocurre cuando se tiene contacto con objetos cargados que, inclusive, pueden ser personas que acumulan cargas por fricciรณn. Ello ocurre cuando transitan por pisos alfombrados, particularmente en ambientes secos. Tambiรฉn suelen experimentarlos personalmente, cuando el peine, con el cual se aliรฑan cabellos limpios y secos, produce cargas electrostรกticas. Estas se ponen en evidencia por el chasquido de la descarga o por las pequeรฑas chispas que pueden observarse en recintos poco iluminados.
Tambiรฉn la proximidad a cargas elรฉctricas intensas, sean naturales, como las que generanย descargas de rayos en las nubes, de nubes al suelo y del suelo a las nubes, o artificiales como los campos electromagnรฉticos en las proximidades de lรญneas transmisoras de energรญa elรฉctrica de alta tensiรณn, origina efectos sobre las personas. Debemos tener en cuenta que las descargas de energรญa, mediante las cuales se reciben las comunicaciones por telรฉfono celular pueden, tambiรฉn, producir efectos negativos sobre las personas, la seguridad sanitaria exige estudios profundos en esta materia. Como se menciona mรกs adelante, esta y otras cuestiones relativas al impacto de las descargas electrostรกticas y los flujos electromagnรฉticos intensos, han integrado las fuentes de โcontaminaciรณn del aireโ.
Eventos ocurridos recientemente demuestran que las descargas de rayos, relรกmpagos y centellas, al aire libre, producen lesiones y muerte, ย dependiendo de la proximidad al punto de impacto. Sin embargo estudios disponibles son escasos y para ciertos rayos, como los rayos globulares, la informaciรณn disponible es incompleta. Tambiรฉn se sabe del malestar que generan las cargas electrostรกticas en รกmbitos cerrados y en tormentas de polvo y arena.
Claro que, como sabemos, podemos deleitarnos con meteoros elรฉctricos, como ocurre con la observaciรณn de las auroras polares y los โfuegos de San Telmoโ, que iluminan los mรกstiles de barcos a velas, por efecto del campo elรฉctrico terrestre.
Sin embargo, la mayorรญa de la poblaciรณn desconoce la existencia de estos campos, de presencia permanente en nuestro entorno ambiental, en los cuales, con tiempo bueno y en condiciones de tormentas elรฉctricas, estamos inmersos. Desde el comienzo de los tiempos, nuestros ancestros reconocieron el impacto d las tormentas elรฉctricas sobre los sistemas naturales y, como lo relata la tradiciรณn, es probable que el primer contacto del ser humano con el fuego, hayaย resultado de un incendio natural, causado por rayos que iniciaron fuego en un bosque. Muchos menos son quienes estรกn informados sobre sus efectos fisiolรณgicos y psรญquicos y sobre las interacciones con otros campos del sistema solar, como la magnetosfera y los vientos solares.. Sin embargo, disponemos de informaciรณn prรกctica, sobre la importancia de estas interacciones en las comunicaciones, dentro y fuera del sistema solar.
En cuanto hace a nuestra salud y bienestar, quienes se han ocupado del tema han hallado que nuestro sistema nervioso reacciona frente al campo elรฉctrico terrestre, sus variaciones y los campos inducidos. Las descargas de los rayos, nos afectan debido a que las molรฉculas cargadas de energรญa son estรญmulos elรฉctricos y quรญmicos que tienen consecuencias, aรบn no determinadas convenientemente, sobre la salud humana. Al respecto, recordemos que la definiciรณn de la Organizaciรณn Mundial de la Salud (OMS).
โLa salud humana es un estado de bienestar fรญsico, mental y social completo, no solamente la ausencia de enfermedad o malestarโ
Algunos estudios mรฉdicos, particularmente en lo inherente al bienestar humano, iniciados en 1980, han explicado fenรณmenos y procesos vinculados a las โestรญmulos electromagnรฉticosโ derivados de los eventos de la temperie,
que consideramos mรกs adelante. De todas maneras es necesario destacar que, frente a los cambios globales, esta cuestiรณn continรบa siendo una materia pendiente, en particular por los efectos de la exacerbaciรณn de los eventos extremos de la temperie y el clima,
Esta introducciรณn, pone en evidencia las deficiencias que mostraron las improvisaciones y las magras explicaciones, con las que se trataron los problemas enfrentados por la comunidad veraniega de las playas bonaerenses, ha comienzos del aรฑo 2014. Las desgraciadas situaciones registradas ponen en evidencia que el desconocimiento de las particularidades del campo elรฉctrico, en situaciones de tormentas intensas, y muestra que no se tomaron las precauciones del caso. La falta de una educaciรณn ambiental apropiada, tanto en el personal de vigilancia, como, masivamente, lo demostraron los veraneantes presentes, demuestra que, si existiera educaciรณn ambiental, personal y comunitaria, las normativas y reglas de comportamiento no estarรญan fundamentadas en un conocimiento cabal de los procesos que nos ocupan.
En fin, las reacciones apuradas de ciertos niveles de decisiรณn han hecho evidente que las recomendaciones efectuadas carecen de sustento racional. Esta situaciรณn pone en evidencia una vez mรกs la dicotomรญa Ciencia-Polรญtica que, al afectar situaciones puntuales como la que nos ocupa, muestra, una vez mรกs, la incompetencia de los niveles de decisiรณn, enย el tratamiento de los problemas derivados de los flagelos ambientales, que afectan a las condiciones de seguridad necesarias para lograr el progreso sostenible de la comunidad nacional.
Resumiendo, el conocimiento cientรญfico-tรฉcnico sobre la materia es pobre e incompleto, estรก desactualizado y no considera los efectos coadyuvantes de las distintas componentes del Cambio Ambiental Global. Esto explica porque no se observan acciones precautorias apropiadas, tanto preventivas como de manejo de riesgo y prevenciรณn de desastre.
