Putin liderará Rusia hasta 2030. En paralelo, China y Corea del Norte ratificaron su alianza con Rusia ante la avanzada de la OTAN.
Como era de esperarse, Vladimir Putin logró una victoria contundente en las elecciones de Rusia y será el presidente por seis años más. Hasta 2030, la política internacional se dirimirá entre un Kremlin fortalecido y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que profundiza su estrategia expansionista.
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La relación entre Occidente y un Putin reelecto parece irreparable y los últimos movimientos geopolíticos auguran una potencial Tercera Guerra Mundial. En DEF, te contamos las repercusiones de la victoria de Vladimir Putin a nivel nacional e internacional.
Putin y tres décadas de liderazgo
Los pronósticos se hicieron realidad y el longevo Vladimir Putin arrasó en las elecciones presidenciales. Con el 87,47% de los votos y la mayor participación del electorado desde la constitución de la Federación Rusa, el político liderará el Kremlin hasta 2030 y dejará atrás el histórico mandato soviético de Iosif Stalin.
Lejos del candidato independiente, Nikolái Jaritónov del Partido Comunista de la Federación de Rusia, quedó en el segundo puesto con el 4,05%, el opositor más votado de los comicios.
Putin aumentó en 10 puntos el apoyo obtenido por la ciudadanía rusa desde las elecciones de 2018, en las que cosechó el 76,6% y marcó una tendencia histórica.

Con la victoria consumada, acumulará 31 años en lo más alto de la política rusa. En su discurso de victoria agradeció a la ciudadanía, a la que denominó como “la base del poder en el país” y mencionó el conflicto que sostiene con los países occidentales.
¿Se está gestando una Tercera Guerra Mundial?
En la previa de las elecciones en Rusia, miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte prepararon el terreno para enviar tropas a Ucrania. El presidente francés, Emmanuel Macron, insistió públicamente en no abandonar la posibilidad de que la alianza militar se involucre directamente en el conflicto.
Si los ejércitos de la OTAN combaten en Ucrania, esto habilitaría a una respuesta rusa y de sus aliados, llevando el conflicto de Europa a distintos puntos del planeta.
Este realineamiento de algunos países que componen la alianza militar forma parte de una nueva etapa del conflicto. El Triángulo de Weimar, integrado por Alemania, Francia y Polonia, se reunió el 15 de marzo con una definición: “Menos palabras y más municiones“.

Los tres países acordaron un aumento de la producción en sus fábricas y dentro de Ucrania. Además, buscarán munición en otros países y así ampliar el suministro para las filas ucranianas.
En su discurso de victoria, el presidente Vladimir Putin fue consultado por la posibilidad de una guerra a gran escala entre la OTAN y Rusia, y su respuesta fue cauta: “En el mundo actual, todo es posible. Creo que estamos a un paso de llegar a una Tercera Guerra Mundial, pero no creo que nadie esté interesado en eso”.
Asia, en pie de guerra
Como eco de las declaraciones del mandatario ruso, los principales aliados se pronunciaron en favor de Rusia ante la hipótesis de un conflicto mundial.
China, principal aliado económico de BRICS, reforzó su vínculo y aseguró su respaldo total a Moscú. El ministro de Defensa de China, Dong Jun, le aseguró a su homólogo ruso Sergei Shoigu, que su país “está dispuesto a intervenir militarmente en cualquier lugar si Estados Unidos o la OTAN deciden atacar a Rusia”.
Más allá de la idea en una defensa conjunta, Xi Jinping mantiene sus propios intereses por territorios críticos como Taiwán, Hong Kong y en la gran cantidad de recursos concentrados en el Mar de China Meridional. Las ambiciones expansionistas de China pueden servirse de un conflicto a gran escala para avanzar ante rivales dispersos.

El último desfile militar en Corea del Norte dejó una importante declaración del dictador Kim Jong-un: “El reloj está corriendo. Estamos al borde de la Tercera Guerra Mundial“.
Según información aportada por el gobierno de Corea del Sur, el régimen norcoreano apoyó a Rusia en su invasión a Ucrania con el envío de 9.000 contenedores de municiones a cambio de ayuda económica y humanitaria.
A pesar de que ambos países negaron un acuerdo, la cercanía entre Putin y Kim Jong-un puede convertirse en una alianza formal si la OTAN se involucra en Europa. Como China, Corea del Norte podría usar la guerra en Ucrania como una tapadera para reanudar el conflicto histórico con su vecino del sur.