La agencia internacional Reuters recibió información sobre las condiciones de Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania. Tres fuentes con conocimiento sobre el avance de las negociaciones en Estambul dieron indicios de que Vladímir Putin pretende frenar el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa del Este.
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Las condiciones de Rusia para firmar la paz con Ucrania
Reuters publicó un artículo con las demandas del mandatario ruso hacia las potencias occidentales para detener la guerra en Ucrania, las cuales surgen de fuentes cercanas a las delegaciones que se encuentran negociando un acuerdo de paz en Estambul, capital de Turquía.
El avance de las conversaciones se tradujo en el intercambio de prisioneros de guerra desde el 6 de mayo y tuvo su mayor progreso con el canje a través de la fórmula 1.000 por 1.000, que se concretó en tres etapas desde el 23 hasta el 25 de mayo.
El Kremlin pretende un compromiso por “escrito” de las principales potencias occidentales (Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania) de no ampliar la alianza de la OTAN liderada por Washington hacia el este, lo que implicaría el descarte de una potencial adhesión de Ucrania.

Además, alcanzaría a otras ex repúblicas soviéticas como Georgia, Moldavia y Bielorrusia, aunque esta última es la más improbable dado su rol en la guerra en Ucrania y su cercanía con Moscú.
Rusia también exige que Ucrania sea neutral, que se levanten más sanciones occidentales, liberar los activos rusos congelados en Estados Unidos y Europa, y que se proteja a los rusoparlantes en Ucrania.
Las fuentes no informaron ninguna condición sobre los territorios ucranianos ocupados por Rusia como Crimea, Donetsk, Lugansk, Sebastopol, Kherson, Odessa y Zaporizhzhia.
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Ucrania se opone a la neutralidad
El gobierno ucraniano presidido por Volodímir Zelenski estableció en numerosas ocasiones que pretende evitar que el conflicto militar resultase en una subyugación al poder del Kremlin.
Ucrania busca conservar la potestad de unirse a la OTAN como medida para obtener apoyo de la alianza militar más importante del mundo y así protegerse del avance militar ruso en su territorio, que comenzó en Crimea en 2014 y se profundizó a una quinta parte del país con el estallido de la guerra el 24 de febrero de 2022.

Por su parte, la Alianza Atlántica afirmó en el pasado que no restringiría su política de puertas abiertas por un pedido de Rusia, aunque dada la continuidad del conflicto militar, la crisis de desplazados y la millonaria ayuda exterior que no consigue victorias militares considerables, se podría tomar una decisión de urgencia.
Pese a estos factores, los líderes de las principales potencias europeas ratificaron su compromiso a mantener la ayuda a Ucrania, pero temen que la ayuda de Corea del Norte, Irán y la supuesta colaboración de empresas chinas en Rusia motive la expansión de la guerra a otros territorios. La postura de Europa es contraria a la de Estados Unidos, que pretende que el conflicto se resuelva en las mesas de negociaciones y no en el campo de batalla, con un Donald Trump flexible ante los recientes ataques aéreos de Moscú en distintas ciudades de Ucrania, incluida su capital.