El Campo Elรฉctrico Terrestre: Causas y Efectos
El campo elรฉctrico terrestre es una particularidad, que hace evidente los procesos fรญsicos que resultan de sus emisiones radioactivas y su campo magnรฉtico, que constituyen el sistema electromagnรฉtico terrestre. Dicho de otra manera, es el sistema elรฉctrico propio del planeta, resultante de los movimientos normales de las cargas elรฉctricas entre las diferentes capas de su atmรณsfera, especialmente de la ionosfera y de sus interacciones con el flujo de fotones solares ionizantes, gobernado por la magnetosfera terrestre. Tambiรฉn alimentan a este circuito elรฉctrico atmosfรฉrico global otras partรญculas ionizantes y radiaciones, como los rayos gamma, provenientes del espacio exterior.
El fenรณmeno elรฉctrico fundamental de la baja atmรณsfera es el campo elรฉctrico vertical que, en condiciones de cielo despejado, estรก dirigido hacia abajo. Esto implica que la superficie terrestre tiene una carga negativa y la atmรณsfera una positiva.
La densidad de carga en la superficie conductora de la Tierra es de alrededor de 3 unidades electrostรกticas negativasย por metro cuadrado. En condiciones de buen tiempo, la carga elรฉctrica terrestre total suma alrededor de 5 x 105 Coulombs.
En funciรณn de estos valores, la intensidad del campo elรฉctrico vertical tiene un mรกximo, promediadoย sobre la superficie terrestre, del orden de 120 volts por metro. Sobre los ocรฉanos es de unos 130 Volts por metro. En zonas industriales, donde el aรญre estรก muy contaminado, el campo elรฉctrico es realzado de manera considerable, con valores medios que, en Kew (UK), alcanza unos 370 Volts por metro.
La intensidad de campo (o el gradiente del potencial elรฉctrico) disminuye con la altura, a la altitud de 10 Km, reduciรฉndose sรณlo el 3 % de su valor en la superficie. Sin embargo el potencial de la atmรณsfera, con respecto a la superficie terrestre, aumenta con la altitud hasta, aproximadamente los 20 km, por encima el potencial permanece sensiblemente constante en un valor del orden de 4 x 105 Volts. El pequeรฑo gradiente del potencial existente por encima de los 20 km de altitudย indica que, a esos niveles, el aire es altamente conductivo. Aparentemente no hay variaciones anuales del gradiente de potencial sobre el mar, pero las estaciones terrestres muestran un mรกximo en el invierno y un mรญnimo en el verano.
Evidentemente, las tormentas elรฉctricas y las descargas de sus relรกmpagos producen cambios en el campo elรฉctrico terrestre, sobre tierra y mar. Las primeras determinaciones confiables de las cargas involucradas en los procesos tormentosos fueron hechas por C.T.R Wilson (1920), que ย midiรณ los cambios en el campo elรฉctrico vertical, producidos por las descargas de los rayos.
Sin considerar la extremadamente intensa carga elรฉctrica, existente en la ionosfera, ubicada en los lรญmites extremos de la alta atmรณsfera, por encima de los 85 kilรณmetros de altitud, podemos comprobar que, en nuestro habitaย atmosfรฉrico, por debajo de los 1000 kilรณmetros de altitud, hay siempre una cantidad de cargas positivas y negativas. Si bien estas cargas no muestran un patrรณn ordenado en su distribuciรณn espacial, su balance es netamente positivo. En cambio la superficie terrestre cargada negativamente.
Tal es la situaciรณn en dรญas con โbuen tiempoโ. Cuando la temperie se presenta con nubosidad creciente, se registran cambios en el balance de las cargas atmosfรฉricas. Sin embargo, se mantiene la distribuciรณn desordenada. En las nubes de tormenta, las corrientes ascendentes y descendentes generan nuevas cargas, incrementando la diferencia de potencial entre segmentos de la nube.
Es oportuno destacar que las condiciones de la humedad absoluta, medida como una relaciรณn de mezcla, entre los gramos de vapor de agua por kilogramos de aire seco, asรญ como las reacciones quรญmicas que tienen lugar sobre la Tierra y en los procesos de acidificaciรณn de las nubes, pueden liberar partรญculas cargadas en la atmรณsfera. El proceso de condensaciรณn por el ascenso de masas de aire hรบmedo, genera las gotas de nubes. Procesos que no se mencionan aquรญ, dan origen a gotas de lluvia y cristales de hielo. En condiciones meteorolรณgicas deย actividad convectiva intensa, tambiรฉn se puede formarย granizo. Debido a la fricciรณn y a la ruptura de gotas de diรกmetro aparente del orden de 5 milรญmetros o mรกs, tambiรฉn se generan cargas elรฉctricas, que hacen de las tormentas mรกquinas generadoras de importante cantidad de cargas elรฉctricas ย Este proceso de separaciรณn de cargas fue estudiado por P. Lenard, en 1892.
Como se ha mencionado, el campo elรฉctrico atmosfรฉrico presenta variaciones diurnas y muestra cambios en el valor medio de 120 volts por metro de altura, sobre la tierra plana y de unos 130 Volts por, metro sobre el mar calmo. La conocida propiedad de la electricidad de escapar por las puntas hace que sobre suelos con topografรญa marcada, el gradiente vertical del potencial cambie. Tambiรฉn los obstรกculos artificiales, como las construcciones, producen esos cambios. Estas condiciones son mรกs efectivas en caso de cielos cubiertos y con tormentas, segรบn veremos mรกs adelante.
Las mediciones de la electricidad atmosfรฉrica son mediciones de diferencias de potencial entre puntos de la superficie y ย puntos la atmรณsfera, por encima del suelo. Estas mediciones indican que los valores del potencial difieren con las caracterรญsticas geomorfolรณgicas del terreno. Se han medido diferencias de 3000 Volts entre distancias del orden de 30 metros. Las cargas que definen el campo elรฉctrico y, consecuentemente, la diferencia de potencial del campo elรฉctrico con la altura, tambiรฉn muestran variaciones estacionales.
