La invasión de Ucrania a Kursk fue un hecho inédito en la guerra con Rusia y significó la primera ocupación de un óblast ruso desde que comenzó el conflicto el 24 de febrero de 2022. A cinco meses del comienzo de la operación, en DEF repasamos los datos brindados por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y analizamos el impacto que representan ante la posibilidad de una paz negociada con los rusos.
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Ucrania: los datos de la invasión de Kursk
El martes 6 de agosto de 2024, el Ejército ucraniano protagonizó la primera ofensiva a gran escala en territorio ruso. En ese momento, el secretismo de la operación le permitió a Ucrania hacerse con el control de un extenso territorio en el óblast de Kursk, una de las regiones fronterizas.
Según fuentes rusas, Ucrania había destinado cerca de 1.000 soldados, aunque desde el lado ucraniano aseguraban que el número era mucho mayor. Según se indicó, la operación se realizó bajo el respeto de los derechos internacionales y bajo la determinación de que no se buscaría la anexión de las ciudades y pueblos conquistados.

El ataque llegó en una instancia de extrema tensión para Kiev, presionada en Járkov y Donbás, y si bien Rusia no abandonó esos frentes, sí mermó notablemente sus ataques. En el mejor momento de presencia ucraniana en Kursk, llegaron a controlar 1.376 kilómetros cuadrados, una denominación que perduró durante aproximadamente dos meses.
Rusia logró recuperar cerca del 40% del territorio para fines de noviembre, principalmente gracias a la asistencia de Corea del Norte con tropas y armamento, hecho que fue denunciado en reiteradas ocasiones por Corea del Sur y Occidente.

El presidente ucraniano Volodímir Zelenski afirmó que “Moscú ha perdido 38.000 de sus soldados solo en esta dirección (Kursk), siendo casi 15.000 de estas pérdidas irreversibles”.
Pese al auxilio de Pyongyang, actualmente, Ucrania conserva la mitad de las zonas invadidas y lanzó una nueva operación. Al mismo tiempo, el Kremlin se hizo con el dominio de Kurájove, una ciudad al sur del Donbás, a la vez que profundiza su ataque a Pokrovsk.
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¿Kursk fue un éxito para Ucrania?
Ante la reedición de la estrategia en Kursk, Kiev pudo probar tres cosas: que la frontera no estaba tan fortificada como se creía y la escasez de recursos por parte de Rusia -evidenciada por su tardía respuesta y su incapacidad para neutralizar definitivamente la amenaza-, y que su ejército era capaz de comprometer a Vladimir Putin ante las dudas de sus aliados.
De hecho, la duración de esta operación le permitió a Ucrania contar con mayor asistencia de Joe Biden en los últimos meses en el poder. Los paquetes financieros y la autorización para usar los misiles ATACMS con fines ofensivos, acción que fue acompañada por Francia y Reino Unido con los Storm Shadows, se produjeron a semanas de que se cumplieran tres años desde el comienzo de la guerra.

A su vez, Volodímir Zelenski consiguió una reunión en Francia con Donald Trump, el presidente electo de Estados Unidos, en la que se discutió el futuro de la alianza y las posibilidades de una salida pacífica del conflicto. El ucraniano propuso que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sea el garante de las negociaciones y designe tropas para defender la integridad territorial durante el alto el fuego.
Al respecto, ni Trump ni la OTAN tomaron decisiones, aunque no parece que la futura administración en Washington abandone la ayuda a Ucrania como se presumía durante la campaña electoral de 2024.
Desde el comienzo de la invasión en Kursk, Kiev logró mejorar su posición de negociación frente a Rusia y desechar la idea de abandonar la región del Donbás, un territorio en disputa entre ambos bandos desde el año 2014 y que permanece bajo control ruso.
Ucrania pasó de tener fecha de expiración a combatir prácticamente en igualdad de condiciones frente a la que se creía una potencia militar superior en conceptos clave como tecnología, cantidad de soldados y reservistas, e inversión. De esta manera, se puede concluir que Kursk favoreció la posición ucraniana tanto en la guerra como en la diplomacia. Ahora, solo resta saber qué sucederá en las cada vez más requeridas negociaciones de paz.