La guerra entre Ucrania y Rusia inicia una nueva fase tras más de dos años de enfrentamientos. Kiev atacó territorio ruso con misiles balísticos norteamericanos ATACMS, tras recibir la aprobación de la administración de Biden.
La ofensiva fue más allá de las ciudades ucranianas ocupadas. Y la respuesta del Kremlin no se hizo esperar, Putin aprobó cambios a la política nuclear y amenazó con usar armamento disuasivo. ¿Qué podría pasar de acá en adelante?
¿Qué son y cómo funcionan los misiles ATACMS?
En septiembre de 2024, Estados Unidos envió los misiles balísticos ATACMS a Ucrania. Se trata de un desarrollo de Lockheed Martin, la misma empresa que creó los aviones caza F-16, que le otorga a Kiev un poder ofensivo sin precedentes en el conflicto.
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Son capaces de viajar a velocidades supersónicas y golpear objetivos a un máximo de 300 kilómetros de distancia, más allá del frente de batalla y las ciudades ucranianas ocupadas en las regiones de Donetsk y Lugansk.

Hasta la llegada de los ATACMS, Kiev solamente tenía en su posesión Obús M777 y sistemas Himars, con un alcance de 40 y 80 kilómetros respectivamente. Esto implicaba que los ataques más importantes en territorio ruso dependieran de la movilización de los drones con un daño limitado o de una operación militar a gran escala como la que está en marcha en el óblast de Kursk.
Los ATACMS habían sido utilizados incialmente para recuperar ciudades y pueblos, hasta la reciente autorización del gobierno estadounidense, ocurrida en las últimas horas. Ahora, Moscú confirmó el primer ataque de Ucrania con misiles estadounidenses ATACMS contra territorio ruso. Con este nuevo hito en el conflicto, el rango de ataque de Ucrania ya contempla objetivos adentrados en Rusia.
Los objetivos potenciales de Ucrania
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) detalló los posibles puntos de interés para el ejército ucraniano. El informe incluye a las instalaciones militares en las ciudades de Smolensk, Bryansk, Oryol, Kursk, Kozelsk, Kaluga y Yuknov.
Los ATACMS también podrían alcanzar bases aéreas como Seshcha en el óblast de Briansk, Shaykovka en Kaluga, Voronezh y Buturlinovka en las ciudades homónimas, Millerovo y Morozovsk. Incluso también podrían golpear más allá de Mar de Azov, en ubicaciones estratégicas cerca del Donbas, como Primorsko-Akhtarsk, Rostov, Yeysk, Zernograd y dos bases alojadas en Taganrog.
El uso de los misiles estadounidenses implica una nueva amenaza para Rusia y compromete sus posesiones militares en el este y sur ucraniano.
Los ATACMS podrían dañar gravemente las líneas de suministro y debilitar las posiciones enemigas desde Luhansk hasta la península de Crimea, anexionada desde 2013. El avance del ejército ruso en Ucrania se paralizó hace meses e incluso no pudo repeler la invasión en Kursk. La ayuda de Washington a Kiev llega en un momento de debilidad para Moscú.
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Rusia amenaza con usar armamento nuclear
Estados Unidos había permitido su uso solamente en la región de Kursk, pero ya se registró el primer ataque fuera de la zona en disputa. Ucrania utilizó este martes los misiles balísticos para volar el arsenal de Karachev en el óblast ruso de Briansk, pese a las restricciones de Washington.
Rusia informó que derribó cinco de los seis misiles lanzados, aunque el restante logró golpear la instalación militar al norte del frente de batalla. La respuesta del Kremlin fue contundente: Vladimir Putin modificó la política nuclear establecida en un decreto de 2020.

La potencia militar había establecido que solo podría utilizar armas disuasorias si era atacada con el mismo tipo de armamento. Ese cambio amplía el uso de las ojivas.
La nueva doctrina habilita a un ataque nuclear “si Rusia o Bielorrusia sufren un ataque convencional que represente una amenaza crítica a su soberanía y (o) su integridad territorial”.
Esto reduce los requisitos para que los rusos usen su amplio arsenal nuclear y agrava el temor de una escalada a nivel global que involucre a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y a los aliados de Putin, Corea del Norte, Irán y China.