A manera de comentario adicional, es oportuno alertar a quienes pudieran pensar en la utilizaciรณn del campo elรฉctrico terrestre como fuente de energรญa renovable, que en la atmรณsfera inferior, la conductividad es muy baja. Esta conductividad depende de la existencia de iones producidos por los materiales radioactivos del aire y el suelo yย por los efectos de los rayos cรณsmicos que alcanzan la superficie. Los iones se clasifican en iones pequeรฑos que consisten en una molรฉcula cargada, aisladaย y rodeada por un conjunto de algunas molรฉculas neutras. Ello hace que posea una movilidad de alrededor de 1,5 centรญmetros por segundo, por volt. Los iones mรกs grandes, conformados por conglomerados de iones mรกs pequeรฑos, unidos a una partรญcula neutra, pero mรกs grande, tienen movilidades del orden de 10-4 centรญmetros porย segundo, por volt (*). La concentraciรณn promedio de iones pequeรฑos es mayor sobre el ocรฉano que sobre la tierra.
Esta escasa conductividad es la razรณn por la que las cargas, por ejemplo, las generadas por la fricciรณn que se produce al caminar sobre alfombras sintรฉticas, se acumulen en el cuerpo de personas que las descargan abruptamente, en contacto con los cuerpos que contactan, inclusive lo hacen con otras personas. Las descargas son mรกs importantes cuando la persona cargada tiene baja conductividad corporal. Volveremos sobre esta cuestiรณn al tratar el tema de la salud y el bienestar humano, ante los efectos del campo elรฉctrico y sus variaciones.
(*)10-4 cm = 0,0004 cm.
Breve relato de las causales externas del campo elรฉctrico terrestre
Refiriรฉndonos a las causales externas, ellas tienen su sede en el espacio exterior y en el espacio prรณximo a la atmรณsfera. En el espacio exterior la magnetopausa fluye a lo largo del lรญmite de la magnetosfera y el plasma que la rodea. Los fenรณmenos elรฉctricos del plasma son gobernados u organizados por este campo magnรฉtico. La mayorรญa de las partรญculas solares son desviadas, desplazรกndose en ambos lados de la magnetopausa. Algunas de estas partรญculas son atrapadas por el campo magnรฉticoย y construyen cinturones de radiaciรณn. El cinturรณn de Van Allen es un cuerpo de forma toroide (semejante a una rosca pastelera), formado por partรญculas cargadas de energรญa. Se trata de un plasma que rodeaย a nuestro planeta, atrapado por el campo magnรฉtico terrestre. No todos los planetas del sistema solar tienenย esta propiedad, ni disponen de campos magnรฉticos externos.
En altitudes que exceden al lรญmite de la atmรณsfera, aproximadamente a 1000 kilรณmetros sobre el nivel del mar, su carga elรฉctrica constituye un elemento continuo, denominado โelectrosferaโ. Es un estrato que rodea a la Tierra y se extiende por encima de la atmรณsfera hasta la ionosfera. Esta capa posee una elevada conductividad elรฉctrica y, esencialmente, se mantiene a un potencial elรฉctrico constante. La ionosfera es el borde interior de la magnetosfera y es ionizada por la radiaciรณn solar. La fotoionizaciรณn es un proceso fรญsico por el cual un fotรณn que incide sobre un รกtomo, iรณn o molรฉcula produce la eyecciรณn de uno o mรกs electrones, modificando la carga elรฉctrica del entorno afectado que, en el caso que nos ocupa, es la atmรณsfera.
No olvidemos que otras formas de carga de la atmรณsfera incluyen los procesos de evaporaciรณn del agua de la superficie terrestre, con la formaciรณn de hidrometeoros como las nubes, las precipitaciones de agua, nieve y granizo, cuya fricciรณn en el seno de las nubes genera cargas electrostรกticas. Ademรกs, la fricciรณn de partรญculas de suelo y las reacciones quรญmicas que se producen en la superficie y liberan partรญculas cargadas a la atmรณsfera. Ademรกs, el aire es ionizado por la acciรณn de los rayos cรณsmicos, la radiaciรณn ultravioleta del Sol, la radiaciรณn de sustancias radioactivas que se encuentran en la Tierra y en el aire y por las propias descargas elรฉctricas que se producen en la atmรณsfera.
Las descargas de lรญneas transmisoras de energรญa elรฉctrica y los campos electromagnรฉticos artificiales (caso de las comunicaciones mediante telรฉfonos celulares), tambiรฉn tienen efectos sobre el campo elรฉctrico terrestre. En algunos paรญses, estas radiaciones electromagnรฉticas forman parte de una forma de contaminaciรณn adversa a la salud y el bienestar humano.
De todas maneras, como veremos mรกs adelante, las variaciones del campo elรฉctrico tienen efectos, importantes y escasamente conocidos, sobre la salud y el bienestar de los seres vivos. Unos adversos como los rayos, relรกmpagos, centellas y truenos, o las modificaciones de la intensidad de campo. Otros beneficiosos, en entornos con predominio de cargas negativas.
En fin, recordemos que la electricidad atmosfรฉrica es la causa mรกs frecuente de desvรญos o cancelaciรณn de la transmisiรณn de ondas electromagnรฉticas
Los procesos adiabรกticos sobre el aire atmosfรฉrico producen el calentamiento de las masas de aire descendentes, como ocurre con el viento Zonda, de Cuyo, que eleva marcadamente las temperaturas sobre el suelo, produciendo el malestar de las personas y animales. Estas condiciones se agravan cuando, como ocurre con el viento que produce fricciรณn de partรญculas de polvo y arena, que generan elรฉctricas, en condiciones de sequedad del aire. En el sur de Europa el caso del viento denominado โsirocoโ, produce alteraciones del campo elรฉctrico local, debido a su alto grado de sequedad.
