La salida de la Premio Nobel de la Paz venezolana fue digna de una política de espías. Su llegada a Oslo, la capital noruega, involucró a una empresa de seguridad estadounidense, liderada por un veterano del ejército. “Rescatar a María Corina Machado de Venezuela fue una de las operaciones más complejas y de mayor riesgo en las que he participado, y también una de las más significativas”, afirmó Bryan Stern, responsable de la firma Grey Bull Rescue, en un mensaje por la plataforma digital LinkedIn.
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“Mi deber era venir para recoger este premio, para llevarlo a los venezolanos”, aseguró María Corina Machado, enemiga número uno del régimen de Nicolás Maduro y principal referente de la oposición democrática. “Pronto estaré de vuelta en Venezuela”, afirmó, sin brindar mayores detalles de cómo pretende regresar a su país, del que logró salir en forma clandestina, lo que dejó en ridículo al gobierno de Caracas.
“Si supieran cómo fue eso… Yo solo puedo decir que nosotros la pusimos en Europa”, dijo, por su parte, el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, buscando sembrar dudas sobre la versión que los medios internacionales brindaron del viaje de Machado a Noruega.
“Golden Dynamite”, un operativo arriesgado para llevar a Machado sana y salva a Noruega
Según trascendió en la prensa internacional, la operación Golden Dynamite (“Dinamita dorada”) permitió el traslado de Machado desde Caracas rumbo a la costa venezolana y su posterior viaje en lancha hacia la vecina isla de Curazao. En ese territorio de ultramar de los Países Bajos, ubicado en pleno mar Caribe, abordó un vuelo privado rumbo a Oslo, con escala en el aeropuerto de Bangor, en el estado de Maine (EE. UU.). Fueron más de 48 horas de incertidumbre, hasta lograr el objetivo final de llegar a la capital noruega para recibir el Premio Nobel de la Paz en persona.
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“El dominio marítimo es el entorno operativo más peligroso”, señaló la empresa Grey Bull Rescue, que definió la tarea desarrollada como “una misión imposible”. El equipo de Stern rescató a la líder política venezolana en alta mar, sin posibilidad de utilizar el GPS para evitar ser interceptada por fuerzas del régimen. “Queríamos asegurarnos que estuviera a salvo y que se preservara su seguridad”, dijo el líder del operativo y CEO de la empresa, Bryan Stern.
“La misión nos recordó por qué hacemos lo que hacemos: proteger a quienes luchan por la libertad y estar al lado de ellos cuando es importante, sacrificando todo y rescatando personas extraordinarias, como María Corina”, manifestó el responsable de la operación en su posteo en LinkedIn. “Ha sido una heroína que me ha inspirado durante muchos años y su lucha resuena profundamente”, afirmó Stern en referencia a Machado.
