Estados Unidos incluyó a Colombia en su lista de países descertificados en la lucha contra el narcotráfico. La medida refleja no solo el incumplimiento de metas de control de drogas, sino también la gravedad de la crisis de producción de cocaína y la expansión de los cultivos ilícitos, bajo la administración de Gustavo Petro.
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Sin embargo, Colombia no fue el único descertificado, ya que países como Venezuela y Bolivia también se encuentran en ese listado. A su vez, las implicancias de esta decisión rondan entre restricciones económicas, limitaciones en la asistencia financiera y posibles repercusiones diplomáticas por la incidencia en la seguridad y la gobernabilidad del país.
Colombia: qué es la descertificación y cuáles son sus consecuencias
La descertificación es una medida con la que Estados Unidos señala que un país incumplió con sus compromisos internacionales en la lucha contra el narcotráfico.
Puntualmente, cada mes de septiembre, el presidente estadounidense envía la “Determinación Presidencial sobre Países Importantes de Tránsito de Drogas o de Producción Ilícita de Drogas” al Congreso. En este documento se genera un listado anual que identifica a los países con mayor relevancia tanto en la producción como en el tránsito de drogas ilícitas.

Para este análisis, se considera una combinación de factores geográficos, comerciales y económicos que permiten el tránsito o la producción de drogas, incluso si un gobierno aplicó medidas sólidas y diligentes de control de narcóticos y de aplicación de la ley.
Con base en ese informe y en los Estados designados, el Parlamento define qué países cumplen o infringen los estándares y obligaciones en la lucha contra el narcotráfico.
Cuáles son las sanciones para los países descertificados
Por su parte, entre las sanciones más comunes ante el incumplimiento se encuentra la suspensión de hasta el 50% de la asistencia exterior otorgada por Estados Unidos, la oposición a préstamos de organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la limitación de la mayoría de los programas de cooperación, con excepciones para ayuda humanitaria y programas específicamente antinarcóticos.
En la “Majors List” del presente año, Colombia fue uno de los países en quedar descertificado, algo que no ocurría desde 1996. En ese entonces, y durante la presidencia de Ernesto Samper, se descubrió que el narcotráfico había financiado su campaña presidencial de 1994.

La actual descertificación se fundamenta sobre el aumento récord del cultivo y de la producción de cocaína, además de la imposibilidad de llegar a acuerdos con los grupos narcoterroristas, por parte de la administración de Gustavo Petro. Asimismo, las propias metas de erradicación fueron reducidas por parte del gobierno colombiano, y aun así no se cumplieron.
El documento aclara que, si Colombia toma medidas más agresivas para erradicar la coca y reducir su producción y tráfico, a la par de responsabilizar a quienes se benefician de este mercado ilegal, dicha designación podría ser modificada. También considera su revisión si se mejora la cooperación con los Estados Unidos para llevar a la justicia a los líderes de las organizaciones criminales colombianas.
¿Qué otros países quedaron descertificados y por qué?
En el listado de Estados Unidos, son veintitrés los países identificados como importantes en materia de tránsito o de producción de drogas ilícitas. Entre ellos se encuentran Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, República Popular China (RPC), Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Myanmar, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.
En el análisis presentado este año, además de Colombia, Estados Unidos descertificó a Afganistán, Myanmar, Bolivia y Venezuela. Estos cinco Estados fueron seleccionados debido a su fracaso durante los últimos 12 meses en adherirse a las obligaciones de los acuerdos internacionales antinarcóticos.

En el caso de Afganistán, la producción y circulación de drogas persiste, con participación de algunos miembros del régimen talibán. Para Myanmar, la descertificación se debe a la producción masiva de opio y metanfetaminas, el involucramiento de actores militares en el narcotráfico, la presencia de grupos armados que controlan rutas de drogas y la falta de control efectivo del gobierno debido a la inestabilidad política.
Bolivia, por su parte, no cumple de manera consistente sus compromisos antidrogas, lo que permite que grupos de narcotraficantes operen con relativa libertad. En Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro está implicado directamente en una de las redes de narcotráfico más grandes del mundo, lo que convierte al gobierno en facilitador activo del tráfico de drogas.
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Antes de la próxima “Majors List”, Estados Unidos espera que estos países adopten medidas concretas y verificables para controlar la producción y el tráfico de drogas. Esto incluye aumentar incautaciones, erradicar cultivos ilícitos, sancionar a actores estatales o grupos criminales involucrados, y demostrar avances tangibles que puedan revertir su situación ante la lista de descertificados.