Las operaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Teuchitlán dejan a su paso una muestra de la impunidad y la falta de resultados de las autoridades mexicanas en su combate al narcotráfico.
Los Guerreros Buscadores de Jalisco, un colectivo de búsqueda de personas desaparecidas, habían alertado en 2024 que el rancho Izaguirre era utilizado por la organización y, tiempo después, fueron quienes descubrieron recientemente tres fosas clandestinas y cientos de restos óseos.
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CJNG, el cartel de narcotráfico y el exterminio en Teuchitlán
El florecimiento del Cártel Jalisco Nueva Generación como la mayor organización de narcotráfico vino de la mano de una ola de violencia que no encontró oposición en las políticas internas del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
Su impunidad se ve reflejada en el número de denuncias de desaparecidos que en el último recorte realizado en mayo de 2024 reportó 14.896 personas, según informó el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD).
Durante la administración de Enrique Alfaro se encontraron 165 fosas clandestinas, de las cuales 125 se hallaron repartidas entre Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco de Zúñiga y Tlaquepaque. El inicio de la gestión de Pablo Lamas al frente de Jalisco heredó esta situación y la noticia del hallazgo de tres nuevas fosas en el rancho Izaguirre.

Esta ubicación había sido intervenida en septiembre del año pasado como una de las instalaciones del CJNG en Teuchitlán y una nueva llamada anónima al colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco fue el punto de partida para una operación.
La organización que impulsa la búsqueda de desaparecidos en Jalisco alertó a las autoridades y, junto a la Guardia Nacional, se adentraron en el rancho. Allí revelaron que el CJNG tenía un campo de adiestramiento y exterminio que habría asesinado a cientos de personas, producto del hallazgo de 200 zapatos y restos humanos. Las fosas habían sido cubiertas con una losa de ladrillo y una capa de tierra, e impidió su descubrimiento en 2024.
Algunos efectos personales encontrados permitieron a las fuerzas de seguridad arrojar luz sobre casos puntuales de desaparición, pero los restos óseos ayudarán a la identificación de las víctimas del cártel.
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Matanza del CJNG: la principal hipótesis
El gobernador Pablo Lemus informó que no hay evidencia de otras fosas clandestinas del CJNG en Teuchitlán y que el gobierno de Claudia Sheinbaum no se sumó a la investigación.
“Es un lugar muy cercano a un centro de donde pudimos liberar a 60 jóvenes hace aproximadamente un mes y medio. Entonces vamos a hacer las investigaciones correspondientes para saber en realidad qué fue lo que pasó ahí”, reza una confirmación de la versión de que había una alerta previa sobre la zona de operación del Cártel Jalisco Nueva Generación.

La hipótesis que impulsa los trabajos en Jalisco es la guerra interna producto de la debilidad en la cúpula del cártel, como resultado de la caída de los hermanos Oseguera y el deterioro de la salud de Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, el principal líder de la agrupación narco sin paradero conocido.
La condena a cadena perpetua de Rubén Oseguera González, conocido como “El Menchito”, quebró la línea sucesoria que había reemplazado a su padre, y el Estado de Jalisco evalúa la posibilidad de que esto motive el crecimiento de la violencia en la región y los enfrentamientos entre facciones criminales.