Una vez más, una democracia en Europa del Este y la sombra de Rusia sobre las antiguas repúblicas soviéticas, están bajo la lupa. Esta vez Rumania, que celebró elecciones presidenciales recientemente, anuló el proceso electoral que proclamó vencedor a Calin Georgescu, un candidato sin partido político y escéptico de Occidente.
Su campaña, basada casi exclusivamente en redes sociales, es investigada por la justicia rumana y también por la Unión Europea. Todas las miradas están puestas sobre TikTok y en esta nota DEF te explica por qué.
- Te puede interesar: Rumania y Bulgaria ingresaron al Espacio Schengen tras una década de espera
El Tribunal Constitucional anuló las últimas elecciones presidenciales
La imposibilidad de que el Klaus Iohannis sea reelegido presentaba las elecciones presidenciales rumanas como una oportunidad para la alternancia. El Partido Nacional Liberal (PNL) presentó al ex primer ministro Nicolae Ciucă como el candidato para el oficialismo, mientras que otras fuerzas importantes como el Partido Socialdemócrata (PSD) apostó por el actual jefe de Gobierno, Marcel Ciolacu.
La oportunidad se presentó de igual forma para Calin Georgescu, un hombre de ultraderecha identificado como escéptico de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE).
El ingeniero agrónomo de profesión ocupó diversos cargos relacionados con el medio ambiente y el desarrollo sostenible: Director Ejecutivo del Centro Nacional para el Desarrollo Sostenible en Budapest y fue Relator Especial sobre sustancias y los desechos peligrosos para las Naciones Unidas entre 2010 y 2012. Además, fue clave en el desarrollo de la Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible en 1999 y 2008, que permitió a Rumania ingresar a la UE.

Sin plataforma ni vinculación con las fuerzas tradicionales, el 24 de noviembre Georgescu se hizo con un sorprendente resultado, obtuvo el 22.94% producto de 2.120.401 votos y quedó en primer lugar. El triunfo electoral le permitió acceder a una segunda vuelta con Elena Lasconi, de la Unión Salvar Rumania (USR), y dejar en el camino a partidos importantes como PNL y PSD.
Sin embargo, los comicios fueron anulados el 6 de diciembre por el Tribunal Constitucional por anomalías en la campaña en redes sociales y ordenó realizar nuevamente la votación.
- Te puede interesar: Rusia: qué es Abjasia y por qué es la prioridad internacional de Putin
La Unión Europea y Rumania, preocupados por TikTok
En un comunicado de prensa, el Tribunal Constitucional anunció que la anulación se basaba en el artículo 146 (f) de la Constitución, que establece la necesidad de “garantizar la corrección y legalidad del proceso electoral”.
Esta decisión se sustentó en los informes desclasificados de los servicios de inteligencia locales que indicaban que Rumania había sido objeto de “agresivos ataques híbridos provenientes de Rusia”. Según los documentos, se registraron 85.000 intentos de ciberataques contra sitios web electorales y sistemas informáticos.
Los mismos, también evidenciaban como Calin Georgescu se vio impulsado por posibles interferencias en TikTok, a través de algoritmos, cuentas coordinadas y esquemas publicitarios dentro de la plataforma. Estas maniobras le habrían permitido realizar una campaña de desinformación, entre ellas la difusión de mensajes ultrareligiosos, negar la guerra en Ucrania y decir que “la Unión Europea es enemiga de Rumania”.

La Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, abrió una investigación en torno a la Ley de Servicios Digitales, que obliga a TikTok a “evaluar y mitigar adecuadamente los riesgos sistémicos relacionados con la integridad electoral”.
“Debemos proteger a nuestras democracias de cualquier tipo de injerencia extranjera. Siempre que sospechemos de tal interferencia, especialmente durante las elecciones, tenemos que actuar con rapidez y firmeza”, dijo la presidenta del organismo, Ursula von der Leyen.
La funcionaria europea dijo tener serios indicios de que actores extranjeros interfirieron en las elecciones presidenciales rumanas, aunque TikTok dice lo contrario. ”No aceptamos anuncios políticos pagados, eliminamos proactivamente el contenido que viola nuestras políticas sobre desinformación, acoso y discurso de odio, y continuamos trabajando con la Comisión Europea, así como con las autoridades regionales y nacionales para atender las solicitudes y poder aclarar todas las preocupaciones”.