Las corrientes ascendentes enfrรญan a las masas de aire, dando origen a la condensaciรณn de su contenido de vapor de agua. Asรญ se forman las gotitas de nubes y de nieblas. Las gotas de nubes, una vez adquirido un tamaรฑo apropiado, suelen romperse, originando cargas positivas y negativas.
En el ascenso, alcanzadas las temperaturas de congelaciรณn, la formaciรณn de cristales conduce a la formaciรณn de cargas electrostรกticas, por fricciรณn entre ellos, aportando a la carga elรฉctrica de las nubes de tormenta.
Valga mencionar que el granizo depende del proceso de evaporaciรณn de las gotitas/gotas de agua enย mezcla con cristales de hielo, con una temperatura de entorno del orden de 32ยบ C bajo cero.ย La diferencia de tensiรณn de vapor sobre el agua y el hielo produce la evaporaciรณn de las gotitas y su coalescencia con los cristales de hielo, iniciando la formaciรณn de granizos. El tamaรฑo de los mismos es funciรณn de las veces en que se repite la evaporaciรณn de gotitas y su pasaje a formar parte del granizo inicial, que, aumentando su peso, inicia el descenso hacia la superficie terrestre. Que caiga menos rรกpido depende de la intensidad de las corrientes verticales, dentro de la nube. En consecuencia, el grado de inestabilidad de la masa aรฉrea que genera a la nube, asรญ como su contenido de humedad absoluta, definen el tamaรฑo del granizo, que puede alcanzar el tamaรฑo de pedrisco en cรฉlulas convectivas intensas.
Algunas observaciones de tormentas elรฉctricas
La carga medida con el equipo diseรฑado por C.T.R. Wilson y T.W. Wormell, en la serie de observaciones realizadas por Wormell (1939) y Pierce (1955), permitiรณ determinar valores absolutos del campo vertical a nivel del suelo. Los resultados mostraron que, en las tormentas registradas sobre Inglaterra, la relaciรณn entre los nรบmeros de cambios de los campos positivos y negativos cayeron de alrededor 4,4 para relรกmpagos dentro de los 5 km de distancia a 1,1 a 30 kmย del instrumento, permaneciendo constantes cuando el relรกmpago se producรญa mรกs lejos de esta รบltima distancia.
Estas cifras indican los efectos de las descargas de estos meteoros y los cambios abruptos del campo elรฉctrico, como resulta fรกcil suponer, disminuyen con la distancia de la fuente. Estas mediciones confirman la necesidad de alejarse de una nube de tormenta cuando el trueno que sigue al relรกmpago se escucha inmediatamente despuรฉs de haberlo percibido visualmente.
Una simple medida de precauciรณn, fรกcil de ejecutar, consiste en medir el tiempo transcurrido entre la visualizaciรณn de un relรกmpago y la percepciรณn del trueno que genera. Como la velocidad de la luz es de 300.000 kilรณmetros por segundo, su percepciรณn visual es prรกcticamente instantรกnea; sin embargo, como la velocidad del sonido es de unos 325 metros por segundo, el nรบmero de segundos transcurridos entre las dos percepciones, la visual y la auditiva, permite determinar aproximadamente la distancia de la descarga y alejarse convenientemente del nรบcleo de las descargas. Un intervalo de 10 segundos indica que la tormenta elรฉctrica se encuentra, aproximadamente, a unos 3 kilรณmetros del sitio del observador. Esta distancia es mรกs que segura.
Evidentemente, en los casos enย que la percepciรณn de la luz y el sonido es casi instantรกnea, es oportuno y necesario alejarse de la zona de tormenta. Ello se debe a que las variaciones abruptas del campo elรฉctrico pueden producir shocks y molestias fรญsicas y psicolรณgicas, dependiendo de la condiciรณn electrostรกtica del individuo receptor, que varรญa de persona a persona.
Electrificaciรณn de las nubes
El campo elรฉctrico de la Tierra, como planeta integral, cuyos orรญgenes hemos mencionado, se observa sobre el terreno, los mares y ocรฉanos y en la atmรณsfera. Sin embargo, tambiรฉn existen procesos de electrificaciรณn de las nubes que tienen caracterรญsticas particulares.
Las nubes son unidades dinรกmicas dentro de las cuales se desarrollan diversos procesos fรญsico-quรญmicos. Un caso particular es el de nubes formadas por las corrientes ascendentes, mediante las cuales se transmite hacia la atmรณsfera el calor acumulado por intercepciรณn de la energรญa solar, sobre los distintos tipos de suelo โtierra firme, aguas continentales y marinas. Como quizรกs recordemos, la escuela nos enseรฑรณ que este proceso de transmisiรณn de calor se llama โconvecciรณnโ. Ello origina la designaciรณn de โnubes convectivasโ para las nubes de desarrollo vertical, normalmente instaladas en la troposfera, aunque a veces la excedan. Recordemos que la troposfera es la capa atmosfรฉrica inferior que, desde el suelo, se extiende hasta unos 11 kilรณmetros de altitud.
Habida cuenta que la naturaleza heterogรฉnea de losย suelos, sean llanuras sin vegetaciรณn, pastizales, bosques, lagos, estuarios, mares, etc, interceptan a la energรญa solar de maneras diferentes, debemos esperar una distribuciรณn heterogรฉnea de las corrientes convectivas. Si pudiรฉramos hacerlas visibles comprenderรญamos las razones que tienen quienes practican vuelo a vela cuando eligen sus rutas en funciรณn de la ubicaciรณn de tales corrientes convectivas. Ellas interesan tambiรฉn a quienes vuelan โparapentesโ-(paracaidas de pendiente), en bรบsqueda de records de distancia.
La observaciรณn de los procesos elรฉctricos en la nube, junto con mediciones ha permitido asumir que un sistema de inestabilidad convectiva puede estar constituido por varias cรฉlulas convectivas. La heterogeneidad de los suelos, las caracterรญsticas geomorfolรณgicas y la naturaleza de la superficie calentada por el Sol. La evidencia que dan las descargas entre nubes de un mismo sistema, indica que los procesos de carga elรฉctrica estos sistemas y, consecuentemente, sus interacciones con el suelo son variables, condiciรณn que aรบn deben estudiarse en profundidad.
