La operaciรณn militar de Turquรญa en el norte de Siria y la retirada de las tropas de EE. UU. abren un gran interrogante sobre el futuro del gobierno autรณnomo kurdo en la zona.
El operativo โManantial de Pazโ, lanzado por Turquรญa el pasado 9 de octubre, se propone establecer una franja de seguridad de 450 kilรณmetros de largo y 30 de ancho en el norte de Siria, a lo largo de la frontera con Turquรญa. El gobierno de Recep Tayyip Erdogan defiende la legitimidad de su accionar contra las Unidades de Protecciรณn Popular (YPG) kurdo-sirias, brazo armado del Partido de la Uniรณn Democrรกtica (PYD), acusado de terrorista y de estar vinculado al Partido de los Trabajadores del Kurdistรกn (PKK), cuyo lรญder Abdullah รcalan se encuentra recluido desde hace 20 aรฑos en una prisiรณn turca, sometido a un rรฉgimen de aislamiento.
Con un papel clave en la lucha contra el Estado Islรกmico, las fuerzas kurdas del norte de Siria proclamaron en 2013 la autonomรญa de la regiรณn, conocida como Rojava, y declararon en 2016 la creaciรณn de la Federaciรณn Democrรกtica del Norte de Siria (FDNS), que cuenta a su vez con una suerte de Carta constitucional, bautizada como โContrato Social de la FDNSโ. โPara Turquรญa, la idea de un seudoestado en construcciรณn al sur de su frontera, dominado por el PYD, es simplemente una amenaza existencial insostenibleโ, explica a DEF el sociรณlogo Kevin Ary Levin, secretario del Departamento de Medio Oriente del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
La ofensiva militar turca estaba en preparaciรณn desde hace meses y se trata, en rigor, de la continuaciรณn de la operaciรณn โRamo de Olivoโ, lanzada en marzo de 2018, que permitiรณ a Ankara y a sus milicias aliadas hacerse con el control de Afrรญn, uno de los tres cantones que integraban la FDNS. La decisiรณn de Erdogan de volver a la carga sobre los otros dos cantones kurdos del norte de Siria, Kobani y Al-Jazeera, se acelerรณ luego de que el gobierno de Donald Trump anunciara el retiro sus tropas de la zona y la ruptura de facto de la alianza que EE. UU. mantenรญa con las fuerzas kurdas de las YPG desde 2015. Aunque advirtiรณ a Turquรญa sobre las consecuencias de su accionar y amenazรณ con la aplicaciรณn de sanciones comerciales, el mandatario estadounidense decidiรณ desentenderse de una guerra a la que calificรณ de โinterminableโ y asegurรณ que su paรญs jamรกs debiรณ haberse involucrado en este tipo de conflictos en Medio Oriente.

TURQUรA Y UN JUEGO A DOS PUNTAS
Una de las grandes paradojas de la actual coyuntura es que el gobierno de Turquรญa mantiene relaciones polรญticas y comerciales con la administraciรณn autรณnoma del Kurdistรกn iraquรญ. Al respecto, Kevin Ary Levin aclara: โEl gobierno autรณnomo kurdo en Irak tiene una base ideolรณgica y tribal muy diferente de la del eje polรญtico compuesto por el Partido de los Trabajadores del Kurdistรกn (PKK) en Turquรญa y el PYD en Siria. Mientras estos รบltimos tienen una ideologรญa de izquierda y un programa polรญtico basado en el pensamiento de รcalan, el Gobierno Regional del Kurdistรกn iraquรญ (GRK) estรก dominado por la familia Barzani y su Partido Democrรกtico del Kurdistรกn (PDK)โ.
En 2011, por iniciativa del entonces presidente del GRK, Massoud Barzani, se constituyรณ en Erbil โcapital del Kurdistรกn iraquรญโ el Consejo Nacional Kurdo de Siria (ENKS). Levin describe cรณmo fue la evoluciรณn de los hechos en los siguientes aรฑos: โAunque al principio de la guerra en Siria, el ENKS y el PYD dieron seรฑales de cooperaciรณn para avanzar en objetivos comunes al nacionalismo kurdo, rรกpidamente este vรญnculo se disolviรณ y fue remplazado por abierta hostilidad. Las dos fuerzas fueron activas en las luchas contra el Estado Islรกmico, pero uno de los problemas que no pudieron resolver fue el de los vรญnculos internacionales de cada uno de ellos. El principal aliado regional del Kurdistรกn iraquรญ es el gobierno turco, enfrentado con el PKK, que es, a su vez, el hermano polรญtico del PYD kurdo-sirioโ.
โA medida que se difunden noticias de tragedias y muertes civiles en Siria, la posiciรณn de Barzani se va volviendo mรกs incรณmoda. Hasta ahora, la respuesta consistiรณ principalmente en expresar preocupaciรณn por la situaciรณn humanitaria, enviar ayuda a travรฉs de la Fundaciรณn Barzani y llamar a mediaciรณn de parte de Rusia, pero un vocero gubernamental dijo que el gobierno turco estรก justificado en sus preocupaciones sobre el PYD. Lo mรกs probable es que este vรญnculo entre el gobierno autรณnomo kurdo de Irak y el gobierno de Ankara se mantenga, aunque con un perfil bajo por ahoraโ, aรฑade este analista.
