Estados Unidos finalizó su guerra comercial con la Unión Europea (UE). El presidente Donald Trump cerró un acuerdo del 15% en aranceles, tras una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que se trasladará a 27 países que comercien con Washington. En paralelo, negocia con China una prórroga a los últimos términos firmados en junio.
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Las claves del acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea
Washington deja atrás las amenazas de imponer un 30% a todos los productos del bloque europeo tras un acuerdo con el ejecutivo de la Unión Europea. Ursula von der Leyen y Donald Trump acordaron un 15% que será aplicado a partir del 1 de agosto.
Las nuevas condiciones arancelarias se dieron tras una reunión en Escocia que también redefinió el vínculo comercial entre Estados Unidos y la UE. Tanto Trump como Von der Leyen apreciaron el acuerdo alcanzado.
“Hemos llegado a un acuerdo. Es un buen acuerdo para todos“, expresó el presidente de EE. UU. tras el encuentro con la presidenta de la Comisión Europea, en su complejo de golf en Turnberry, Escocia.

Trump confirmó también que Europa se comprometió a 750.000 millones de dólares de compra de energía y a 600.000 millones en inversiones adicionales en Estados Unidos. Una condición dentro de la tregua comercial fue la exclusión de los productos farmacéuticos de la tarifa arancelaria fija con el precepto de producirlos localmente, y estará sujeto a futuras intervenciones estadounidenses.
Los aranceles a la Unión Europea que comenzarán a principios de agosto se sumarán a las importaciones desde Canadá, México, Japón, Brasil, Corea del Sur, Camboya y Bangladesh, que enfrentarán gravámenes que oscilan entre el 25 y el 50% y que también dependen del sector productivo.
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Inician las negociaciones con China en Estocolmo
En simultáneo, delegaciones de alto nivel de Estados Unidos y China se reúnen en Estocolmo para alcanzar un nuevo acuerdo comercial. El último había sido en junio y consistió en una reducción temporal de aranceles, donde EE. UU. rebajó sus tarifas a productos chinos del 145 % al 30 %, mientras que Pekín hizo lo propio bajando sus aranceles al 10 %.

Las conversaciones de Estocolmo estarán encabezadas por el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, en las que ambas potencias buscan una prórroga de 90 días a las condiciones que vencen el 12 de agosto y que comprometerían el comercio a nivel mundial.
Por otro lado, el tercer encuentro en Suecia incluiría el debate sobre el papel de China en el suministro de precursores químicos utilizados en la producción de fentanilo, una de las preocupaciones de la administración Trump y que motivaron las decisiones en primera instancia.
Tanto Donald Trump como Xi Jinping se mostraron optimistas de continuar con la tregua y mantener en buen curso las relaciones entre Washington y Pekín, afectadas por la guerra comercial, iniciada en febrero de este año, y poder lograr una cumbre bilateral entre los mandatarios.