De todas maneras, las cargas podrรญan distribuirse entre positivas y negativas, con predominio neto de las cargas positivas, que luego descargan hacia el campo negativo de la Tierra, produciendo rayos de intensidades, tamaรฑos y configuraciones distintas, segรบn se formen y se combinen las energรญas elรฉctricas de las distintas cรฉlulas nubosas que adicionan las intensidades de sus campos elรฉctricos.
La formaciรณn de campos elรฉctricos intensos en las nubes estรก bรกsicamente asociada con la separaciรณn de cargas elรฉctricas positivas y negativas, dentro de las nubes. Ello ocurre por ionizaciรณn, por fricciรณn de cristales de hielo y, de manera importante, debido a la ruptura de gotas de lluvia de diรกmetro aparente de 5 o mรกs milรญmetros. Al desintegrarse por efecto de las corrientes violentas, en nubes de inestabilidad, o durante su caรญda, en forma de precipitaciรณn, las gotitas resultantes adquieren cargas elรฉctricas positivas y negativas. Este proceso fรญsico fue descubierto por el fรญsico alemรกn P.Lenard, en 1892.
Los procesos de generaciรณn de electricidad en las nubes convectivas, adquieren niveles elevados en los procesos atmosfรฉricos que conducen a la formaciรณn de cumulonimbus. Este tipo de nubes actรบa como una mรกquina electrostรกtica instalada en cada lugar de la Tierra, donde descarga su energรญa elรฉctrica y crea los mismos temores que sufrieran los primeros habitantes de este planeta, con respecto al poder destructivo del relรกmpago. La magia del trueno- Deo tonanti; Deo fulminatori, o el altisonante vocablo Tonnerre, de los franceses, explican porqueย esta magia entrรณ en las religiones y en el folclore de los pueblos primitivos.
En โEl vuelo de los Rayosโ, publicado en 1950 por B.F.J.Schonland, miembro de la Royal Society y especialista en electricidad atmosfรฉrica, el autor destaca que el objetivo de su trabajo cientรญfico y de su libro es mantener el interรฉs en el desarrollo general de la este segmento de las Ciencias Atmosfรฉricas, asรญ como informar a quienes muestran preocupaciรณn por la electricidad atmosfรฉrica y por las medidas de protecciรณn requeridas ย para reducir sus efectos nefastos.
Interacciรณn nube-suelo
Las investigaciones disponibles indican que los cambios en la cantidad de carga elรฉctrica en las nubes producen variaciones del potencial elรฉctrico sobre el suelo. A este respecto, recordemos que en condiciones de la temperie con cielo despejado, el campo elรฉctrico en superficie es del orden de 120 Volt por metro de altura. Sobre el mar es de unos 130 Volt por metro.
En las situaciones meteorolรณgicas de cobertura con nubes de tormenta, ese potencial puede alcanzar valores excepcionales de 10.000 Volt por metro y no debiera exceder los 20.000 Volt por metro, en caso de tormentas severas.
La situaciรณn cambia inmediatamente despuรฉs de la descarga de un rayo, cuando la tormenta elรฉctrica se encuentra a una distancia inferior a 2 kilรณmetros. En estos casos las variaciones del campo elรฉctrico en el suelo pueden estar entre los 10.000 y 60.000 Volt por metro.
Las observaciones muestran que la relaciรณn entre el nรบmero de descargas dentro de la nube y hacia el suelo varรญa entre 50 a 1 y 5 a 1. La media es de e10 a 1. Por eso las imรกgenes muestran mรกs relรกmpagos enย altura que entre nube y el suelo.(adjuntar dos o tres fotos de rayos)
Otros datos de interรฉs, para informarnos sobre la intensidad de los eventos elรฉctricos en la atmรณsfera son los que indican que los rayos estallan entre puntosย de diferencia de potencial marcada, que llega a exceder los 300.000 Volts.
La cantidad de energรญa liberada por una tormenta elรฉctrica promedio es de una 10 millones de KWh. Esta es la energรญa equivalente a la explosiรณn de una cabeza nuclear de una bomba de 20 Kilo-toneladas. En los casos de tormentas severas, la cantidad de energรญa liberada puede ser entre 10 y 100 veces mayor. Las corrientes elรฉctricas generadas por estas descargas pueden ser de decenas de kilo-Amperes y transferir cargas elรฉctricas, entre la nube y el suelo, de unos 5 Coulombs, con entrega de energรญa de centenas de Mega Joules. Esta cantidad de energรญa se refleja en un marcado incremento de la temperatura, en el punto de impacto, que puede alcanzar, aproximadamente, los 4.000ยบ C.
Los valores de estas variables del campo elรฉctrico terrestre, en situaciones de tormentas, justifican que su impacto directo sobre una persona o grupos de ellas tenga efectos letales y que, a las distancias mencionadas ya, se originen condiciones de malestar y afecciones fisiolรณgicas y psรญquicas.
Efectos de la electricidad atmosfรฉrica sobre la salud
Comenzando por los campos electrostรกticos que influyen sobre el bienestar y la salud, debemos recordar lo expresado anteriormente sobre la carga de los cuerpos vivos, vehรญculos,ย objetos, debidas a la fricciรณn.
La fricciรณn puede ser producida por el desplazamiento del individuo o el objeto sobre superficies que, por su calidad, como ocurriรณ con las barras de รกmbar (electrรณn, en griego), se cargan de energรญa elรฉctrica. Este procesos ocurre en lugares abiertos, muchas veces originados por causas meteorolรณgicas, como ocurre con el viento โsirocoโ que, desde รfrica y Cercano Oriente, invade el sur de Europa y las Islas Canarias, causando situaciones de malestar y tensiones en los seres vivos.
