En 1856, con la firma del Tratado de París, terminaba uno de los grandes conflictos bélicos del siglo XIX, la Guerra de Crimea, que enfrentó al entonces imperio ruso contra una coalición formada por otomanos, británicos, franceses y el entonces reino de Cerdeña (embrión del futuro Reino de Italia). Una consecuencia colateral de la firma de la paz fue una decisión que afectó a un lejano archipiélago ubicado en el Báltico: las islas Åland, que en ese momento estaban integradas a los dominios del zar, como parte del Gran Ducado de Finlandia.
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La condición que los vencedores, Francia y Gran Bretaña, impusieron a Rusia fue la desmilitarización de las islas Åland. “Las islas Aland no serán fortificadas y no se mantendrán ni crearán allí establecimientos militares o navales”, estableció el tratado en una de sus cláusulas.

Autonomía, neutralidad y desmilitarización de las Åland
Conformado por 6757 islas e islotes, con una población de habla sueca, ese territorio quedó en el centro de un diferendo territorial entre Suecia y Finlandia tras la independencia de este último país, en 1917. La solución llegó cuatro años más tarde, en el marco de la Sociedad de las Naciones, la antecesora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El 24 de junio de 1921, Suecia aceptó el reconocimiento de la soberanía finlandesa sobre las islas Åland, siempre que el gobierno de Helsinki se comprometiera a respetar los derechos culturales de sus habitantes suecoparlantes. Así fue como el archipiélago logró una amplia autonomía dentro de Finlandia, que le permite elegir su propio Parlamento, su gobierno y contar con su propia bandera.

Pocos meses más tarde, en octubre de 1921, con la participación de Alemania, Dinamarca, Estonia, Francia, Gran Bretaña, Italia y Polonia, los dos países nórdicos suscribieron la Convención sobre la No Fortificación y Neutralidad de las Islas Åland. Allí Finlandia no solo se comprometió a mantener las condiciones exigidas por el Tratado de Desmilitarización de 1856, sino también a mantener las islas fuera de cualquier teatro de operaciones de sus Fuerzas Armadas.
Ese estatus de desmilitarización fue confirmado en una de las cláusulas del Tratado de Paz de París, de 1947, que puso fin a la Segunda Guerra Mundial. “Las islas Aland permanecerán desmilitarizadas de conformidad con la situación actual”, establece el artículo 5 de la parte II de ese tratado internacional, en sus denominadas “cláusulas políticas”.

Qué cambia en las islas Åland a partir de la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN
La nueva situación que vive Europa, a más de tres años de la invasión de Rusia a Ucrania, impulsó a Suecia y Finlandia a dar un paso impensado hasta hace pocos años. El ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tensó las relaciones de ambos países con Moscú y volvió a poner en discusión el estatus de “desmilitarización” del archipiélago.
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Al respecto, el mandatario ruso Vladimir Putin, afirmó, en 2022, que la renuncia al tradicional estatus de “neutralidad”, que había mantenido Finlandia desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, era “un paso erróneo” porque no existía ningún peligro para la seguridad del país.

Por su parte, el representante permanente de la Federación Rusa en la Unión Europea, Vladimir Chizhov, planteó sus “dudas sobre el estatus de las Islas Åland y su desmilitarización por tratados internacionales”, a partir de la entrada de su vecino escandinavo en la Alianza Atlántica.
Sin embargo, ni Finlandia ni Suecia tienen intenciones de modificar esa condición, que impide incluso el desarrollo de ejercicios militares en el archipiélago y, por supuesto, cierra el paso al establecimiento de bases militares de la OTAN en este estratégico territorio del mar Báltico.