La muerte del Papa Francisco acelera los preparativos del Vaticano para elegir a un sucesor. El Cónclave, responsable de seleccionar al próximo líder de la Iglesia Católica, tuvo modificaciones en su conformación durante los últimos 12 años y estos cambios serán un factor clave para la selección de los candidatos que podrían marcar un nuevo rumbo en la Santa Sede.
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Los candidatos a suceder al Papa Francisco
La elección del sumo pontífice es posiblemente una de las más abarcativas de las religiones, aunque con matices. Cualquier varón católico bautizado puede ser elegible al Papado. Sin embargo, desde 1378 el liderazgo de la Iglesia Católica lo circunscribió a aquellos con experiencia como cardenales y ratificó que las mujeres sigan excluidas tanto de las candidaturas como del Cónclave.
Los cardenales, que son elegidos por los papas para integrar el Cónclave, son los encargados de seleccionar al próximo jefe de Estado del Vaticano. Ante la muerte de Francisco, surgieron los primeros candidatos elegibles para la sucesión.
De la tierra de la Santa Sede, de donde provinieron el 78% de los Papas, hay dos posibles figuras: Matteo Zuppi, actual arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, y Pietro Parolin, cardenal secretario de Estado del Vaticano, es decir, el número dos de la Santa Sede.

América podría tener a su segundo Papa de la historia si prospera alguna de sus dos candidaturas: la del cardenal canadiense Marc Ouellet y la del estadounidense Raymond Leo Burke.
Ouellet dirigió la oficina de obispos del Vaticano durante más de 10 años, despacho encargado del monitoreo de candidatos potenciales a encabezar diócesis a nivel mundial.
Por su parte, Burke ocupó el cargo de prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, la autoridad judicial más alta de la Iglesia Católica, desde 2008 a 2010, hasta que fue elevado al Colegio de Cardenales.

Entre los candidatos surgió el nombre de Luis Antonio Gokim Tagle. El arzobispo filipino fue denominado el “delfín” del último pontífice por su cercanía. Fue nombrado cardenal por el Papa Francisco, y es el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, desde diciembre de 2019. Si su candidatura deviene en humo blanco, sería el primer Papa de Filipinas y del continente asiático.
Otros cardenales que se barajan son: Peter Heraldo de Hungría, Reinhard Marx de Alemania, Robert Sarah de Guinea, Christoph Schoenborn de Austria, y Mario Grech de Malta.
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La composición del Cónclave bajo la lupa
El cónclave que elegirá al nuevo Papa se desarrollará en la Capilla Sixtina entre los 15 y 20 días posteriores a la muerte del Papa. Del total de 252 cardenales, 135 de ellos, menores de 80 años de edad, tendrán la responsabilidad de seleccionar al nuevo Papa.
Procedentes de 71 países de todo el mundo, los acreedores del mayor título que otorga la Iglesia Católica provienen de distintos períodos papales. Por diversas cuestiones como la edad, la composición de los electores varió en los últimos años y podría inclinar la balanza a favor de un candidato u otro.

De los 135 cardenales, 108 fueron nombrados por Francisco I en sus 12 años al frente del Vaticano, 22 por Benedicto XVI y 5 por Juan Pablo II. Europa mantiene el protagonismo con 53 cardenales electores, mientras que el resto del cónclave se reparte de la siguiente manera: 37 de América en toda su extensión, 23 de Asia, 18 de África y 4 de Oceanía.
Entre los países con más poder en el órgano electoral, Italia lidera con 17 cardenales y lo sigue Estados Unidos con 11, Brasil con 7, Francia con 5 y Argentina, Canadá, India, Polonia y Portugal con 4.
Para ser elegido papa, un candidato debe recibir una mayoría de dos tercios de los votos, lo que equivale a 80 votos si participan 120 electores, como está previsto en Universi Dominici Gregis, la constitución apostólica de la Iglesia católica publicada por el papa Juan Pablo II que modificó el proceso electoral y el estatus de la Sede Vacante.