El siroco, โSciroccoโ, en Italia; โJaloqueโ en Espaรฑa; โJugoโ, en Croacia, Montenegro y Eslavonia; โMarinโ, en Francia, y โCalimaโ en Canarias, surge de una masa tropical seca y cรกlida, de los desiertos de Arabia y รfrica, que se desplaza hacia el norte por el efecto convergente de bajas presiones y cruzar el Mediterrรกneo, invadiendo a los paรญses mencionados. Otros vientos secos, como el Foehn (Zonda en Cuyo); Chinook y Santa Ana en USA; etc, estรกn asociados a travรฉs de las culturas con irritaciรณn, mal carรกcter, accidentes y violencia. Fuera de esta riqueza folclรณrica, pocos son los estudios controlados sobre estos efectos.
En Argentina y, en particular en la regiรณn de Cuyo, donde varias veces se han detectado estados de alteraciรณn psรญquica, en personas bajo la influencia de ese viento cรกlido, muy probablemente cargado elรฉctricamente, por encima de los valores normales, se hace evidente la necesidad de realizar estudios de impacto.
La fricciรณn de las arenas de los desiertos que atraviesa, carga al viento siroco con electricidad estรกtica, originando efectos similares a la carga por fricciรณn sobre el suelo. Ello ocurre tambiรฉn sobre superficies heladas, auto-rutas y caminos no pavimentados, donde se registran efectos similares. Por ejemplo, cargando a los automรณviles que circular sobre ellos. Esta es la razรณn por la que en suelo, las personas que se ponen en contacto con los vehรญculos cargados, sufren descargas intensas. Por eso el uso de elementos conductores, que conectan el vehรญculo, aislado del suelo por sus neumรกticos,ย a fin de reducir el potencial de la carga por fricciรณn y, consecuentemente, evitar la sensaciรณn desagradable de la descarga a travรฉs del cuerpo.
A este respecto, debemos mencionar que algunos estudios mรฉdicos han permitido mejorar la conductividad del cuerpo humano, a fin que las personas con escaso grado de conductividad corporal, no sufran los inconvenientes que la electricidad atmosfรฉrica causa en la salud.
Las molรฉculas cargadas son estรญmulos elรฉctricos y quรญmicos, de consecuencias aรบn indeterminadas sobre la salud humana. Sabemos que la especialista en cuestiones psiquiรกtricas, Dr L. Persinger, revisรณ y produjo algunas explicaciones sobre varios de los fenรณmenos asociados con los estรญmulos electromagnรฉticos derivados de la matriz de la temperie. La informaciรณn que sigue pretende sintetizar sus conclusiones.
La electricidad atmosfรฉrica origina iones que `podrรญan reaccionar con procesos quรญmicos que tienen lugar en el cuerpo humano, agregando o sustrayendo electrones, supuesto que ellos accedan a trayectorias de procesos bioquรญmicos. Si asรญ ocurriera, la posibilidad de que sean causantes de la activaciรณn de la etiologรญa de suicidios, homicidios, agresiรณn, infecciรณn migraรฑa, conjuntivitis y congestiรณn respiratoria, debe ser considerada seriamente.
Inicialmente, su influencia fรญsica, como estรญmulos elรฉctricos ambientales, ha sido dejada de lado al asumir que cualquier presencia de corriente de iones que podrรญa producir efectos en el cuerpo humano, podrรญa ser pequeรฑa, como para tener algรบn efecto sobre el campo elรฉctrico de neuronas cerebrales. Sin embargo, hay una trayectoria para una interacciรณn posible por absorciรณn en la corriente sanguรญnea, a travรฉs de los pulmones. Los iones podrรญan alterar el pH, actuando como agentes oxidantes o reductores. Esta trayectoria podrรญa influir sobre un buen nรบmero de trayectorias quรญmicas y sensores y controlesย homeostรกticos
El sรญndrome de la irritaciรณn por serotonina, causante de migraรฑas, nรกuseas, irritabilidad, edemas, conjuntivitis y congestiรณn respiratoria, ha sido correlacionado con la acumulaciรณn de iones positivos que ocurren en muchos de los dรญas de cambios de la temperie.. La hipรณtesis de la serotonina deriva del hecho que, en elย cerebro, donde es unย transmisor quรญmico importante en relaciรณn con las actividades que estรกn asociadas con la agresiรณn, actividad sexual, sensibilidad al dolor y otras funciones, es afectada por la apariciรณn brusca de iones atmosfรฉricos. Pero el mecanismo aรบn carece de una explicaciรณn segura; sin embargo, si existiera podrรญa ser relevante, con ย respecto de la apariciรณn de depresiรณn, irritabilidad, suicidios, dolores y otros efectos que, culturalmente, se asignan a condiciones determinadas de la temperie, como ser las temperaturas altas y agobiantes y, evidentemente, la actividad del campo elรฉctrico terrestre, asociada e condiciones de ese tipo.
Es importante destacar que los efectos desagradables estรกnย asociados con atmรณsferas con iones positivos, mientras que las cargas negativas estรกn asociadas a condiciones de bienestar.
Las observaciones disponibles muestran que las cargas positivas ocurren naturalmente antes de las tormentas y acompaรฑan a vientos secos y cรกlidos. El confort humano origina iones positivos por el uso de sistemas de calefacciรณn en los que el aire frรญo y seco es calentado haciรฉndolo y moviรฉndolo a travรฉs de caรฑerรญas metรกlicas.
Un comentario mรฉdico adicional resulta oportuno. Las gargantas, bocas y membranas secas, que son mรกs permeables a los virus, pueden resultar de vivir y dormir en รกmbitos calefaccionados. Algunos reclamos terapรฉuticos para la producciรณn de equipos que generen cargas negativas, para dormitorios, carece de las verificaciones necesarias.
Completamos este segmento informando que la โserotoninaโ es un neurotransmisor moniamina, que se encuentra principalmente en el tracto intestinal y en el sistema nervioso central.
