Las potencias militares realizan el mayor ejercicio marítimo desde la caída de la URSS con dimensiones similares a Steadfast Defender, la serie de entrenamientos de la OTAN.
En un año marcado por los conflictos militares, Rusia y China profundizan sus lazos con Océano 2024, un ensayo naval que se extenderá hasta el 16 de septiembre. Con 90.000 efectivos y 400 buques, los simulacros protagonizados por Moscú representan el mayor ejercicio desde la caída de la Unión Soviética y rivaliza con Steadfast Defender, la masiva operación marítima, terrestre y aérea de la OTAN.
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El despliegue marítimo de Rusia y China en Océano 2024
En medio de la guerra en Ucrania y duras pérdidas en el Mar Negro, Rusia muestra su poderío naval junto a China en los océanos Pacífico y Glaciar Ártico, y los mares de Japón, Mediterráneo, Báltico y Caspio.

Moscú aporta más de 400 buques, incluidos submarinos y embarcaciones de apoyo, más de 120 aviones y más de 90.000 efectivos. China participa con su Armada y Fuerza Aérea, con cuatro buques, tres de guerra y uno de suministro, y quince aviones.
El ejercicio conjunto forma parte de una profundización de la relación ruso-china, que inició en este año con Hoja de Ruta para la Cooperación China-Rusia, un texto firmado por Vladimir Putin y Xi Jinping.
El compromiso firmado entre ambos presidentes radica en el interés de consolidar el poderío ruso en el Pacífico a cambio de que Moscú apoye las reivindicaciones chinas en el Mar de China Meridional y en Taiwán.

Putin, quien participó el ejercicio por videollamada, informó que Rusia y China invitaron a 15 países para ser testigos de los ensayos de Océano 2024 que se extenderán hasta el 16 de septiembre, aunque no precisó cuáles ni cuántos terminaron asistiendo.
La reedición del “Okean” soviético
La Unión Soviética promovió grandes despliegues militares en plena Guerra Fría. El código ‘Okean’ es la designación que le daban los soviéticos a los ejercicios que su Armada realizó en 1970, 1975, 1977, 1983 y 1985, durante los mandatos de Leonid Brézhnev, Yuri Andrópov y Mijaíl Gorbachov.
Estos ensayos marítimos buscaban principalmente preparar a los soldados para la detección y neutralización de los submarinos nucleares, que en plena tensión armamentística con Estados Unidos, era la carta que podría sentenciar una derrota, pero también un apocalipsis para el resto del mundo.
Los preparativos también estaban orientados a eliminar los portaaviones y los grupos de ataque que los acompañaban, comprendidos por los estrategas soviéticos como la carta de Washington para controlar el mar y encerrar a la Unión Soviética.

Con la caída de la URSS, las demostraciones militares se limitaron al Día de la Victoria, la celebración del triunfo sobre la Alemania nazi el 9 de mayo de 1945. Pasaron 29 años para que Rusia retomara la vieja costumbre y desplegara en masa sus recursos navales y aéreos.
El resurgimiento militar, las campañas militares en Georgia y Ucrania y el regreso de Océano 2024 tras tres décadas, todo sucedió bajo la presidencia de Vladimir Putin. El mandatario parte de la vieja visión soviética que confronta a los estadounidenses y a sus aliados en la OTAN para reinsertar a Rusia en un mundo multipolar.
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Steadfast Defender y nuevas operaciones de la OTAN
Steadfast Defender 2024 fue la respuesta de la OTAN a la guerra iniciada por Rusia en Ucrania y a la tendencia global hacia los conflictos armados. 90.000 soldados, 1.110 vehículos de combate, más de 50 navíos y 80 aeronaves de Estados Unidos y 31 países participaron durante seis meses en 14 ejercicios distintos.
Movimientos conjuntos de las flotas desde EE.UU., paracaidismo y ensayos terrestres, tanto de combate como de transporte, se realizaron bajo el Artículo 5 de la organización. Esta entrada permite a la alianza actuar con defensa colectiva si uno o más países de Europa o Norteamérica es atacado por otra nación.

Las discrepancias históricas sobre los límites del alcance geográfico de la alianza -Ucrania, Suecia y Finlandia-, con los soviéticos y en el último tiempo con los rusos, llevó a la OTAN a realizar el mayor despliegue de su historia.
Los ejercicios comenzaron en marzo con una operación en el norte de Noruega que involucró a 20.000 efectivos, a los F-35 estadounidenses y noruegos, los F-18 finlandeses y los aviones de combate Gripen suecos. La primera fase albergó la prueba inicial de un centro nórdico conjunto de operaciones aéreas, una región que abandonó su tradicional neutralidad con la adhesión de Estocolmo y Helsinki.
Nordic Response, Joint Warrior, Dragon, Swift Response y Grand Quadriga, parte de Steadfast Defender, fueron las principales operaciones hasta mayo. La actividad de la OTAN continuará hasta noviembre con otros ejercicios menores en Alemania, Eslovaquia, España, Finlandia, Grecia, Islandia, Italia, Letonia, Turquía y en el Mar Negro, punto sensible de la guerra entre Rusia y Ucrania.