Por Sergio Skobalski, especial para DEF
Del 17 al 19 de septiembre, la capital china fue sede de la duodécima edición del Foro Xiangshan, un encuentro que en menos de dos décadas pasó de ser una cita académica a convertirse en una de las principales plataformas internacionales en materia de seguridad y defensa. La participación de delegaciones de más de cien países y organizaciones internacionales, junto a ministros de defensa, altos mandos militares y especialistas, dio cuenta de la proyección alcanzada por este espacio.
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Bajo el lema “Salvaguardar el orden internacional y promover juntos el desarrollo pacífico”, la edición 2025 reafirmó el objetivo central del foro: promover el multilateralismo y abrir un canal de diálogo amplio frente a los desafíos de un sistema internacional en transformación.

Un foro que refleja las nuevas coordenadas de la seguridad internacional
El Xiangshan Forum se distingue por su carácter inclusivo y su capacidad de convocar a actores diversos. No solo participan potencias militares consolidadas, sino también estados medianos y pequeños que encuentran en este espacio la posibilidad de expresar sus preocupaciones y visiones sobre la seguridad. Esta apertura se traduce en una representatividad más amplia, especialmente visible en la presencia de países de África, América Latina y Asia.
La agenda de 2025 dejó en claro que las discusiones de seguridad ya no se limitan a los equilibrios militares tradicionales. Ciberespacio, inteligencia artificial, armas autónomas, amenazas híbridas y gobernanza internacional ocuparon un lugar central, reflejando que el futuro de la seguridad se juega también en los planos tecnológico, informacional y normativo.
Cooperación, confianza y pluralidad: ejes de la edición 2025
Multilateralismo como herramienta de estabilidad
Las intervenciones destacaron la necesidad de reforzar la cooperación multilateral para gestionar tensiones y prevenir escaladas. En un contexto internacional complejo, el foro se proyecta como un espacio complementario para sostener canales de comunicación entre distintos actores estratégicos.

Seguridad tecnológica en debate
Uno de los puntos más relevantes fue la discusión sobre el impacto de las tecnologías emergentes en la defensa y la seguridad internacional. Paneles especializados abordaron la ciberseguridad, la regulación de la inteligencia artificial y la dimensión dual civil-militar de la innovación. La participación de organismos como el Comité Internacional de la Cruz Roja resaltó la importancia de mantener vigente el derecho internacional humanitario frente a nuevos escenarios bélicos.
La voz del sur global
La activa participación de delegaciones de África, América Latina y Asia consolidó la vocación inclusiva del foro. Esta diversidad amplía la pluralidad de perspectivas y enriquece el debate, favoreciendo un intercambio de visiones que complementa las posturas de las grandes potencias.
Nuevas generaciones y continuidad académica
La presencia de jóvenes oficiales y académicos mostró la intención de dar continuidad a este proceso, incorporando a futuros líderes y especialistas en la discusión de los principales desafíos estratégicos del siglo XXI.

Asia como centro de gravedad y proyección internacional
En el plano regional, el Foro Xiangshan contribuye a fortalecer la estabilidad de Asia, una región marcada por la interdependencia económica y los dilemas de seguridad. Su complementariedad con otros espacios de diálogo le otorga un valor estratégico adicional.
A escala global, el foro se convierte en un punto de referencia para comprender cómo se reconfiguran las reglas de juego en materia de seguridad. Al reunir a representantes de múltiples tradiciones estratégicas, ofrece un terreno fértil para identificar consensos, reducir percepciones de amenaza y explorar fórmulas de cooperación interregional.
Una plataforma que mira hacia el futuro
La duodécima edición del Foro Xiangshan dejó en evidencia que la seguridad del siglo XXI dependerá de una combinación de factores: capacidades militares, diplomacia activa, desarrollo tecnológico y gobernanza inclusiva.
En ese sentido, Beijing se proyecta como un epicentro cada vez más relevante en la construcción de confianza mutua y en la búsqueda de soluciones colectivas. Más allá de las tensiones propias del escenario internacional, el foro confirma que los espacios de diálogo abiertos y representativos seguirán siendo indispensables para gestionar la complejidad del orden global.