Algunas medidas precautorias simples
1.- Determinaciรณn de la distancia de una tormenta en el horizonte
Cada rayo genera un trueno. La diferencia entre las velocidades de transmisiรณn dela luz (300.000 kilรณmetros por segundo) y del sonido (325 metros por segundo), permite estimar la distancia que nos separa de la zona activa de una tormenta elรฉctrica. Evidentemente, si una persona percibe el relรกmpago y, de manera inmediata, el trueno, se encuentra muy prรณxima a la tormenta. Ello indica que podrรญa sufrir los efectos de una descarga y que sin dudas, sufrirรก los efectos de los cambios del campo elรฉctrico. Consecuentemente, deberรก adoptar las medidas mรกs adecuadas para protegerse y/o alejarse de las tormentas severas.
Un trueno escuchado entre 4 y 5 segundos del estallido del trueno, significa que la tormenta se encuentra a
325 m/s x 5 s =ย 1625 metros, es decir a 1,6 km de distancia.,
del centro del fenรณmeno. En casos de tormentas comunes, esta serรญa una distancia relativamente segura. De todas maneras, si hubiera unย vehรญculo cerrado, deberรญa refugiarse en รฉl, a fin de aprovechar el efecto protector, de la โCaja o Jaula de Faradayโ.
A este respecto, deberรก tenerse en cuenta que en tormentas muy intensas se han registrado rayos de diรกmetro aparente considerable, lo que amplรญa el รกrea de peligro y el efecto de las ondas de descarga.
2.- Antes que โestalleโ una tormenta elรฉctrica severa, notificada por los servicios de vigilanciaย meteorolรณgica, deberรก buscarse un refugio apropiado de manera inmediata.
3.- En el interior de una vivienda deberรกn tomarse en cuenta los factores siguientes:
a) dado que los rayos pueden atravesar el aire y encarrilarse por los sistemas metรกlicos de distribuciรณn de agua y gas, y por las lรญneas telefรณnicas, mantรฉngase alejado de las ventanas, puertas y de las lรญneas terrestres de telรฉfono.
b) Tambiรฉn debiera apagar o desconectar televisores, computadoras y otros equipos y sistemas electrรณnicos, para protegerlos contra las oleadas de iones.
c) Mantรฉngase en el interior de la vivienda hasta 30 minutos despuรฉs que haya oรญdo el estallido del รบltimo trueno
4.- En un vehรญculo
Cualquier recinto, totalmente ย cerrado, como un automรณvil con techo metรกlico (el metal del recinto actรบa como un conductor de electricidad y, si fuera alcanzado por un rayo,ย canalizarรก su energรญa por fuera de su cuerpo. Cuando estรฉ resguardado en el vehรญculo no toqueย los dispositivos elรฉctricos
5.- Al aire libre
No hay lugar seguro durante una tormenta elรฉctrica. Busque refugio inmediatamente en un edificio cerrado de la vecindad. Si no hubiera una opciรณn apropiada, reduzca el riesgo de recibir un rayo evitando el campo abierto, colinas o techos a dos aguas o en punta, รกrboles altos, agua y objetos metรกlicos
Recuerde que en el estallido de un rayo, la temperatura del รกrea de impacto puede exceder los 4.000ยบ C y la corriente elรฉctrica decenas de miles de Amperes.
Vista la importancia que para la vida humana, su bienestar y la defensa de sus recursos y servicios tiene el conocimiento de los procesos elรฉctricos enย la atmรณsfera, la pregunta es ยฟpor quรฉ causas los estudios iniciados en 1752, por Benjamรญn Franklin y continuados a buen ritmo, hasta hace unas seis dรฉcadas, fueron decayendo? ยฟCuรกl es la razรณn de los escasos estudios mรฉdicos disponibles?
Razones del abandono del estudio de la electricidad atmosfรฉrica
El perรญodo de silencio en el tema que nos ocupa, fรกcilmente detectable en las รบltimas 5 a 6 dรฉcadas, resulta de la reconocida pretensiรณn humana de obtener beneficios econรณmicos de cada recurso y servicio provisto por la Naturaleza y de los desarrollados por la actividad humana.
Pudo haber sido asรญ porque el campo elรฉctrico terrestre normal, de escasa conductividad, salvo en casos de eventos extremos, generalmente destructivos, no ofrece, al menos hasta el momento, la posibilidad de una explotaciรณn econรณmica apetecible o de una forma de energรญa renovableย justificable. Esta postura es similar a la negaciรณn de los impactos adversos a la seguridad planetaria, de muchas de las actividades humanas desarrolladas desde el comienzo de la Era Industrial. Tรณmese nota que, paradรณjicamente, la Era Industrial comenzรณ en el tiempo de los trabajos de Benjamรญn Franklin sobre la electricidad de las nubes.
Gracias a la honestidad de muchos investigadores cientรญficos, este abandono, de naturaleza econรณmica simplemente utilitaria, no fue compartido por varios especialistas que continuaron con los estudios que nos ocupan. Sin embargo, la tendencia, meramente econรณmico-comercial del desarrollo, dejรณย de lado las cuestiones de la seguridad y la salud que, como hemos podido comprobar, afectan adversamente y producen la muerte fรญsica y la destrucciรณn de las comunidades.
Pero, como lo demuestra el devenir de los hechos mundiales, estas cuestiones vuelven a los medios cuando ocurren eventos como los registrados recientemente en nuestro paรญs. Esto no significa que no se registren en el mundo, cientos de muertes por aรฑo, y quizรกs mรกs, por rayos y otros meteoros elรฉctricos. Las interconexiones entre la exacerbaciรณn de los procesos elรฉctricos en la atmรณsfera y el incremento de las tormentas elรฉctricas y sus efectos, parecen ocultas en ese bosque que no deja ver el enorme รกrbol creado por una rutina cientรญfica dedicada a una gran parte de los aspectos dominantes del calentamiento terrestre.