BARAJAR Y DAR DE NUEVO
La salida de las tropas de EE. UU. ha obligado a los kurdos de Siria a replantearse su esquema de alianzas. En los รบltimos aรฑos, habรญa existido un pacto de convivencia entre el rรฉgimen de Bashar al-Assad y la Federaciรณn Democrรกtica del Norte de Siria (FDNS), dominada por el PYD. โPara Assad los kurdos, que no tenรญan pretensiones sobre la totalidad del paรญs, eran una especie de mal menor dentro de la gran constelaciรณn de fuerzas rebeldesโ, indica Levin, quien matiza que el statu quo se mantuvo mientras los kurdos recibieron apoyo material de EE. UU. Ahora que Washington se ha desentendido del destino del Kurdistรกn sirio y que los turcos avanzan sobre su territorio, la situaciรณn parece estar evolucionando con rapidez.
Moscรบ busca llenar ahora el vacรญo dejado por EE. UU. y restablecer el equilibrio de fuerzas en la regiรณn. En ese sentido, el acadรฉmico consultado por DEF detalla: โLa intervenciรณn rusa ciertamente va en direcciรณn a detener el avance turco y lograr negociaciones entre Damasco y el PYD. A la luz de una polรญtica incierta de EE. UU., este puede ser el principal impedimento para que Erdogan siga avanzando. Por su parte, el gobierno sirio desplegรณ sus tropas en el norte, aunque voceros del PYD y sus fuerzas aliadas se ocuparon de aclarar que este movimiento es militar y que Damasco no va a tomar el control de las instituciones polรญticas de la FDNS. Siria apunta a minimizar las concesiones polรญticas, aprovechando la urgencia que se vive en Rojava. Un cambio posible serรญa, por ejemplo, devolver el control de la frontera al gobierno de Damasco, con el fin de apaciguar a Turquรญa. Esta situaciรณn abre una gran ventana de oportunidad para la mediaciรณn rusa, que se encuentra ahora en una posiciรณn privilegiada para arribar a un acuerdo que genera mucha expectativa. De conseguirlo, es probable que Rusia presione luego a Ankara para aceptar lo acordado e intentar, de ese modo, imponer una nueva estabilidad regionalโ.

LOS KURDOS: ยฟUNIDOS O DOMINADOS?
Las diferencias ideolรณgicas hacia el interior del mundo kurdo tampoco han contribuido a hacer realidad un proyecto emancipador comรบn y el tan anhelado sueรฑo del Estado propio. De hecho, en su teorizaciรณn del โconfederalismo democrรกticoโ, que se ha convertido en la doctrina oficial del PPK y de sus socios del PYD, el propio Abdullah รcalan habla de un โparadigma social no estatalโ. El Estado naciรณn, a su juicio, responde a los โintereses de las clases gobernantes y de la burguesรญaโ. La propuesta de รcalan apunta, en cambio, a una โdemocracia de baseโ en la que el poder de decisiรณn se sostenga sobre las instituciones locales y los niveles superiores se limiten a la โcoordinaciรณn e implementaciรณn de la voluntad de las comunidadesโ en las asambleas que se convoquen a tal efecto.
โLa experiencia de confederalismo democrรกtico fue inspiradora para muchos, pero presenta varios problemas si se la quiere pensar como un modelo viable para la regiรณnโ, opina Kevin Ary Levin, quien entiende que ese modelo representaba tambiรฉn una โexperiencia improbableโ. โEs difรญcil pensar en el apoyo del gobierno estadounidense, sobre todo en la era Trump, a un grupo socialista-anarquista, feminista y ecologista, que se convirtiรณ en el niรฑo mimado de la izquierda internacional, si no fuera por la amenaza del Estado Islรกmico y la fuerza militar que convirtiรณ a los milicianos kurdos en los aliados mรกs atractivos en el terrenoโ, agrega. โUna vez que llegรณ a la conclusiรณn de que el Estado Islรกmico estaba derrotado, esta alianza ya no tenรญa sentido. Una de las grandes tragedias es que no pudieron llegar a un acuerdo permanente, por ejemplo, con el gobierno sirio cuando el PYD cotizaba altoโ, completa. Un punto a favor del proyecto kurdo en Rojava, que se encarga de destacar Levin, es que no se tratรณ de โuna fuerza exclusivamente kurda, sino que, junto al PYD, las Fuerzas Democrรกticas Sirias (FDS) integraron a la administraciรณn de la zona que controlaron en el norte de Siria a otros grupos minoritarios, como asirios, turcomanos y chechenosโ.
A modo de conclusiรณn, Levin sostiene que el โmodelo de Rojavaโ ha perdido atractivo en los รบltimos dรญas. Quedan entonces en pugna otros dos enfoques polรญticos dentro de las comunidades kurdas de la regiรณn: โEl modelo del Partido Democrรกtico de los Pueblos (HDP), en Turquรญa, ha intentado construir una alianza entre los kurdos y otras minorรญas, bajo un programa progresista y dentro de las reglas polรญticas de ese paรญs, pero hoy esa experiencia se encuentra profundamente limitada por las medidas represivas del gobierno de Erdogan. Mientras tanto, el PDK, de Barzani, sigue vigente en Irak y, aunque se hayan frustrado sus intenciones independentistas en los รบltimos aรฑos, permanece como la รบnica โaunque limitadaโ experiencia kurda de control polรญtico sobre el territorioโ.