Comprendemos que son importantes porque afectan a las seguridades fรญsica, alimentaria e hรญdrica, de la sociedad humana. Estos impactos, inclusive la contaminaciรณn del aire y sus impactos sobre la salud, han sido destacados por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climรกtico. Pero, hasta su รบltimo Informe de Evaluaciรณn, se han soslayado los efectos sobre la salud y la seguridad humana, producida por el aumento de la actividad convectiva, con su componente elรฉctrica, sobre la Tierra y su expansiรณn hacia รกreas templadas. Recordemos que el cumulonimbus es una enorme mรกquina electrostรกtica, perturbadora del campo elรฉctrico de nuestro entorno.
En la Carrera Ambiente y Salud, de la Facultad de Medicina de la UBA, se considera al individuo como un ser vivo inmerso en un ocรฉano de aire cada vez mรกs contaminado, pero, hasta hoy, no se trataron los efectos del campo elรฉctrico terrestre, en el que tambiรฉn estรก inmerso el mismo individuo. Tarea que, al ser agregada a la curricula, abrirรก nuevas instancias en el estudio de la sanidad ambiental.
Tambiรฉn es necesario reconocer que las implicaciones de los procesos de la temperie y el clima han originados situaciones de riesgo y desastres de efectos y desastres graves โ inundaciones, sequรญas, tornados, huracanes violentos, etc-, alrededor del mundo.
Los impactos socio-econรณmicos y sus efectos adversos sobre el media ambiente, del cambio climรกtico redujeron el interรฉs por los estudios sobre la electricidad atmosfรฉrica.
Ademรกs, a pesar que, hasta hoy, su รฉxito ha sido escaso, la tarea de los ambientalistas estรก tan enfocada en asuntos y temas que tratan de mostrar trayectorias de desarrollo aptas para lograr la sostenibilidad de la sociedad humana, que las cuestiones de estudios comenzados por Benjamรญn Franklin en 1752 y continuados activamente, hasta hace algunos aรฑos, tienen escasa relevancia.
Esperemos que las actividades de estudio e investigaciรณn desarrolladas por una plรฉyade de destacados fรญsicos de la atmรณsfera, adquieran la trascendencia necesaria para encarar los nuevos, peligros que el cambio climรกtico estรก agregando, debido a este particular aspecto de la exacerbaciรณn de los eventos extremos de la temperie y el clima.
Sepan los cultores del consumismo extremo que la activaciรณn de estos procesos del campo elรฉctrico terrestre ha comenzado a poner en evidencia que los procesos naturales adversos a su bienestar van a ser realzados por la ย intensificaciรณn de la actividad elรฉctrica atmosfรฉrica. Remedando a Aldous Huxley, debemos pensar que, por el hecho de no conocerlos cabalmente, los eventos del campo elรฉctrico terrestre no dejan de existir.
Por carecer de medidas apropiadas para protegernos de sus efectos y porque suman factores de preocupaciรณn individual y colectiva, definitivamente vinculados con la exacerbaciรณn de los eventos extremos, busquemos la reactivaciรณn de los estudios pertinentes y ampliemos los necesarios para asegurar la defensa de la salud humana.
Este requerimiento de raรญz internacional y de implicaciones nacionales y locales, lamentablemente adversas, debiera llevar a los niveles de decisiรณn, oficiales y privados, reconocer queย la mejor herramienta para combatir a flagelos ambientales como el discutido en esta nota, es la educaciรณn del pueblo, mediante la divulgaciรณn clara y efectiva de sus implicaciones y la necesidad creciente de una vigilancia ambiental completa.
La necesidad de una posiciรณn oficial efectiva es evidente, ya que es en su nivel de decisiรณn que se aprueban y ponen en vigencia Convenciones de las Naciones Unidas, Acuerdos Internacionales y Regionales, para frenar el desastre ambiental en marcha.
Retomando el tema del campo elรฉctrico y los efectos de las descargas elรฉctricas en la atmรณsfera, sabemos que la distribuciรณn global de las descargas de rayos, observadas hace mรกs de cinco dรฉcadas mostraban una mayor actividad elรฉctrica en las regiones tropicales. Por lo ya mencionado, el calentamiento terrestre extiende la frecuencia e intensidad de estos fenรณmenos elรฉctricos hacia latitudes medias y altas. Consecuentemente, resulta oportuno y necesario que los mรฉtodos y procedimientos de observaciรณn meteorolรณgica retomen tareas que formaban parte de las rutinas observacionales abandonadas, las mejoren y suministren los datos a los estamentos mรฉdicos, incluidos los dedicados a actividades psiquiรกtricas, a fin que se conozcan mejor las causas de desasosiego y enfermedad, derivadas del campo elรฉctrico terrestre
Recuperadas las observaciones de las descargas elรฉctricas en la atmรณsfera que, hasta hace unas dรฉcadas, realizaban la mayorรญa de los servicios meteorolรณgicos y geofรญsicos del mundo, podrรญamos comprobar cรณmo se expande esta actividad hacia las latitudes altas. Esa informaciรณn, la ampliaciรณn de los estudios del caso y las investigaciones de las interconexiones posibles conย la seguridad ambiental y la salud humana, se aumentarรญan los escasos estudios sobre los efectos de la electricidad atmosfรฉrica y sus efectos sobre una familia humana en crecimiento numรฉrico, con marcado desprecio por su entorno.
En la misma lรญnea de acciรณn, la medicina podrรญa mejorar el conocimiento de las descargas electromagnรฉticas, producidas por las actividades humanas y definir los daรฑos que se atribuyen a los campos generados por el hombre, sobre la salud y el bienestar humanos. Se podrรญan mejorar, sin dudas, los procedimientos paraย mejorar la conductividad corpรณrea de quienes sufren los efectos, antes mencionados,ย del campo elรฉctrico normal, debido a la muy escasa conductividad del aire seco, en ambientes cerrados y los efectos de vientos foehn, como el Zonda y las tormentas de polvo y arena, como las que han ocurrido en la meseta patagรณnica, sobre la salud y las comunicaciones.